jueves, 23 de julio de 2015

CAPITULO 5

SÉ QUE QUIERES EL BIEN PARA ELLOS DOS... PERO NO SEAS EGOÍSTA




Estábamos a la segunda semana de Agosto, sí. Aunque no quisiéramos casarnos, la fecha de la boda no había sido pospuesta, seguía siendo en Octubre, exactamente el 24 de octubre y exactamente dos meses antes de navidad, ni un día más ni un día menos. Y sin pensarlo los días pasaban más rápido cada vez, me sentía deprimida, llevaba una semana deprimida, semana donde los preparativos de la boda pedían mi opinión, y ordene que todo fuera de rosa, odio el rosa, no quería nada lindo que me hiciera recordar esto como ‘una linda boda’. Lo dirigía como más lo odiaba, si quería que la boda fuese en la playa pues si era posible llegaría hasta Alaska donde tu cuerpo no puede más con el frío.

Grite nuevamente en mi habitación por lo mal y ahogada que me sentía con todo esto, me enrolle en mi cama cubierta por los dos cobertores gruesos. Era temporada de frío, no podía creer que me quedaba solamente un mes y dos semana… o bueno dos meses contando los días de Octubre hasta el 24.

 Comencé a llorar, lo necesitaba, necesitaba sacar toda la rabia que sentía dentro de mí. Pedí a Austin no verle más, no hasta que dejara mi estado de ánimo depresivo. Él solo me decía que me entendía. Es que no puedo olvidar su cara llena de lágrimas cuando su padre le dijo que no pospondría la boda, por supuesto que llore junto a él, pero sabía porque lloraba, es que Alessa no lograba de salir de su mente estas últimas semanas.

Tome mi celular, era de noche, ya casi caía la media noche, mi padre esta vez me había abofeteado por haberle dicho cuando odiaba estar en esta casa. Así que mi labio aún estaba roto, aun dolía, y si, esa era una de las razones por las que no quería que Austin me viera. Mire la pantalla de mi celular y marque el botón de llamadas, mis últimas llamadas habían sido las de mi madre, hacia un mes que no hablaba con Fabiana, pero necesitaba hablar con ella. Así que fui hasta y su número y presione el botón de llamada.

-¿Aló? ¿___?

-Fabi…- dije llorando.

-¿Pasa algo? estoy muy confundida ___ vi unas noticias sobre ti y…




*JUSTIN.*


-Justin Broth, deberías bajar un momento… pasa tiempo con tus hermanos…- dijo Christian sonriendo mientras estaba en la puerta de mi habitación. Me encontraba solo, aunque Susana me había perdonado ya no vivía con nosotros, pero a cambio algo mejor había pasado, Fabiana había vuelto a ser… bueno algo parecido a como era antes. Sentía que todo estaba bien, en su lugar, así que le sonreí a Christian y me levante de la cama.

-¿Qué hay de comer hoy?

-Por el frio podemos hacer una fogata ahora en la noche pero por ahora Fabiana nos mantiene con palomitas de maíz.- dijo riendo.

-Nos convertiremos en pollos.- dije riendo, él rió también.

Llegamos a la sala, donde estaban todos los chicos juntos, los salude y me acomode entre Ryan y Chaz. Sonreí. Fabiana me trajo una cerveza, bueno a todos, menos a ella, sonreí, un momento en familia, nada mal, aunque me gustaría tener a Susana, para mantenerla sentada en mis piernas como lo hace Ryan con Fabiana.

La película rodo como por 15 minutos y vinieron los comerciales, el programa de noticias cortas en comerciales comenzó, E!New’s.

