ESTOY AQUÍ
Escuchar al leer
–Lo sé…–
dije con la mirada en mis manos.
–Todo
saldrá bien. – me dijo sonriendo. Sonreí nerviosa.
Luego de
un momento estábamos casi al frente de la casa de los chicos. Suspire y marque
el número de Fabiana. Sonreí cuando contesto. – Pensé que tardarías más en llamar.
– dijo.
–Pues me
eh apresurado. – le respondí. – Hey… te eh enviado algo… es de una cosa de
envíos rápidos, ya debe estar por llegarte. – sonreí.
– ¿En
serió?– preguntó.
–Sí, me
dijeron que llegaría a esta hora. – sonreí. Abrí la puerta del auto y baje, no
la cerré, no iba hacer que sospechara tan pronto. – Si no llega podrías
marcarme y avisarme para hacer el reclamo.
–Vale,
estaré al pendiente en la puerta. – dijo emocionada. Sonreí. Colgué la llamada,
Austin se había quedado lejos de la casa, no mucho, pero si donde el auto no se
viera. Así que camine rápidamente hasta llegar a la casa. Mire detrás donde se
encontraba Austin quien subió su pulgar deseándome suerte. Asentí y toque el
timbre de la casa.
Espere
pacientemente a que abrieran la puerta. – Pues es verdad chicos al parecer a
llegado. – escuche la voz de Fabiana. Me estremecí, me estaban atacando los
nervios. La puerta se abrió. Yo que me encontraba de espaldas me gire para
verle. Sonreí. Su grito se escuchó. – ¡OH MY GOD!– gritó y se lanzó a mí
abrazándome. Comenzó a llorar y no pude evitar hacerlo también, era mi mejor
amiga, la extrañaba. – Eres una perra por no avisarme. – dijo llorando y
apretándome más a ella.
–Te
extrañé. – le dije.
–Te
extrañe también. – respondió alterada llorando. Reí.
–Cálmate
ya, te dará algo. – le dije y seque sus lágrimas, ella me volvió abrazar.
– ¿Qué
sucede?– escuche la voz masculina. Fabiana se hizo a un lado un poco y logré
ver a Ryan con su rostro un poco preocupado. – ¿___?– dijo sorprendido y su
rostro se relajó, pero continuó sorprendido.
–Hola…–
dije apenada y le sonreí encogiéndome de hombros.
– ¿Cómo
es que estas aquí?– me preguntó Fabiana, la miré. – Pasa, pasa. – Me dijo sin
dejar que le contestara.
Pase
frente de ella y salude a Ryan lo abrace, él también me devolvió el abrazo.
Fabiana quien venía tras de mi me hizo pasar completamente hasta quedar frente
a la sala. Los chicos me miraron sorprendidos, yo los salude con un movimiento
de mano. – Dime ¿Cómo es que estas aquí?– me preguntó ella aun con lágrimas en
su rostro pero sonriendo.
–Yo… me
eh escapado…– dije, si era un escape, aunque le habíamos dicho a mi padre a
donde iríamos, habíamos olvidado decirle que no regresaríamos, al menos yo no.
Y Austin se iría a Korea del Norte.
Todos me
miraron sorprendidos. – Quítate los lentes. – me dijo Fabiana quitándome los
lentes y haciéndome el cabello a un lado. Quise detenerla pero no pude. – Oh…
por Dios…– dijo al verme y tapo su boca. La mire nerviosa.
–No es
nada. – le sonreí. Los chicos me miraron. – De verdad… no es nada. – trate de
guardar mi calma.
–Estás
herida. – dijo Fabiana mientras me abrazaba llorando.
–Estoy
bien Fabi. – le dije tragándome el nudo en la garganta. – No es nada en verdad.
– ¿Quién
te hizo eso?– me preguntó Ryan como si estuviera molesto. Fabiana se separó de
mi esperando una respuesta igual que los demás chicos que solo miraban con
atención.
