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Me desperté con un poco de dolor de cabeza… suspiré y
mire a mi alrededor, di un brinco en la cama cuando vi a Lucky en mi
departamento. – ¿Qué haces? – lo mire con los ojos bien abiertos.
–Tu madre había venido a traerte algo de comer, ella
abrió el departamento y yo venía llegando cuando ella ya se iba. – dijo de
forma relaja sentado en la silla de la mesa de la cocina. O mejor dicho la
única mesa que tenía. Asentí tranquila aunque mi corazón aun volaba a millón. –
Puedes ir lavarte y luego vienes a comer…– me miro y señalo la comida que
estaba en la mesa tapada.
– ¿Mi madre no dijo nada?
–No, solo dijo que seguías durmiendo igual que como niña.
– sonrió, sonreí y tape mi rostro mientras bostezaba.
–Iré al baño…– dije y me levante, me dirigí al baño y cerré
la puerta con seguro.
Luego de ducharme y lavarme los dientes salí del baño y
fui a mi closet y tome mi ropa, luego fui nuevamente al baño y me vestí, unos
short y una camiseta. Peine mi cabello y luego lo mire y le sonreí. – Todo un
día. – dijo riendo. Reí, camine hasta la mesa y le salude, le di un beso, en
los labios, él me miro con sus ojos abiertos, y yo me hice como si nada hubiese
pasado. Me senté a su lado y tome mi comida, él se levantó aun en shock y me
sacó un vaso de jugo de la nevera, lo colocó frente a mí y se volvió a sentar a
mi lado, le sonreí. – ¿Qué pasa? – me miro confundido.
– ¿A qué te refieres? – sonreí.
–Es que tú… me has besado… y creo que… la última vez que
te bese me dijiste que no lo hiciera más hasta que te sintieras mejor.
–Bueno ahora me siento mejor. – le sonreí. – Y…– suspire
y me coloqué seria. – Te quiero pedir disculpas por cómo me comporte anoche…
realmente quería pasarla bien pero…– baje la mirada. – No me di de cuenta que
la podía pasar bien contigo…
–Me sentía incómodo, por eso me vine. – me miro. – Sabes
que ahí estaba tu… tu ex–novio y yo…
–Te entiendo…– asentí y suspire, termine de comerme el
desayuno.
– ¿Recuerdas cuando estábamos afuera de la Opera de
Sydney? – preguntó y asentí. – Te quería decir algo…– me miró. – Bueno
proponer…– suspiró.
–Vale, te escucho. – dije mientras me levantaba a fregar
el plato donde había comido.
Él se mantuvo en silencio. Me gire a mirarlo y él señalo
hacia delante de él para que yo fuera hasta allí, termine y seque mis manos,
camine hasta donde él estaba y me coloqué frente a él. – Yo…– suspiró. – Quería
pedirte si…– bajo la mirada.
– ¿Si? – lo presione.
–Si quieres comprometerte conmigo. – dijo mostrando un
anillo plateado sin ningún decorado de piedras preciosas, era un simple anillo,
sencillo. Abrí mis ojos sorprendida. – Pero no de casarnos. – comento. – A
menos que tú quieras…– me miro a los ojos. – Yo me refiero a un compromiso… de
¿novios?
–Espera. – sonreí y coloqué la mano en mi pecho estaba
aún en shock, él sonrió. – ¿Quieres que me comprometa contigo, de modo, que más
adelante si quiero nos casamos? –
pregunte, él asintió. – ¿Es como unas esposas, para que no escape?
–No lo veas de esa forma…
–Solo bromeaba. – sonreí. – Esta bien…– dije encogiéndome
de hombros con un poco de pena.
– ¿Qué dices? – me miro.
–Que está bien. – reí. – Me comprometo contigo…
– ¿Si?
–Si. – sonreí. Él sonrió con ganas y me cargo en sus brazos
haciendo girar. Chillé y reí. – Estas loco. – le dije riendo. Él rió, nos
mantuvimos un momento allí, mirándonos, y no pensé mucho para lanzarme a él,
tome su cuello y lo incliné pegando sus labios con los míos, sentí sus manos
colocarse con miedo sobre mi cadera, pero yo lo pegué más a mí, y lo bese con
más intensidad. Sus manos sujetaron mi cadera como debía, con fuerza, con
deseo, mordí su labio inferior haciendo que gimiera, enrolle mis brazos en su
cuello quedando sobre las puntas de mis pies. Él tomo mis piernas y las alzo,
enrolle mis piernas alrededor de él. Él camino con torpeza hacía la cama y
caímos allí, él se sostuvo con sus brazos mí me miro, yo tenía mis piernas a
ambos lados de él y estaba hundida sobre las sabanas. Le sonreí mientras me humedecía
el labio.