‘La noticia de hoy nos deja asombrados a todos, unos de los empresarios conocidos de la industria nos ha afirmado que su hija, ___ Jess, se casará con Austin Norris, él hijo de uno de sus amigos, él nos aclara que es solo amor de jóvenes y nada de negocios, hasta ahora la fecha no se sabe pero lo tendremos informados’

Vi las imágenes de ___ en un restaurante con el chico, mi corazón se detuvo, deje de sentir, deje de ver, perdí mis sentidos, la lata de cerveza cayó al suelo, vi la reacción de los chicos, Fabiana estaba sorprendida, Ryan me miraba queriendo saber que pasaba por mi cabeza, yo solo… comencé a escuchar nuevamente risas, las personas riéndose de mí, me levante.- ¡Justin!- dijo Fabiana, no la mire, camine lo más rápido que pude hasta mi habitación, tire al suelo todo lo que tenía a la vista, gruñí y llore, ¡ella se iba a casar! Escuche a Ryan hablarme desde afuera de la habitación, le grite que se fuera, pase seguro a la puerta, quería matar a todo el mundo, sentí algo en mi estómago que me decía que esto era más que un simple dolor, ella… dolía más que eso, la respiración comenzó a faltarme y continué haciendo lo que quería, destruir todo a mi paso, quería sacar eso que sentía dentro, eso que me estaba matando.



*___.*


-¿Aló? ¿___?

-Fabi…- dije llorando.

-¿Pasa algo? estoy muy confundida ___ vi unas noticias sobre ti y un tal Austin, ¿te casaras?- me preguntó, lloré, era exactamente por eso que la llamaba, quería contarle todo, quería que me entendiera.- ¿Qué sucede? ¿Por qué has tomado esa decisión?

-Fabi no es lo que piensas.- dije llorando.- Todo te lo puedo explicar.

-Comienza.- me dijo desesperada.- Justin se puso realmente mal cuando vio esa noticia.

-Me está obligando a esto Fabiana, yo no quiero casarme, me casare dentro de dos meses y no quiero, todo es arreglado por su padre y mi padre, son cosas de negocios.- lloré.- Debes creerme.

-¿Qué tu papá qué?

-El planeo todo esto Fabiana de verdad no quiero casarme, estoy como una loca ahora mismo, quiero morirme.- dije y me quebré en llanto.

-Pe-Pero ¿Cómo es posible que…- guardo silencio.- ¡___ entonces Justin debe saberlo!

-¿Él está bien?- pregunte tratando de calmarme.

-Él hace tres semanas se enteró de eso y él bueno…

-¿Me ocultas algo?

-No nada.- me respondió inmediatamente.- Él debe saber la verdad ___...- dijo, y no tuve oportunidad de decirle algo cuando el sonido de llamada terminada sonó.




*FABIANA.*


-¡Amor! ¡Amor!- dije mientras despertaba a Ryan quien estaba boca abajo dormido.- ¡DESPIÉRTATE!- le grite para que despertara.

-¿Qué? ¿Qué sucede?- dijo sentando asustado.

-¿¡Adivina qué!?- dije con los ojos bien abiertos en la oscuridad.

-Fabiana casi es media noche… no estoy para tus juegos.- dijo con los ojos cerrados.

-No, no son juegos.- sonreí.

-¿Qué es?

-___ ha llamado.- chillé de alegría.

-¿Y por qué estás tan feliz? ¿Te hizo madrina de su linda boda?- dijo de mal humor. Él también le había obtenido algo de rabia después de ver la noticia.

-¡No!- le dije y lo golpeé en el brazo.- Estaba llorando Ryan.- él me miro.- Si, me dijo que no quiere casarse, todo es una farsa, su padre y el otro señor planearon todo, ella está siendo obligada a eso amor.- lo mire. Él me miro un momento y luego rasco su cabeza.- Anda… debemos creerle.- lo mire.

-Suena lógico para lo maldito que es su padre…

-¡Lo sé!- Le dije casi que brincando.- ¡Debemos decirle a Justin!

-¡¿QUÉ?!- dijo.- ¿Esta loca? ¿Acaso no vez que solo lleva como una semana bien? ¡Él se está recuperando de ese shock!

-Ryan, pero estará mejor al saber esto.