–No es
nada de verdad. – dije un poco incomoda y acomodándome el cabello nuevamente
para que cubriera un poco el morado de mi mejilla.
–Fue el
desgraciado de tu padre, ¿cierto?– dijo Fabiana.
– ¿Eso
es verdad?
–Chicos…–
mordí mi labio inferior. – Lo que importa es que estoy acá…– me encogí de
hombros y mostré una pequeña sonrisa.
– ¿Chicos
por qué tanto alboroto?– escuche otra voz masculina que aún no estaba allí, mi
corazón latía demasiado rápido, sentía que se saldría de mi pecho.
Mire a
los chicos, Ryan miro a Fabiana preocupado, los chicos también hicieron gesto
de preocupación. Vi como él chico alto de cabello claro se acercaba entre los
chicos. Llegó frente a mí rápidamente y se dio de cuenta que era yo. Se quedó
quieto, con sus ojos bien abiertos, había cambiado en el último año, casi ya
dos años… No dijo nada, solo se quedó mirándome.
–Justin.
– dije yo dando un paso hacia él con una pequeña sonrisa. El frunció el ceño y
dio un paso hacia atrás. Me quede quieta, mi respiración se detuvo. Tragué
saliva, mi sonrisa había desaparecido.
–Justin,
___ vino a verte. – escuche que dijo Fabiana.
–Justin…–
le llame nuevamente.
– ¿Qué?–
me dijo con su mandíbula tensa.
– ¿Cómo
que qué?– le dije. – Estoy aquí. – dije y trate de sonreírle.
–Justin…–
lo llamo una voz femenina. –Gatito. – Me gire a ver de dónde provenía la voz.
Una imagen apareció frente a mí, una chica morena, un poco alta, cabello
rizado, y un poco esbelta... paso frente a mi directo a Justin. – Regrese. – le
dijo y lo abrazo. Mi respiración sentí que no volvía, escuche el sonido
ensordecedor de mi corazón rompiéndose. La vi depositarle un casto beso en los
labios.
– ¿Gatito?–
susurré con mi ceño fruncido. Lleve mis manos a mi pecho y luego hice mi
cabello hacía atrás para poder respirar. Me sentía ahogada.
– ¿Qué
sucede?– dijo ella sonriendo y aun abrazándolo. Lo miré. Su rostro cambio un
poco, a sorpresa ¿por qué? Porque vio mis morados al igual que los demás, ¿por
eso?
Me di la
vuelta viendo a Fabiana y Ryan. Fabiana me miró con tristeza, Ryan… Ryan se
mostraba preocupado. Di un paso, luego otro, luego salí de la casa y comencé a
caminar rápido en busca de aire. Vi el auto de Austin más cerca, mis lágrimas
comenzaron a salir de mis ojos. Necesitaba aire. – Aire…– dije y vi correr a
Austin hacía mí.
Me tomó
antes de caer al suelo completamente. Me mantuve de rodillas tratando de
conseguir aire. Estire mis brazos para guindarme de su cuello. Tome una
bocanada de aire pero no pasaba a mis pulmones. No podía respirar, el pecho me
dolía. – ¿Estas bien?– dijo preocupado mirándome.
–Sácame.
– le dije, jalé mi camisa un poco tratando de respirar. – Sácame de aquí. –
lloré. – Llévame. – le hale la camiseta. Estaba desesperada, quería irme.
Necesitaba respirar y no podía. Sentí un gran dolor en el pecho que hizo que me
dolieran hasta los oídos.
*JUSTIN.*
Escuche
algo de ruido en la sala así que salí de mi habitación y baje hasta la sala,
fruncí mi ceño al verlos a todos reunidos en un mismo lugar. Sin mirar por
encima de ellos camine, pase entre ellos rápidamente y levante la mirada
tranquilamente para ver a… ___. Abrí mis ojos, mi corazón se detuvo un momento.