– ¿En serio pasara esto? – me preguntó. Asentí y lo halé
hacías mi para continuarlo besando. Su celular sonó y él hizo intento a
detenerse pero no lo deje, pero seguidamente sonó mi celular y los dos nos
detuvimos, él sonrió mientras se sentaba en la cama, yo reí mientras me movía a
buscar mi celular debajo de la almohada. Le escuche contestar y mi celular aún
continuaba sonando, lo tome y sin mirar la pantalla conteste.
– ¿Diga?
–Hola mi niña…– me hablo mi madre.
–Hola mamá. – respondí.
–Feliz Navidad linda.
–Feliz navidad mamá. – me acosté quedando atrás de Lucky
quien aun permanecía sentado en la cama hablando. – ¿Cómo estás?
–Bien hija y tú ¿Cómo estás?
–Bien mamá…
– ¿Lucky te dio la comida?
–Si. – sonreí y coloqué mi mano en su espalda. – Él se
encargó de que yo comiera, gracias por preocuparte.
–Es lo menos que podía hacer… pasaste noche buena sola…
–No, no fue así. – le dije. – Llegue a casa tarde de una
fiesta, por esto estaba durmiendo. – le dije.
– ¿Una fiesta?
–Fabi se casó mamá. – le comenté. – Fui su dama de honor.
–Ay qué bueno, me alegró por ella. – dijo y sonreí.
Vi a Lucky colgar su llamada y caminar de un lado a otro,
fruncí mi ceño, me mostró un papel que donde escribió rápido “VAMOS DE VIAJE A
ATLANTA” señalo la hoja de papel y asentí. – Mamí, posiblemente no te vea
luego… tengo un viaje con Lucky, solo vine por la boda de Fabi…– le dije.
–Está bien hija, no importa. – hablo tiernamente. – Solo
acuérdate de llamarme cuando puedas. – susurro.
–Lo haré mamá, te amo. – le dije.
–Te amo hija. – dijo y colgó la llamada.
– ¿Cómo es que nos vamos de viaje? – le pregunte
mirándolo.
–Tengo un negocio allá, así que… ¿por qué no llevarte
conmigo? – dijo colocándose un poco encima de mí, sonreí.
–No he desempacado aun, me llevaré la misma maleta. –
sonreí.
–No tengo problema con eso…
–Pero…– lo miré. – Antes debes llevarme a que Fabiana, a
despedirme de ella. – lo mire, él no le gustó mucho la idea pero asintió.
–Bien, pero solo a despedirte de ella. – sonrió. Reí, él
se inclinó y me dio un beso.
–Bueno, vayamos antes de que se haga más tarde y se vayan
los novios. – le dije, él sonrió, se sentó y luego me senté yo. Me coloqué de
pie, le entregue mi maleta, y tome mi cartera colocando allí mis cosas
personales, y sin poder faltar mis auriculares y mi cargador.
–Mujeres…– susurró, reí encogiéndome de hombros.
–Vamos, luego debemos pasar por mi departamento a recoger
mis cosas. – comentó y asentí, tome mi sobretodo, pero no me lo coloqué, lo
lleve guindando en mi brazo. Revise que todo el apartamento quedara en orden
sin nada que pudiera ocasionar algún accidente. Termine, revise todo, salí del
departamento, cerré la puerta con seguro, y ya Lucky estaba abajo, esperándome
en el auto. Le sonreí, él como siempre me abrió la puerta del auto, subí, la
cerró y se apresuró él en subir.
++
–Deberían estar acá. – le mencione cuando estaba
deteniendo el auto frente a la gran casa donde había sido la boda y la fiesta.
Baje del auto.
–No tardes…– comentó, asentí y le sonreí.
Camine rápidamente hasta la gran casa, toqué el timbre y
escuche que alguien bajo corriendo las escaleras, cuando abrieron, Ryan, estaba
fresco, en bermudas y sin camiseta. – Hola…– le salude.
– ¡¿CÓMO ESTAS?! – me saludo y me abrazo haciéndome
sentir un poco incomoda por su pecho desnudo.