-No Fabiana, ¿acaso no has visto como ha estado junto Susana? Él está bien, ella hace que él esté bien, no seas injusta en esto…

-Pero Ryan…- dije con lágrimas en mis ojos.

-Fabiana… sé que quieres el bien para ellos dos… pero no seas egoísta, Justin esta mejor así… y Susana…

-¡ME VALE UNA MIERDA SUSANA!- grite mientras lloraba y me salí de la cama, corrí hasta la puerta y fui  hasta las escaleras para bajar, pero me detuve en seco.

La imagen que estaba frente a mí era lo que Ryan hablaba, mire a Justin quien había durado dos semanas sin comer, su barba había crecido, sus ojeras eran notables, pero ahora, ahora que estaba con Susana… él estaba sonriendo mientras ella le daba de comer, se había afeitado y posiblemente bañado. También podría decir que había dejado el cigarrillo y el alcohol a un lado.

Me sentía bien verlo así, pero a mi amiga… ¿quién la salvaba de esta tragedia?




*___.*


-¿___?- escuche su voz en mi habitación. Mi respiración era lenta, no quería seguir respirando. Había pasado una semana desde que había llamada a Fabiana, y aunque había dejado que mi número no fuera privado así ella me llamara cuando quisiera… no fue así. No tenía señales de ella. No quería comer, no quería bañarme, no quería respirar, solo quería morir. Lo sabía muy bien estaba en depresión. Lo escuche como se acercaban sus pasos hasta mi cama, continué de espaldas.- He hablado con tu padre linda…- me dijo Austin.- No puedes seguir acá.- se sentó a la orilla de la cama.- Él me ha dado permiso de venir a tu habitación… es muy linda… como tú.- parpadeé. Aún continuaba sintiendo ese dolor en mi garganta.- ¿Ya comiste?- me preguntó. Era absurdo, la bandeja de comida estaba sobre la mesa.- Linda… te traigo una buena noticia.- dijo y me movió, sonreía cuando le vi, pero al instante dejo de hacerlo.- ¿Qué te sucedió ___?- me miro con sus ojos muy abierto y dolor en ellos. Gire mi rostro. Él volvió a llevarme el rostro en su dirección.- ¿Qué te ha sucedido?- preguntó nuevamente, el dolor era más notable en sus ojos que en mis moretones.- ¿Ha sido él?- me miro y le vi tragar saliva, estaba sintiendo rabia.

-Ha llegado al extremo de decirme que si no lo hago me matara…- dije en un susurro, baje la mirada y me gire para que no me viera.

-¿Cómo sucedió esto Dios mío?- dijo tomándome.- ¿Desde cuándo?

-Hace dos semanas…

-Debemos ir a la policía ___...

-Me matara y será capaz de matarte a ti también.- le sonreí a medias. Él se levantó enfurecido y golpeo la madera de la mesa que estaba en mi habitación.- Debes decirle que te dije que me caí ayer por las escaleras.- dije con los ojos cerrados y queriendo dejar de respirar.

-No deberías pasar por esto…- me dijo con su mandíbula tensa.

-¿Cuál era la buena noticia?- le dije tratando de sonreír.

-Le eh dicho que quiero conocer a tu madre, como la otra vez dijo que no, esta vez le eh dicho que si no la conozco no me casare contigo, y ha aceptado muy amablemente.- dijo mirándome aunque no había felicidad en él.

-Me alegrara ver a mi madre…- sonreí.

-Deberías hacer las maletas de una vez.- dijo soltando un respiro y sentándose en la cama.- Las mías están en el auto.

-¿Has venido preparado?

-Sabía que te dejaría ir.- me sonrió un poco.

-¿Y el vuelo?

-Se te olvida que soy hijo de un gran empresario.- sonrió.- Tengo mi propio avión, pequeño pero rápido.- sonreí con él y luego me queje de un poco de dolor en mis labios.- Creo que deberías levantarte y arreglarte.