¿Qué hacía ella aquí? La mire completamente.
–Justin.
– dijo ella dando un paso hacia mí y dándome una pequeña sonrisa.
Inmediatamente di un paso atrás. Estaba tratando de entender que estaba
pasando.
–Justin,
___ vino a verte. – susurró Fabiana.
–Justin.
– volvió a decir mi nombre.
– ¿Qué?–
le respondí. Estaba enojado, molesto, muy molesto, ella estaba comprometida con
otro hombre. Me había traicionado.
– ¿Cómo
que qué?– me dijo. – Estoy aquí. – dijo y trato de sonreírme.
–Justin…–
me llamo una voz que reconocía. –Gatito. – Me gire a ver dónde estaba Susana.
Venía en dirección a mí. –Regrese. – me dijo y me abrazo y luego me dio un
corto beso en los labios.
– ¿Gatito?–
susurró ___ con el ceño fruncido mirándome. No podía dejar de mirarla aunque
Susana estuviese allí. Ella llevo sus
manos a su pecho y rápidamente a su cabello haciendo hacía atrás y respirando
profundamente. Deje de estar molesto y me volví preocupado cuando vi la herida
en su ceja y el morado en su mejilla. ¿Qué le había pasado?
– ¿Qué
sucede?– dijo Susana a mi lado aun abrazándome.
___ se
dio la vuelta y comenzó a caminar salió de la casa, solté a Susana haciéndola a
un lado y fui tras ___ para verle. Fabiana lloraba mientras Ryan la abrazaba,
todos veíamos lo que pasaba desde la puerta de la casa. Ella comenzó a llorar y
con su mano hacia un movimiento como si se echara aire. Camino tan rápido en
dirección a un auto, pero le faltó como un metro para llegar cuando un chico
bajo corriendo de auto y se dirigió a ella. Ella cayó de rodillas, él la tomo
por los brazos alzándola para levantarla, ella estiro sus brazos para agarrarse
de él, fue cuando sentí mi corazón herirse al ver que sus golpes no eran solo
en la cara, su camiseta se había subido y había dejado a mi vista su espalda,
su espalda herida llena de morados y marcas. Di dos pasos hacia adelante. Vi al
chico preguntarle algo a ella. Ella haló su camiseta llorando. Él la sostuvo
entre sus brazos, ella dejo caer sus brazos a los lados.
No me
moví, no sabía que me pasaba, era ella, era ___, estaba aquí. Fabiana gritó y
junto a Ryan salieron corriendo hacia ella. Sentí que uno de los chicos me
tropezó, también corrieron hacia donde estaban ellos. Pude ver el cuerpo de ___
desvanecido, sus brazos guindando a los lados, sus ojos cerrados.
– ¡¿JUSTIN?!–
dijo Susana frente a mí, me tomó el brazo con un poco de fuerza mientras me
llamaba otra vez. – ¡HEY! ¡¿JUSTIN?!– parpadeé y la mire. – ¿Dime que sucede?–
dijo preocupada. No supe responderle, mi cuerpo se había quedado bloqueado.
Vi a
Fabiana tirada en el suelo llorando mientras Ryan trataba de calmarla, el chico
que tenía a ___ en sus brazos lloraba. Dijo algo que no logre escuchar que hizo
que Fabiana se levantara del suelo rápidamente. Ryan corrió hasta el auto que
estaba allí y se montó. Fabiana abrió la puerta de atrás y el chico metió ___
allí. Fabiana subió atrás. El chico subió adelante y las llantas del auto
chillaron en el asfalto. Se marcharon a toda velocidad.
–Justin
amor… ¿Qué acaba de suceder?– me dijo Susana tomándome la cara. Me fije en los
ojos chicos que se fueron en los autos. – Dime que acaba de suceder.
No le
dije nada. Solo la abracé. Estaba asustado, no sabía qué hacer. Me sentía mal.