–Bien…– le sonreí. – Y Fabi, eh venido en algo rápido. –
le sonreí.
– ¡FABI! – gritó. Sonreí apenada. – Pasa, pasa. – dijo
halándome hacia dentro, sonreí y termine de pasar. Fabiana bajo corriendo las
escaleras con una camiseta de Ryan puesta que apenas lograba cubrirle el
trasero. Dio un grito que casi me dejo sorda y se lanzó a mis brazos, la
abrace.
– ¡¿QUÉ HACES ACÁ?! – dijo emocionada.
–Vengo a despedirme. – les dije a los dos sin dejar de
sonreír, Ryan frunció su ceño y ella no dejo de sonreír.
– ¿Y Justin por qué no vino? – me miro.
Suspire. – No, es que…– mordí mi labio, ella dejo de
sonreír.
–No puede ser que este algo mal cuando ustedes ayer se
fueron Juntos…– comentó Ryan.
–No. – dije con mi ceño fruncido. – No sé qué les haya
dicho él pero…– mire a Fabiana y luego a los dos. – Yo no me fui con él, yo
tome un taxi él se fue con la chica con la que estaba desde temprano…– dije
algo desanimada.
– ¡¿CON MI PRIMA?! – gritó Ryan, asentí, él comenzó a
pasar su mano por su cabello de atrás para adelante un poco desesperado. –
DESGRACIADO.
–Bueno. – suspiré. – Solo venía a decirles que… Espero la
pasen súper…– les sonreí. – Yo me voy…– apreté mis labios.
– ¿A dónde vas? – pregunto Fabiana.
–Bueno. – sonreí. – Me voy Atlanta con Lucky… creo que
estaremos en Georgia. – me encogí hombros sonriendo. – Creo que nos
comprometeremos…– le mostré mi anillo, ella abrió sus ojos. – ¿Y su luna de
Miel? – pregunte antes de que ella pudiera decir algo. Y funcionó, fue como si
se le hubiera borrado la memoria.
–Ryan ha comprado esta casa para nosotros. – dijo ella
sonriendo y encogiéndose de hombros. – Se ha gastado todo su dinero acá, así
que…– lo abrazo. – ¿Qué mejor cosa que pasarla con él acá? En nuestra casa. –
dijo complacida de las palabras. Sonreí y asentí, pude sentir un poco de
envidia por su felicidad, pero borre todo destello de tristeza de mí.
–Felicidades chicos. – los mire, ella sonrió, él solo
hizo una pequeña sonrisa, estaba molesto por lo de Justin. – Los quiero, debo
irme. – les dije. Abrace a Fabi y luego a Ryan. – Me escriben. – les guiñe y
salí del lugar, me apresure a caminar rápido hasta el auto donde Lucky me
esperaba con una sonrisa.
–Pensé que durarías toda una eternidad…– sonrió. Subí al
auto riendo.
–Exageras todo. – dije riendo. El auto se puso en marcha
camino a su casa.
*Justin*
Me desperté y me vi en mi cama junto a una chica rubia. –
Joder. – lleve mis manos a mi cabeza.
La había cagado nuevamente, había jodido todo, había
dormido con otra chica, ¡había olvidado a ___! ¡JODER!
Me levante de la cama y me fui al baño, me duche y como
aún tenía resaca me vestí y me volví acostar. Hice a la chica a un lado, aún
permanecía dormida así que como moría de sueño, no le preste atención a nada.
++
– ¡¿DÓNDE ESTA ESE CABRÓN?! – escuche un gritó, abrí un
poco mis ojos, pero la puerta de mi habitación se abrió con brusquedad, abrí
mis ojos completamente para ver a Ryan venirse sobre mí y tratar de ahorcarme.
– ¡ERES UN HIJO DE PUTA! – gritó, la chica que estaba a mi lado gritó un poco.
– ¡TÚ TE VISTES! – le grito.
– ¡SUÉLTAME! – le dije quitando sus manos de mi cuello.
–Ryan por favor…– dijo Fabiana tomándole del brazo.
– ¡ESTÉ HIJO DE PUTA SE HA COGIDO A MI PRIMA! – dijo casi
que gritando. – ¡¿QUIERES QUE LE APLAUDA?! – le pregunto a Fabiana.
–No, pero no es la forma de arreglar esto…– le dijo, ella
aun lo detenía.
