sábado, 18 de julio de 2015

CAPITULO 4

HISTORIAS



– ¿Es ella?– dijo una voz masculina  que yo podía reconocer. Había alguien allí con Fabiana.- ¿Quién es?- repitieron nuevamente detrás de la llamada. Era su voz. Era Justin.

-No le digas por favor…- dije tratando de calmarme. Aunque moría por hablar con él, por verlo, mi mente se llenó de recuerdos, mis sentimientos volvieron a donde antes, a él.

-No, es…- dijo Fabiana.

-¿HOLA? ¿¡___!?- dijo Justin al celular. Me quede en silencio escuchándolo. Los recuerdos pasaban ante mí. Era como si estuviese muriendo y todo pasara frente a mí, sus malas caras, sus sonrisas, sus ojos claros y aún más claros a la luz del sol.

-¡Deja!- escuche a Fabiana, de seguro le había quitado su celular, ella lo tomo de vuelta.- ¿Aló?

-¡Es injusto que no me permitas hablar con ella!- escuche que Justin dijo, aunque su tonó era de un gritó no es escucho tan fuerte al celular.- ¡¿A dónde vas?!- dijo él. Y solo escuche ruidos que no entendí de donde provenían, pero no lo escuche más a él. Me quede llorando en silencio.

-¿Aló? ¿___? soy yo, Fabiana.- dijo, pero no respondí, me quede en silencio. ¿Qué estaba haciendo? Justin odiaría a Fabiana por mi culpa.- ¿HOLA? ¿ESTAS ALLÍ?- dijo en voz alta. No respondí.

Colgué la llamada. No quería hablar. Quería estar a su lado, al lado de Justin. Quería ver a mi madre… quería ver a Fabiana. Deje el celular a un lado y me fui hasta la cama y me recosté, mientras cerraba mis ojos y trataba de detener las lágrimas, por alguna razón sentía muchas ganas de llorar, necesitaba si era posible gritar, me había mantenido fuerte en tanto tiempo que… tal vez escuchar su voz fue lo que faltaba para derrumbarme.

Llore abrazada a mi almohada, llore hasta que tuve que detenerme por no poder respirar. Llore hasta que el pecho me dolió, hasta que mis ojos dolían…

… llore hasta quedarme dormida.




*JUSTIN.*


-¿¡PERO DIME QUE TE HICE!?- dije ya alterado, Fabiana solo estaba callada ni siquiera me miraba.- ¿Me odias?- dije ya calmado.- ¿Por qué no me permitiste hablar con ella? ¿Por qué?

-Justin… tú… tú tienes a Susana.- me respondió sin mirarme y la vi secarse su mejilla con rabia.

-¿Y ESO QUE?

-¡¿Y ESO QUÉ?!- dijo y se puso de pie, se dio la vuelta y quedo frente a mí.- Que tú te has dado por vencido, que ya no necesitas a mi amiga ¡YA HICISTE TU VIDA!

-¡SABES QUE NO ES ASÍ!

-¡SE PERFECTAMENTE QUE SÍ!- me gritó.- ¡Lo sé desde el momento en que se volvió más seguido el que ella se quedara en esta maldita casa!- dijo y seco su mejilla.- No lo quería aceptar, pero el verte esa mañana saliendo de esa habitación me hizo quedar clara en todo…

-Fabiana…- dije tragando grueso.

-¡CALLATE!- me gritó.- Eh estado aquí por más de un año ¡más de un año! Tú tan siquiera se cumplió el año y te olvidaste de ___. ¡TE OLVIDASTE DE ELLA! Así que no vengas como si nada, a ti no te ha de importar ella.- Me miro amargamente.- No seas hipócrita.- dijo y me paso por un lado saliéndose de la habitación de Ryan y ella. Me tropezó el hombro, me quede allí quieto, sin decir nada. Ella tiro la puerta tras ella luego de salir.

Aun no entendía anoche ___ no me hablo cuando le quite el celular a Fabiana. Fruncí mi ceño, ahora sentía mi cuerpo arder. ¿Cómo se supone que me contactare con ___? Fabiana es la única que tiene contacto con ella y lamentablemente ella me hace sentir que he jodido todo.

