HISTORIAS
– ¿Es
ella?– dijo una voz masculina que yo
podía reconocer. Había alguien allí con Fabiana.- ¿Quién es?- repitieron
nuevamente detrás de la llamada. Era su voz. Era Justin.
-No le
digas por favor…- dije tratando de calmarme. Aunque moría por hablar con él,
por verlo, mi mente se llenó de recuerdos, mis sentimientos volvieron a donde
antes, a él.
-No,
es…- dijo Fabiana.
-¿HOLA?
¿¡___!?- dijo Justin al celular. Me quede en silencio escuchándolo. Los
recuerdos pasaban ante mí. Era como si estuviese muriendo y todo pasara frente
a mí, sus malas caras, sus sonrisas, sus ojos claros y aún más claros a la luz
del sol.
-¡Deja!-
escuche a Fabiana, de seguro le había quitado su celular, ella lo tomo de
vuelta.- ¿Aló?
-¡Es
injusto que no me permitas hablar con ella!- escuche que Justin dijo, aunque su
tonó era de un gritó no es escucho tan fuerte al celular.- ¡¿A dónde vas?!-
dijo él. Y solo escuche ruidos que no entendí de donde provenían, pero no lo
escuche más a él. Me quede llorando en silencio.
-¿Aló?
¿___? soy yo, Fabiana.- dijo, pero no respondí, me quede en silencio. ¿Qué
estaba haciendo? Justin odiaría a Fabiana por mi culpa.- ¿HOLA? ¿ESTAS ALLÍ?-
dijo en voz alta. No respondí.
Colgué
la llamada. No quería hablar. Quería estar a su lado, al lado de Justin. Quería
ver a mi madre… quería ver a Fabiana. Deje el celular a un lado y me fui hasta
la cama y me recosté, mientras cerraba mis ojos y trataba de detener las
lágrimas, por alguna razón sentía muchas ganas de llorar, necesitaba si era
posible gritar, me había mantenido fuerte en tanto tiempo que… tal vez escuchar
su voz fue lo que faltaba para derrumbarme.
Llore
abrazada a mi almohada, llore hasta que tuve que detenerme por no poder
respirar. Llore hasta que el pecho me dolió, hasta que mis ojos dolían…
… llore
hasta quedarme dormida.
*JUSTIN.*
-¿¡PERO
DIME QUE TE HICE!?- dije ya alterado, Fabiana solo estaba callada ni siquiera
me miraba.- ¿Me odias?- dije ya calmado.- ¿Por qué no me permitiste hablar con
ella? ¿Por qué?
-Justin…
tú… tú tienes a Susana.- me respondió sin mirarme y la vi secarse su mejilla
con rabia.
-¿Y ESO
QUE?
-¡¿Y ESO
QUÉ?!- dijo y se puso de pie, se dio la vuelta y quedo frente a mí.- Que tú te
has dado por vencido, que ya no necesitas a mi amiga ¡YA HICISTE TU VIDA!
-¡SABES
QUE NO ES ASÍ!
-¡SE
PERFECTAMENTE QUE SÍ!- me gritó.- ¡Lo sé desde el momento en que se volvió más
seguido el que ella se quedara en esta maldita casa!- dijo y seco su mejilla.-
No lo quería aceptar, pero el verte esa mañana saliendo de esa habitación me
hizo quedar clara en todo…
-Fabiana…-
dije tragando grueso.
-¡CALLATE!-
me gritó.- Eh estado aquí por más de un año ¡más de un año! Tú tan siquiera se
cumplió el año y te olvidaste de ___. ¡TE OLVIDASTE DE ELLA! Así que no vengas
como si nada, a ti no te ha de importar ella.- Me miro amargamente.- No seas
hipócrita.- dijo y me paso por un lado saliéndose de la habitación de Ryan y
ella. Me tropezó el hombro, me quede allí quieto, sin decir nada. Ella tiro la
puerta tras ella luego de salir.
Aun no
entendía anoche ___ no me hablo cuando le quite el celular a Fabiana. Fruncí mi
ceño, ahora sentía mi cuerpo arder. ¿Cómo se supone que me contactare con ___?
Fabiana es la única que tiene contacto con ella y lamentablemente ella me hace
sentir que he jodido todo.