– ¡BROTH DISCÚLPAME! – le dije poniéndome de pie, la
chica salió vestida del baño asustada.
– ¡TU ERES UNA PUTA! – le gritó Ryan. – ¡TE DIJE QUE NO
TE ACERCARAS A ÉL!
–Lo siento…– susurró ella casi que llorando.
– ¡BROTH DISCÚLPAME! – le
volví a decir a Ryan.
– ¡¿QUÉ TE DISCULPE QUÉ?! – me gritó y me empujo por el
pecho haciéndome caer sentado sobre la cama.
–NO SÉ CÓMO SUCEDIÓ…– me defendí.
–RYAN YO LO DROGUE…– dijo la chica casi llorando.
– ¡¿QUÉ TU QUÉ?! – gritamos Ryan y yo a la misma vez.
–Lo siento…– rompió en llanto. – ¡PERO ÉL SOLO PENSABA EN
OTRA CHICA! – tapo su rostro.
– ¡SI! ¡___! – les dije a todos, ya que los chicos habían
llegado a la habitación.
– ¡PUES LA HAS CAGADO COMPLETAMENTE OTRA VEZ! – me gritó
Ryan. – ¡HAS JODIDO TODO! – Paso la mano por su cabello, se encontraba de color
rojo de lo furioso que estaba. – Fabiana cuéntale. – le ordeno, ella me miro
con un poco de rabia.
–___ se va hoy a Atlanta con Lucky. – el corazón se me
paralizo. – Ella nos ha mostrado un anillo. – miro a Ryan. – Se ha comprometido
con Lucky…– ella apretó sus labios.
– ¡ELLA NO PUEDE HACER ESO! – dije desesperado.
– ¿QUÉ QUIERES? – me gritó Fabiana. – ¡TÚ LA HAS LLEVADO
A ESA DECISIÓN!
– ¡ÉL NO ES LO QUE ELLA PIENSA! – dije desesperado
tomándome el cabello.
– ¡SOLO LO DICES POR TUS ESTÚPIDOS CELOS! ¡CELOS FALSOS!
– me gritó Fabiana.
–Lo has jodido todo…– dijo Ryan y me miro a los ojos, me
dio esa mirada de “todo está jodido”
– ¡NO SON CELOS! – le grité. – ¡REALMENTE ÉL NO ES LO QUE
USTEDES PIENSAN!
–Justin sea lo que sea, él la hace feliz…– comentó
Fabiana.
–No, no es así. – los mire. – ¡YO LA HAGO FELIZ! – pegué
mi mano a mi pecho.
– ¡¿TU?! – gritó Ryan. – ¿Y COMO? ¿ACOSTÁNDOTE CON OTRAS?
¿DEJÁNDOLA SOLA EN NOCHE BUENA? – me grito. – ¿ACOSTÁNDOTE CON MI PRIMA? ¡¿ASÍ
ES QUE LA HACES FELIZ?!
– ¡JODER QUE ESTO FUE UN ERROR! – le grité. – ¡TU PRIMA
ME DROGO! ¡LO DIJO RECIÉN! – le grité. Pase la mano por mi cabello
desesperadamente. – Joder, joder ¡JODER! – tire las cosas de la cama. – ¿A
DÓNDE VA? – pregunté mirando a Ryan. Él solo me miro decepcionado y se dio la
vuelta saliendo de la habitación luego de que su prima saliera. – Fabi porfa…–
la mire. Ella debía compadecerse de mí. – ¿A dónde se ha ido?
–No mereces saberlo Justin…– me miro decepcionada.
–Por favor. – le tome de las manos. – Fui un imbécil. –
ella asintió. – Joder, jodí todo hasta más no poder, pero sabes que la amo a
ella. – ella dejo de mirarme. – Siempre eh sido un imbécil, pero la amo Fabiana.
– apreté sus manos. – Dime a donde la ha llevado.
–Dime porque dices que él no es lo que creemos…– me miro
ella curiosa.
–Lo he investigado…– suspiré, no quería decírselo a
nadie, sabía qué pensarían que todo lo que dijera sería por celos. – Lo eh
visto en algunas reuniones con el padre de ___...
–Oh no…– dijo ella negando con un movimiento de cabeza y
tapando su boca. Ella sabía que ese hombre quería joder a su propia hija.
–Sí. – la mire. – Por favor dime a donde se la ha llevado…–
la mire.
–Ella dijo que se iría de viaje a Atlanta… mencionó algo
sobre Georgía…– me dijo ella encogiéndose de hombros.