La puerta de la habitación se abrió y me di la vuelta esperando que fuese Fabiana nuevamente.- Susana.- dije al verla, no era Fabiana. Tragué saliva. Vi en su cara que algo andaba mal. Baje la mirada.

-Creo que necesito una explicación…- dijo ella en voz baja.

-¿Desde hace cuánto estabas allí afuera?

-Eso no importa…- dijo en voz baja, su mirada demostraba nerviosismo, dolor y algo más que no lograba definir.- ¿Quién es ___?

-Susana yo…

-Dime.- dijo ella, y en su mirada resalto un poco de dolor.

-Tú no debiste haber escuchado nada.- dije mientras pasaba la mano por mi cabello.

-Pues para mí mala suerte escuche.- dijo ella y se mantuvo allí de pie, frente a mi.- Así que Justin Dime.

-Eso no importa ya…- dije bajando la mirada, aunque si importaba, pero no quería que Susana se enterara de todo.

-A mí sí me importa, si no quieres decírmelo tu… iré con esa chica que ahora sé que me odia y le preguntare cada detalle.

-No.- dije. Ella me miro.- ¿Qué quieres saber?

-¿Quién es ___?- me preguntó y apretó sus labios, lo sabía, ella estaba nerviosa y tenía miedo a la respuesta que yo le daría.

-___ es…- baje la mira un momento, suspire, la mire a los ojos.- ___ era mi novia, la mejor amiga de Fabiana…- tragué grueso. Ella abrió los ojos y tomo un respiró. Sus ojos estaban vidriosos.

-Dime todo…- me dijo. La mire sorprendido.

-No.

-¿Por qué no?

-Porque son cosas de las que no me gusta hablar.- dije mirándola. Vi pausadamente como una lágrima recorría su mejilla.

-¿Por qué no me has contado de ella en este tiempo que tenemos de novios?- dijo ella con su voz un poco quebrada.

-Me duele hablar sobre esto Susana.- dije y di un paso hacia ella, ella dio uno hacía atrás.- No te molestes…

-¿Qué no me moleste?- me dijo.- Eh estado como una tonta enamorándome de ti por cinco meses.- sus lágrimas salierón.- Y ahora me entero que tienes un amor que…

-Susana…

-¡Un amor que no logras superar!- me dijo y tapo sus cara, escuche como lloraba, así que camine rápidamente hacia ella y la abrace, aunque no sentía eso natural de mi hacia ella, yo, sentía la necesidad de que debía hacerlo.- ¡SUÉLTAME!- dijo.

-No lo hare.- le dije y la apreté más a mí, ella lloro.- No estés así Susana… no ha sucedido nada…

-¡¿No ha sucedido nada?!- dijo mirándome.- Escucharte hablar con Fabiana sobre cuanto quieres hablar con ella ¿eso es nada?

-Sé que no pero…

-¿Qué pasara conmigo cuando ella llegue Justin?- dijo llorando.

-Eso no es posible.- dije con la mirada abajo.

-Pero si lo fuera ¿Qué pasaría conmigo? ¿Con nosotros?- preguntó aun llorando y separada de mí.
No respondí. Ni yo mismo me había preguntado eso. Y es que no podía ver a ___ de vuelta, era difícil. Era extraño. Era… imposible. Pero si pasara, no sabría qué hacer, no sabría cómo reaccionar. -Es lo que pensé.- dijo Susana con una media sonrisa mirándome por mi silencio. Seco sus mejillas y se dio la vuelta saliendo de la habitación.

Reaccione. Parpadeé y la vi alejarse.- Susana espera.- dije y camine rápidamente hacia ella.- Detente.- dije mientras la abrazaba por detrás deteniéndola.- No me dejes. No lo hagas. Permanece conmigo.- dije. Aunque no sabía porque hacía esto… solo sabía que no quería estar solo, otra vez.



*___.*


-DOS SEMANAS DESPUÉS-

-¡Deja de decir estupideces!- reí.

-Es cierto…- dijo riendo.- La primera vez que te vi… pensé que te veías muy…

-¿Horrorosa?