___ estaba inconsciente… –Susana…– dije.
–Necesito
que me digas que está pasando aquí Justin. – dijo ella. No le respondí. Deje de
abrazarla y corrí hasta mi auto, lo encendí y lo puse en marcha. Los
alcanzaría, tenía que ver a donde la llevaban.
*___.*
Tome una
bocanada de aire y comencé a toser, abrí mis ojos mientras inevitablemente comenzaban
a salir las lágrimas de mis ojos. – ¡___! ¿Estás bien?– preguntó Austin, lo
mire, se encontraba en el asiento de adelante, me fije a su lado, estaba Ryan
conduciendo, me senté y mire a mi lado izquierdo donde se encontraba Fabiana.
–Detén
el auto. – dije aun llorando. – ¡DETENLO!– grite mientras lloraba. El auto se
detuvo y baje inmediatamente.
Tras de
mí se bajó Austin. – ¿Qué pasa? ___ te llevaremos al hospital.
Escuche
la puerta tras de mí, Ryan y Fabiana se habían bajado del auto. – ___ ¿te sientes
bien?– me preguntó Fabiana.
–Ni
siquiera me hables. – le dije mirándola de mala manera.
–Pero
___... ¿Qué pasa?
– ¡PASA
QUE ERES UNA HIPOCRITA!– grite. – ¡¿NO PUDISTE CONTARME QUE ÉL ESTABA CON
OTRA?!– dije tomándome mi pecho.
– ¿Qué?–
dijo Austin.
–Sí. –
dije volteándome a mirarlo y llorando más.
–Pero
como…– él los miro a todos.
–Austin
no me dijeron nada. – me lancé a sus brazos a llorar más.
–___
perdóname, de verdad. – Escuche que dijo Fabiana. Al mismo tiempo llego otro
auto al lugar. Se detuvo en medio de la calle. Mire a Fabiana.
– ¡Eres
una falsa! ¡CONFIÉ EN TI!– le grite. – ¡DEBISTE HABLAR CON ÉL!– llore más. – ¡Ni siquiera pudiste explicarle todo a Justin,
decirle por lo que yo estaba pasando! ¡ESTOY PASANDO!– recalqué.
–___ no
es su culpa…– hablo Ryan.
– ¡PUES
LO ES! A ella fue a quien le dije, le dije que le dijera a Justin…– toqué mi
pecho que dolía. – Ni siquiera pudiste decirme que él ya tenía a otra persona.
– le dije mirándola a los ojos. Ella estaba llorando, se giró abrazar a Ryan.
–___
deberías…
–Creo
que debemos regresar y tener la boda Austin. – le dije mirándolo a los ojos
mientras lloraba. Pase por su lado y subí al auto cerrando la puerta con
fuerza.
*JUSTIN.*
Baje del
auto inmediatamente al verlos a todos detenidos allí.
– ¡Eres
una falsa! ¡CONFIÉ EN TI!– Le gritó ___ a Fabiana. – ¡DEBISTE HABLAR CON ÉL!–
lloró. – ¡Ni siquiera pudiste explicarle
todo a Justin, decirle por lo que yo estaba pasando! ¡ESTOY PASANDO!–
gritó ___.
–___ no
es su culpa…– interrumpió Ryan.
– ¡PUES
LO ES! A ella fue a quien le dije, le dije que le dijera a Justin…– Tocó su
pecho con dolor mientras lloraba. – Ni siquiera pudiste decirme que él ya tenía
a otra persona. – le dijo ___ y rompió en llanto. Vi a Fabiana también llorar y
abrazar a Ryan.
Entonces
ellos sabían lo que estaba pasando al menos con ___...
–___
deberías…– dijo el chico al lado de ___.
–Creo
que debemos regresar y tener la boda Austin. – dijo ella interrumpiéndolo
mientras lloraba. Pasó por su lado y se subió al auto.