–Bien…– la mire y la abracé. – ¿A qué hora se fue?
–Eran como las diez…. Cuando se fue de la casa…– comentó
Fabiana. Mire el reloj de pared eran casi las doce del mediodía.
– ¡Joder! – dije. Corrí al closet y me coloqué un suéter,
me quedaba bien con mi mono. Coloque mis zapatos, mire a Fabiana, tomé su
rostro y le di un beso en su frente. Ella sonrió, tome mi celular y las llaves
de mi auto y corrí por toda la casa, salí y subí a mi auto, iría al Aeropuerto.
++
Llegue al aeropuerto y baje corriendo del auto, corrí
hasta estar adentro y comencé a mirar a mi alrededor, no la veía por ningún
lado. Tome mi celular y comencé a llamarla. – Contesta por favor, contesta. –
supliqué en susurró mientras caminaba y la buscaba con la mirada entre las
personas.
Mire a un montón de personas que iba caminando y allí
estaba ella. – ¡___! – me apresure a llegar a ella. – ¡___! – grité y corrí, al
llegar a ella la tome por el brazo. – ___... – le dije, una chica se dio la
vuelta con su ceño fruncido y luego me sonrió. – Lo siento. – dije soltándola y
apenado. – Lo siento. – le dije, ella asintió sonriendo, me di la vuelta a
seguir buscándola. Continué llamándola, pero no respondía su celular.
“Señores pasajeros
el vuelo con destino a Georgia, Atlanta está por salir.” Escuche, mire las
entradas de los aviones buscando la que se dirigía a Georgia, mire por todos
lados, hasta que vi una, la pantalla decía “Georgia,
Atlanta”. Corrí hasta el lugar llevándome un par de personas por delante,
pero no me importaba. – ¡___! – grité al verla, esta vez sí era ella. – ¡___! –
le llame, ella no lograba oírme. Le entregaron su cartera y Lucky la esperaba
en el pasillo para caminar hacia el avión. – ¡___! – le grité. Ella volteó, me
vio, sus ojos se abrieron. – ¡DETENTE! – le dije, aunque vi algo de felicidad,
eso desapareció por completo rápidamente. – ¡___! – le grité.
–Señor por favor…– me dijo él cajero haciéndome hacia atrás
porque estaba a punto de pasar.
– ¡___, ÉL NO ES LO QUE CREES! ¡ÉL NO ES BUENO! – le
grité, ella me miraba, él le colocó el brazo por encima de sus hombros y la
hizo continuar, ella comenzó a caminar. – ¡___! – Grité furioso.
–Señor por favor. – dijo el hombre colocándome la mano en
el pecho.
– ¡Déjame pasar, joder! – le dije.
–Debe calmarse, no puede pasar si no me muestra su boleto
de viaje.
– ¡ESTE ES MI BOLETO DE VIAJE! – dije y le di un golpe en
la cara, el hombre cayó al suelo. Pase corriendo tratando de alcanzar a ___,
ellos se apresuraron o él la apresuró. – ¡___! – le grité. – ¡ESE HOMBRE HABLA
CON TU PADRE! – le grité. Ella se detuvo. Ya había salido a la calle donde
estaba el avión, unos policías llegaron a mí, me golpearon atrás en las piernas
haciéndome caer al suelo boca abajo. – ¡ÉL HABLA CON TU PADRE! – le grité. –
¡___! – grité con todas mis fuerzas, un hombre se colocó encima de mí, pegando
mi rostro al suelo mientras otro esposaba mis manos atrás en mi espalda.
La vi irse, él le dijo algo sonriendo, y ella asintió,
continuó caminando con el hacia el avión, las alarmas de emergencia se habían
detenido, él oficial de policía me levanto. – Te espera un tiempo en la cárcel.
– me dijo, no me resistí a que me sacaran del aeropuerto, de igual manera, ella
ya se había ido, y no podía culparla, había sido un patán con ella.
–Tendrás dos meses en prisión…– comentó el oficial. – Por
daños menores... – comentó, asentí cabizbajo con mis manos esposadas atrás en
mi espalda. Me sacaron de la habitación para llevarme a mi celda, afuera estaba
Ryan mirando sorprendido y Fabiana llorando, luego vi a los chicos, no los
mire, no tenía ánimos de dar explicaciones o hablar.
___ se había ido, y mi vida con ella.