-No, para nada.- rió mientras metía un panecillo a su boca.- Me pareciste muy linda, me dije a mi mismo que eras una chica relajada y que no te importaba el cabello, el maquillaje o vestirte bien.- su risa se amplió.- Y mírate ahora…

Lleve mis manos a mi pecho tratando de calmar la risa.- De verdad debo pedirte disculpas.- reí.- Ese día en realidad hice todo eso para no agradarte, para que fueras con tu padre y le dijeras que no querías casarte conmigo…- reí.

-Creo que has fallado en el intento.- rió con ganas.

-Lo eh notado.- reí. Suspire… y de un momento a otro deje de sonreír. Sentía nostalgia, a pesar de tenerlo a él allí frente a mi sonriendo, me sentía sola, necesitaba que me abrazaran, que él, Justin, me abrazara.


Desde el día en que él le había tomado el celular a Fabiana no había vuelto a llamar, quería saber de todos, pero tenía miedo, y miedo… no sé de qué.

-¡Hey!- dijo Austin. Le mire y el pasaba sus manos frente a mi.- ¿Ya has regresado?- asentí con una media sonrisa que pareció más una mueca.- ¿Me dirás ahora… que es lo que te pone así cada vez?- volví hacer una mueca.- Anda, creo que ya tenemos tiempo juntos, bueno semanas, y es bueno saber que te sucede cada vez que te vas… y regresas… así, triste.

-Es una larga historia.- dije suspirando. Tome un panecillo y lo lleve a mi boca. Agradecí que estuviéramos en el lugar de la plaza donde no había personas.

-Tengo tiempo para escucharla, vamos…- dijo animándome.

-Prométeme que tu actitud hacía mí no cambiara…- dije sin siquiera mirarlo.

-Lo prometo.- dijo sonriendo.- sería imposible que eso pasara.

-Bueno… tampoco quiero que le tomes rabia a mi padre…- baje más la mirada.

-¿Y eso por qué?

-Te contare toda mi historia Austin, del principio hasta el final.- él asintió. Lo mire y di un suspiro.- yo vivía a las horillas de Los Ángeles.- tragué saliva.- Era el lugar donde las personas adineradas y con buenos trabajos vivían. Nosotros no éramos tan adinerados, no como lo es mi padre ahora, pero si éramos felices, lo éramos. Las cosas pasaron muy rápido, conseguí nuevas amistades, vi a mi padre con su amante, me entere que mi madre lo sabía y aun así lo acepto. Luego ellos se separaron, mi padre se vino hacía acá a vivir con su amante. Eso fue algo drástico en mi vida, comencé a ir a fiestas, beber alcohol, drogarme…- lo miré, él no hizo mueca alguna.- en ese trayecto… conocí una persona…- baje más la mirada y seque rápidamente una lagrima que salía.- Esa persona… por más que trajera problemas con él… logro sacarme de los míos. Deje el alcohol, deje las fiestas, deje de consumir droga… él hizo de mi vida algo mejor…

-¿Tus padres siempre supieron eso?

-Nunca.- dije y lo mire un momento para luego continuar mirándome las manos.- Mi padres solamente sabían que faltaba a las clases de la universidad, solo eso.- trague saliva.- Al tiempo… ese chico y yo…- las lágrimas comenzaron a salir.- Lo siento.- dije comenzando a llorar mientras tapaba mi rostro con mis manos. Él solo se acercó más a mí y me abrazo.

-Está bien… está bien si quieres dejarlo hasta allí.- dijo. Negué con un movimiento de cabeza.- Bien entonces no me importa que llores mientras hablas… será una buena forma de desahogarte…- dijo frotando mi hombro.

Me calmé un poco para continuar.- Él era mi novio, tenía sus problemas, como cualquier joven.- o no tanto como cualquiera.- Pero así… lo amaba.- lloré.- Un día sucedió una tragedia.-  respire fuerte y trate de mantenerme fuerte.- abusaron de mi…

-¿___ Que estás diciendo?- dijo mirándome con lastima.

-Nadie lo sabía… solo él, sus amigos y mi amiga…  Ni mi madre ni mi padre lo saben, ahora tu…- baje la mirada.- No me mires con lastima… él me ayudo a superarlo, aunque aún duele…

-¿Qué paso con ese chico?