La
puerta de la habitación se abrió y me di la vuelta esperando que fuese Fabiana
nuevamente.- Susana.- dije al verla, no era Fabiana. Tragué saliva. Vi en su
cara que algo andaba mal. Baje la mirada.
-Creo
que necesito una explicación…- dijo ella en voz baja.
-¿Desde
hace cuánto estabas allí afuera?
-Eso no
importa…- dijo en voz baja, su mirada demostraba nerviosismo, dolor y algo más
que no lograba definir.- ¿Quién es ___?
-Susana
yo…
-Dime.-
dijo ella, y en su mirada resalto un poco de dolor.
-Tú no
debiste haber escuchado nada.- dije mientras pasaba la mano por mi cabello.
-Pues
para mí mala suerte escuche.- dijo ella y se mantuvo allí de pie, frente a mi.-
Así que Justin Dime.
-Eso no
importa ya…- dije bajando la mirada, aunque si importaba, pero no quería que
Susana se enterara de todo.
-A mí sí
me importa, si no quieres decírmelo tu… iré con esa chica que ahora sé que me
odia y le preguntare cada detalle.
-No.-
dije. Ella me miro.- ¿Qué quieres saber?
-¿Quién
es ___?- me preguntó y apretó sus labios, lo sabía, ella estaba nerviosa y
tenía miedo a la respuesta que yo le daría.
-___
es…- baje la mira un momento, suspire, la mire a los ojos.- ___ era mi novia,
la mejor amiga de Fabiana…- tragué grueso. Ella abrió los ojos y tomo un
respiró. Sus ojos estaban vidriosos.
-Dime
todo…- me dijo. La mire sorprendido.
-No.
-¿Por
qué no?
-Porque
son cosas de las que no me gusta hablar.- dije mirándola. Vi pausadamente como
una lágrima recorría su mejilla.
-¿Por
qué no me has contado de ella en este tiempo que tenemos de novios?- dijo ella
con su voz un poco quebrada.
-Me
duele hablar sobre esto Susana.- dije y di un paso hacia ella, ella dio uno
hacía atrás.- No te molestes…
-¿Qué no
me moleste?- me dijo.- Eh estado como una tonta enamorándome de ti por cinco
meses.- sus lágrimas salierón.- Y ahora me entero que tienes un amor que…
-Susana…
-¡Un
amor que no logras superar!- me dijo y tapo sus cara, escuche como lloraba, así
que camine rápidamente hacia ella y la abrace, aunque no sentía eso natural de
mi hacia ella, yo, sentía la necesidad de que debía hacerlo.- ¡SUÉLTAME!- dijo.
-No lo
hare.- le dije y la apreté más a mí, ella lloro.- No estés así Susana… no ha
sucedido nada…
-¡¿No ha
sucedido nada?!- dijo mirándome.- Escucharte hablar con Fabiana sobre cuanto
quieres hablar con ella ¿eso es nada?
-Sé que
no pero…
-¿Qué
pasara conmigo cuando ella llegue Justin?- dijo llorando.
-Eso no
es posible.- dije con la mirada abajo.
-Pero si
lo fuera ¿Qué pasaría conmigo? ¿Con nosotros?- preguntó aun llorando y separada
de mí.
No
respondí. Ni yo mismo me había preguntado eso. Y es que no podía ver a ___ de
vuelta, era difícil. Era extraño. Era… imposible. Pero si pasara, no sabría qué
hacer, no sabría cómo reaccionar. -Es lo
que pensé.- dijo Susana con una media sonrisa mirándome por mi silencio. Seco
sus mejillas y se dio la vuelta saliendo de la habitación.
Reaccione.
Parpadeé y la vi alejarse.- Susana espera.- dije y camine rápidamente hacia
ella.- Detente.- dije mientras la abrazaba por detrás deteniéndola.- No me
dejes. No lo hagas. Permanece conmigo.- dije. Aunque no sabía porque hacía
esto… solo sabía que no quería estar solo, otra vez.
*___.*
-DOS
SEMANAS DESPUÉS-
-¡Deja
de decir estupideces!- reí.
-Es
cierto…- dijo riendo.- La primera vez que te vi… pensé que te veías muy…
-¿Horrorosa?