Entonces
este chico, Austin… él era su prometido. ¿Por qué carajos la trajo hasta aquí?–
¡___!– grite y camine hacia ellos. El chico me miro y luego miro dentro del
auto. – ¡___ ESPERA!– grite y me apresuré. Pase entre ellos y me encontré con
el chico.
–Si solo
la vas a lastimar más entonces retrocede, no lo permitiré, no dejaré que la
lastimes más. – me dijo. Me quede quieto en mi lugar. ¿Por qué este chico me
hablaba así?
–Déjame.
– le dije y di un paso pero él se atravesó más.
–Ya te
eh dicho, solo la lastimas, creo que obtuvo bastante por hoy…– me dijo, lo
miré. Si, ella había obtenido bastante, pero yo también lo había obtenido en el
tiempo que había pasado.
– ¡___!–
le grite sin poder pasar hacia ella.
–Detente.
– dijo el chico.
–Déjalo.
– Escuche que ella dijo. Él se dio la vuelta, ella salió del auto secándose sus
lágrimas. Levanto su rostro y me miro, pude visualizar más los morados en su
rostro y la herida en su ceja. Tragué saliva.
El chico
se hizo a un lado y pase hasta donde estaba ___. Me acerque a ella, no mucho
pero si lo suficiente para poder verle a los ojos. Sus mejillas continuaban
humedeciéndose y yo sentía unas ganas inmensas de abrazarla.
–___ yo…–
comenté. – No sabía que vendrías, discúlpame…
–Discúlpame
tu Justin. – dijo sin siquiera mirarme, solo mirando al suelo. – Eh venido sin
avisar, sin ser invitada, entiendo que tengas hecha tu vida. – Vi sus lágrimas
caer. – No pretendo venir a cambiarla. – Apretó sus labios y continuó. – Me
alegra que estés bien, ahora debo irme. – dijo dándose la vuelta.
–Detente.
– le dije y la sostuve por el brazo. Ella me miro por encima de su hombro sin
darse la vuelta completamente. – Te ibas a casar… ¿Qué querías que hiciera?
–Estuve
como en un secuestro por parte de mi padre todo este tiempo Justin. – me
respondió con voz fría. – Pudiste al menos buscarme…– bajo la mirada. – Al
parecer Fabiana no te dijo nada. – se soltó de mi brazo. – Que seas feliz con
ella. – me dijo. – Austin vámonos. – Dijo sin mirar atrás. Me quede paralizado.
El chico me paso por un lado rodeó el auto y se subió, lo encendió, mire el
auto, ¿en verdad estaba pasando esto? El auto se puso en marcha.
Solo
escuche el auto acelerar, y luego se escuchaba solamente el murmulló de los
chicos y el llanto de Fabiana.
*___.*
– ¿De
verdad tienes que irte?– me preguntó mi madre, asentí tratando de ser fuerte y
no llorar frente a ella.
–Debo
terminar los arreglos de la boda. – le sonreí con mis ojos cristalizados. Ni
siquiera había tomado mi maleta, eso solo contenía ropa que mi padre no me
permitía usar.
– ¿Regresaras
pronto?– me preguntó. Asentí sonriéndole aunque me estaba quemando de dolor por
dentro. – Cuídala…– le dijo mi madre a Austin.
–Como si
fuese mi corazón…– dijo él sonriendo. Sonreí para mí misma. Terminaría casada
con él, lo quería como un amigo pero… tendríamos que casarnos…
–Te amo
mamá. – le dije abrazándola. – Te veré pronto. – le dije sonriéndole.
–Te amo
mi niña. – dijo sin dejar de abrazarme. – si puedes invítame a tu boda.
–Tratare
de hacer lo posible para invitarla. – le dijo Austin. Mi madre sonrió. Me soltó
y lo abrazo a él. – Hasta luego Lily. – dijo él mientras la abrazaba.
–Dios los bendiga a los dos. – Dijo mi madre. Se despidió de nosotros e inmediatamente salimos de la casa.