-Unos días después de haber superado eso…- sonreí sin ganas.- Mi padre regreso, dijo que me pondría disciplina, me trajo con el arrastras, y él… a él le dije que no fuera a la casa… que no quería nada con él, pero todo fue porque mi padre me había amenazado, si él iba a la casa lo metería a la cárcel…

-Tu padre no es lo que parece…

-Si.- acepté. Con la mirada abajo.- Ahora solo me utiliza para sus acciones empresariales… sonreí. Lo único bueno de esto es que te he conocido y por lo menos… a veces, solo a veces me haces olvidar todo lo malo por lo que estoy pasando.

-¿Y tu madre?

-Está en casa, le dije que regresaría algún día, aunque no logro borrar su mirada de dolor sobre mí.

-¿Aun lo amas cierto?- me pregunto mirándome a los ojos, sonreí a medias mientras asentía lentamente.

-También eh perdido un amor, a ella siempre la amare más que a nadie.- sonrió, sequé mis lágrimas y lo mire.

-Cuéntame tu historia…- le dije.

-Solo mi historia y la de ella.- me dijo sonriéndome.- Hace un año y nueve meses…

-Casi lo que llevo separada de…- dije pensando en voz alta.

-¿Si?-dijo y lo miré.

-Disculpa.- le dije. Él sonrió.

-Bueno hace un año y nueve meses que ella no está conmigo, en mi historia… mi padre también es el culpable de algo… pero trato de no pensar es eso.- suspiro.- Bueno, su nombre era Alessa, era hermosa, ella es la mujer que amare por encima de todo por siempre.- dijo sin dejar de sonreí.- tristemente un día…- dejo de sonreír.- Llego a la casa, espero en la sala, pero cerca estaba el despacho… mi padre y yo estábamos allí.- me miro.- Discutíamos porque no quería casarme con una chica.- me sonrió, sonreí.- Ella escucho. Cuando salí de despacho de mi padre hable con ella, pero ella comenzó a decir cosas sin coherencia, le suplique que se quedara y me esperara mientras buscaba mis cosas, me iría con ella a donde fuera.- sonrió.- mi padre…- suspiro.- él le dijo unas palabras, algo como que ella nunca sería aceptada por él y que no era digna de mí, le reprocho en su cara que era falta de dinero por la que él no la aceptaba, por más que… trate de mantenerla conmigo, ella solo me dijo que me amaba y que se quitaría de mi camino para que fuera feliz como mi padre lo quería, pero ella sabía que yo solo era feliz con ella. Así que se montó en su auto y partió de la casa, yo subí al mío, ella iba a distancia un poco lejos, su velocidad muy rápida. Tan rápida que no le dio tiempo de frenar en una curva, y se estrelló contra un camión. Estaba viva cuando los paramédicos llegaron, le dije que la amaba que todo estaría bien, ella estaba asustada.- mire su rostro, sus ojos estaban un poco rojos. Él continuó.- le prometí que saldríamos de esto, que la amaría siempre, pero en el camino… sus latidos dejaron de existir.- tragó saliva.- Ella murió, y todo por culpa de lo que estamos pasando ahora…

-Entonces por eso tú tampoco querías casarte conmigo…- le dije.

-No lo quiero… pero en realidad te quiero, no como novios o comprometidos como nos ven ahora, pero te quiero.- me dijo y me abrazo depositando un beso en mi cabello. Suspiro.- Bueno creo que ahora nos conocemos mejor.- sonrió, asentí.

-Ella… no estaría feliz con esto.- sonreí.

-En verdad a veces pienso que se llevarían muy bien como amigas.- dijo riendo.

-¿Tú crees?

-Estoy seguro.- dijo y sonreímos. Nos quedamos allí sentados en la banca, sonreí mientras pensaba en todas las cosas por la que habíamos pasado las últimas semanas.- Estoy pensado que…- guardo silencio.

-¿Qué?- le dije mirándolo a la cara.


-Me gustaría conocer a tu mamá.- me dijo sonriendo. Me quede paralizada.

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