-No,
para nada.- rió mientras metía un panecillo a su boca.- Me pareciste muy linda,
me dije a mi mismo que eras una chica relajada y que no te importaba el
cabello, el maquillaje o vestirte bien.- su risa se amplió.- Y mírate ahora…
Lleve
mis manos a mi pecho tratando de calmar la risa.- De verdad debo pedirte
disculpas.- reí.- Ese día en realidad hice todo eso para no agradarte, para que
fueras con tu padre y le dijeras que no querías casarte conmigo…- reí.
-Creo
que has fallado en el intento.- rió con ganas.
-Lo eh
notado.- reí. Suspire… y de un momento a otro deje de sonreír. Sentía
nostalgia, a pesar de tenerlo a él allí frente a mi sonriendo, me sentía sola,
necesitaba que me abrazaran, que él, Justin, me abrazara.
Desde el
día en que él le había tomado el celular a Fabiana no había vuelto a llamar,
quería saber de todos, pero tenía miedo, y miedo… no sé de qué.
-¡Hey!-
dijo Austin. Le mire y el pasaba sus manos frente a mi.- ¿Ya has regresado?-
asentí con una media sonrisa que pareció más una mueca.- ¿Me dirás ahora… que
es lo que te pone así cada vez?- volví hacer una mueca.- Anda, creo que ya
tenemos tiempo juntos, bueno semanas, y es bueno saber que te sucede cada vez
que te vas… y regresas… así, triste.
-Es una
larga historia.- dije suspirando. Tome un panecillo y lo lleve a mi boca.
Agradecí que estuviéramos en el lugar de la plaza donde no había personas.
-Tengo
tiempo para escucharla, vamos…- dijo animándome.
-Prométeme
que tu actitud hacía mí no cambiara…- dije sin siquiera mirarlo.
-Lo
prometo.- dijo sonriendo.- sería imposible que eso pasara.
-Bueno…
tampoco quiero que le tomes rabia a mi padre…- baje más la mirada.
-¿Y eso
por qué?
-Te
contare toda mi historia Austin, del principio hasta el final.- él asintió. Lo
mire y di un suspiro.- yo vivía a las horillas de Los Ángeles.- tragué saliva.-
Era el lugar donde las personas adineradas y con buenos trabajos vivían.
Nosotros no éramos tan adinerados, no como lo es mi padre ahora, pero si éramos
felices, lo éramos. Las cosas pasaron muy rápido, conseguí nuevas amistades, vi
a mi padre con su amante, me entere que mi madre lo sabía y aun así lo acepto.
Luego ellos se separaron, mi padre se vino hacía acá a vivir con su amante. Eso
fue algo drástico en mi vida, comencé a ir a fiestas, beber alcohol, drogarme…-
lo miré, él no hizo mueca alguna.- en ese trayecto… conocí una persona…- baje
más la mirada y seque rápidamente una lagrima que salía.- Esa persona… por más
que trajera problemas con él… logro sacarme de los míos. Deje el alcohol, deje
las fiestas, deje de consumir droga… él hizo de mi vida algo mejor…
-¿Tus
padres siempre supieron eso?
-Nunca.-
dije y lo mire un momento para luego continuar mirándome las manos.- Mi padres
solamente sabían que faltaba a las clases de la universidad, solo eso.- trague
saliva.- Al tiempo… ese chico y yo…- las lágrimas comenzaron a salir.- Lo
siento.- dije comenzando a llorar mientras tapaba mi rostro con mis manos. Él
solo se acercó más a mí y me abrazo.
-Está
bien… está bien si quieres dejarlo hasta allí.- dijo. Negué con un movimiento
de cabeza.- Bien entonces no me importa que llores mientras hablas… será una
buena forma de desahogarte…- dijo frotando mi hombro.
Me calmé
un poco para continuar.- Él era mi novio, tenía sus problemas, como cualquier
joven.- o no tanto como cualquiera.- Pero así… lo amaba.- lloré.- Un día
sucedió una tragedia.- respire fuerte y
trate de mantenerme fuerte.- abusaron de mi…
-¿___
Que estás diciendo?- dijo mirándome con lastima.
-Nadie
lo sabía… solo él, sus amigos y mi amiga…
Ni mi madre ni mi padre lo saben, ahora tu…- baje la mirada.- No me
mires con lastima… él me ayudo a superarlo, aunque aún duele…
-¿Qué
paso con ese chico?