-¿Te importaría esperar abajo?- le dije.

-Con gusto.- me sonrió, me dio un beso en la frente y se levantó de la cama, abrió la puerta de la habitación.- No tarde más de 30 minutos.- dijo mientras salía de la habitación y cerraba la puerta tras él.

Me levante, fui al baño, me duche, depile mis axilas y mis piernas, lave mis dientes, mi cabello, seque mi cuerpo, me vestí, un vestido sencillo, un sobretodo encima. Saque debajo de la capa la maleta con la ropa que mi padre no me dejaba usas, camisetas y pantalones. Así que deje toda la maleta como estaba y solo agregue unos tres vestidos. Luego de tener la maleta lista, fui al baño y saque el estuche de maquillaje. Me mire en el espejo, la pequeña herida que tenía en la ceja ya estaba un poco mejor, mi padre me la había hecho hace tres días, cuando entro molesto a mi habitación gritándome sobre que tenía que casarme y me lanzo contra la mesita de noche haciendo que rompiera parte de mi ceja con la orilla. Por otro lado… el morado de mi mejilla no estaba tan oscuro, el maquillaje lo cubrió fácilmente. Y las heridas de las comisuras de mis labios…esas… no se cubrieron mucho pero si no se veían tanto como antes.

Lleve el estuche de maquillaje conmigo y lo guarde en la gran maleta, tome el celular y los auriculares, me coloqué las sandalias bajas y salí de la habitación. Deje todo ordenado, al llegar a las escaleras del segundo piso, abajo a mi padre y a Austin, él sonrió, le sonreí un poco, él se levantó inmediatamente para ayudarme a bajar las escaleras.

-Si Austin, es mejor que la ayudes, ayer sin saber se cayó por las escaleras, gracias a Dios no fue nada grave.- dujo sonriendo. Austin y yo fingimos una sonrisa mientras bajamos las escaleras.

-Bueno Señor, le vuelvo agradecer.- dijo Austin.

-No hay de que muchacho, eso sí cuídame a mi hija.- dijo mi padre sonriendo.
-Adiós padre.- le dije sin siquiera mirarlo y salí de la casa con Austin detrás de mí quien traía mi maleta. Subí al auto rápidamente, últimamente habían personas tomándonos fotos. Austin subió al auto y lo puso en marcha, yo coloqué mi cinturón de seguridad y me acomode en el asiento.


Luego de un rato en silencio Austin pronuncio algo.- ¿Lo verás cuando estemos allá?- abrí mis ojos, había tratado de no pensar en eso en el camino al aeropuerto, pero allí estaba él preguntándome por eso. No le respondí, es que el solo pensar en eso me asustaba, aunque quería verle no sé cómo reaccionaría ¿Cómo estará él? Es que bueno, han pasado casi dos años, que puedo decir. ¿Me amara aun? ¿Fabiana  le habrá aclarado todo al respecto de la boda? Mire de reojo a Austin quien conducía mientras esperaba una respuesta.- Solo quiero que sepas que…- continuó.- Te apoyare en las decisiones que tomes.- me sonrió. Asentí.
Sí, asentí, pero en realidad no sabía si iba a ir y correr a verle o solo lo vería por casualidad… o si lo iba a ver y él no me aceptaba. La última vez que hable con Fabiana… ella sonaba como si me ocultase algo.



Llegamos al aeropuerto, me mantuve un momento dentro del auto, cualquier persona que me viera pensaría que no quiero viajar, pero en realidad mi corazón estaba que se salía de mi pecho y solo por el hecho de que viajaría, vería a mi madre. Mis ojos se cristalizaron. Los vería a ellos… a todos…

-¿___?- me llamó. Parpadeé y lo miré. Le di una sonrisa.- Vamos, quiero sacarte de este infierno.- dijo sonriendo, sonreí, estar en la casa con mi padre era un infierno, pero… ¿Qué me esperaba en esa ciudad? Eso me preocupaba.

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