-Unos
días después de haber superado eso…- sonreí sin ganas.- Mi padre regreso, dijo
que me pondría disciplina, me trajo con el arrastras, y él… a él le dije que no
fuera a la casa… que no quería nada con él, pero todo fue porque mi padre me
había amenazado, si él iba a la casa lo metería a la cárcel…
-Tu
padre no es lo que parece…
-Si.-
acepté. Con la mirada abajo.- Ahora solo me utiliza para sus acciones
empresariales… sonreí. Lo único bueno de esto es que te he conocido y por lo
menos… a veces, solo a veces me haces olvidar todo lo malo por lo que estoy
pasando.
-¿Y tu
madre?
-Está en
casa, le dije que regresaría algún día, aunque no logro borrar su mirada de
dolor sobre mí.
-¿Aun lo
amas cierto?- me pregunto mirándome a los ojos, sonreí a medias mientras
asentía lentamente.
-También
eh perdido un amor, a ella siempre la amare más que a nadie.- sonrió, sequé mis
lágrimas y lo mire.
-Cuéntame
tu historia…- le dije.
-Solo mi
historia y la de ella.- me dijo sonriéndome.- Hace un año y nueve meses…
-Casi lo
que llevo separada de…- dije pensando en voz alta.
-¿Si?-dijo
y lo miré.
-Disculpa.-
le dije. Él sonrió.
-Bueno
hace un año y nueve meses que ella no está conmigo, en mi historia… mi padre
también es el culpable de algo… pero trato de no pensar es eso.- suspiro.-
Bueno, su nombre era Alessa, era hermosa, ella es la mujer que amare por encima
de todo por siempre.- dijo sin dejar de sonreí.- tristemente un día…- dejo de
sonreír.- Llego a la casa, espero en la sala, pero cerca estaba el despacho… mi
padre y yo estábamos allí.- me miro.- Discutíamos porque no quería casarme con
una chica.- me sonrió, sonreí.- Ella escucho. Cuando salí de despacho de mi
padre hable con ella, pero ella comenzó a decir cosas sin coherencia, le
suplique que se quedara y me esperara mientras buscaba mis cosas, me iría con
ella a donde fuera.- sonrió.- mi padre…- suspiro.- él le dijo unas palabras,
algo como que ella nunca sería aceptada por él y que no era digna de mí, le
reprocho en su cara que era falta de dinero por la que él no la aceptaba, por
más que… trate de mantenerla conmigo, ella solo me dijo que me amaba y que se
quitaría de mi camino para que fuera feliz como mi padre lo quería, pero ella
sabía que yo solo era feliz con ella. Así que se montó en su auto y partió de
la casa, yo subí al mío, ella iba a distancia un poco lejos, su velocidad muy
rápida. Tan rápida que no le dio tiempo de frenar en una curva, y se estrelló
contra un camión. Estaba viva cuando los paramédicos llegaron, le dije que la
amaba que todo estaría bien, ella estaba asustada.- mire su rostro, sus ojos
estaban un poco rojos. Él continuó.- le prometí que saldríamos de esto, que la
amaría siempre, pero en el camino… sus latidos dejaron de existir.- tragó saliva.-
Ella murió, y todo por culpa de lo que estamos pasando ahora…
-Entonces
por eso tú tampoco querías casarte conmigo…- le dije.
-No lo
quiero… pero en realidad te quiero, no como novios o comprometidos como nos ven
ahora, pero te quiero.- me dijo y me abrazo depositando un beso en mi cabello.
Suspiro.- Bueno creo que ahora nos conocemos mejor.- sonrió, asentí.
-Ella…
no estaría feliz con esto.- sonreí.
-En
verdad a veces pienso que se llevarían muy bien como amigas.- dijo riendo.
-¿Tú
crees?
-Estoy
seguro.- dijo y sonreímos. Nos quedamos allí sentados en la banca, sonreí
mientras pensaba en todas las cosas por la que habíamos pasado las últimas
semanas.- Estoy pensado que…- guardo silencio.
-¿Qué?-
le dije mirándolo a la cara.
-Me
gustaría conocer a tu mamá.- me dijo sonriendo. Me quede paralizada.
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