viernes, 31 de julio de 2015

CAPITULO 7

ESTOY AQUÍ

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–Lo sé…– dije con la mirada en mis manos.

–Todo saldrá bien. – me dijo sonriendo. Sonreí nerviosa.

Luego de un momento estábamos casi al frente de la casa de los chicos. Suspire y marque el número de Fabiana. Sonreí cuando contesto. – Pensé que tardarías más en llamar. – dijo.

–Pues me eh apresurado. – le respondí. – Hey… te eh enviado algo… es de una cosa de envíos rápidos, ya debe estar por llegarte. – sonreí.

– ¿En serió?– preguntó.

–Sí, me dijeron que llegaría a esta hora. – sonreí. Abrí la puerta del auto y baje, no la cerré, no iba hacer que sospechara tan pronto. – Si no llega podrías marcarme y avisarme para hacer el reclamo.

–Vale, estaré al pendiente en la puerta. – dijo emocionada. Sonreí. Colgué la llamada, Austin se había quedado lejos de la casa, no mucho, pero si donde el auto no se viera. Así que camine rápidamente hasta llegar a la casa. Mire detrás donde se encontraba Austin quien subió su pulgar deseándome suerte. Asentí y toque el timbre de la casa.

Espere pacientemente a que abrieran la puerta. – Pues es verdad chicos al parecer a llegado. – escuche la voz de Fabiana. Me estremecí, me estaban atacando los nervios. La puerta se abrió. Yo que me encontraba de espaldas me gire para verle. Sonreí. Su grito se escuchó. – ¡OH MY GOD!– gritó y se lanzó a mí abrazándome. Comenzó a llorar y no pude evitar hacerlo también, era mi mejor amiga, la extrañaba. – Eres una perra por no avisarme. – dijo llorando y apretándome más a ella.

–Te extrañé. – le dije.

–Te extrañe también. – respondió alterada llorando. Reí.

–Cálmate ya, te dará algo. – le dije y seque sus lágrimas, ella me volvió abrazar.

– ¿Qué sucede?– escuche la voz masculina. Fabiana se hizo a un lado un poco y logré ver a Ryan con su rostro un poco preocupado. – ¿___?– dijo sorprendido y su rostro se relajó, pero continuó sorprendido.

–Hola…– dije apenada y le sonreí encogiéndome de hombros.

– ¿Cómo es que estas aquí?– me preguntó Fabiana, la miré. – Pasa, pasa. – Me dijo sin dejar que le contestara.

Pase frente de ella y salude a Ryan lo abrace, él también me devolvió el abrazo. Fabiana quien venía tras de mi me hizo pasar completamente hasta quedar frente a la sala. Los chicos me miraron sorprendidos, yo los salude con un movimiento de mano. – Dime ¿Cómo es que estas aquí?– me preguntó ella aun con lágrimas en su rostro pero sonriendo.

–Yo… me eh escapado…– dije, si era un escape, aunque le habíamos dicho a mi padre a donde iríamos, habíamos olvidado decirle que no regresaríamos, al menos yo no. Y Austin se iría a Korea del Norte.

Todos me miraron sorprendidos. – Quítate los lentes. – me dijo Fabiana quitándome los lentes y haciéndome el cabello a un lado. Quise detenerla pero no pude. – Oh… por Dios…– dijo al verme y tapo su boca. La mire nerviosa.

–No es nada. – le sonreí. Los chicos me miraron. – De verdad… no es nada. – trate de guardar mi calma.

–Estás herida. – dijo Fabiana mientras me abrazaba llorando.

–Estoy bien Fabi. – le dije tragándome el nudo en la garganta. – No es nada en verdad.

– ¿Quién te hizo eso?– me preguntó Ryan como si estuviera molesto. Fabiana se separó de mi esperando una respuesta igual que los demás chicos que solo miraban con atención.

–No es nada de verdad. – dije un poco incomoda y acomodándome el cabello nuevamente para que cubriera un poco el morado de mi mejilla.

–Fue el desgraciado de tu padre, ¿cierto?– dijo Fabiana.

– ¿Eso es verdad?

–Chicos…– mordí mi labio inferior. – Lo que importa es que estoy acá…– me encogí de hombros y mostré una pequeña sonrisa.

– ¿Chicos por qué tanto alboroto?– escuche otra voz masculina que aún no estaba allí, mi corazón latía demasiado rápido, sentía que se saldría de mi pecho.

Mire a los chicos, Ryan miro a Fabiana preocupado, los chicos también hicieron gesto de preocupación. Vi como él chico alto de cabello claro se acercaba entre los chicos. Llegó frente a mí rápidamente y se dio de cuenta que era yo. Se quedó quieto, con sus ojos bien abiertos, había cambiado en el último año, casi ya dos años… No dijo nada, solo se quedó mirándome.

–Justin. – dije yo dando un paso hacia él con una pequeña sonrisa. El frunció el ceño y dio un paso hacia atrás. Me quede quieta, mi respiración se detuvo. Tragué saliva, mi sonrisa había desaparecido.

–Justin, ___ vino a verte. – escuche que dijo Fabiana.

–Justin…– le llame nuevamente.

– ¿Qué?– me dijo con su mandíbula tensa.

– ¿Cómo que qué?– le dije. – Estoy aquí. – dije y trate de sonreírle.

–Justin…– lo llamo una voz femenina. –Gatito. – Me gire a ver de dónde provenía la voz. Una imagen apareció frente a mí, una chica morena, un poco alta, cabello rizado, y un poco esbelta... paso frente a mi directo a Justin. – Regrese. – le dijo y lo abrazo. Mi respiración sentí que no volvía, escuche el sonido ensordecedor de mi corazón rompiéndose. La vi depositarle un casto beso en los labios.

– ¿Gatito?– susurré con mi ceño fruncido. Lleve mis manos a mi pecho y luego hice mi cabello hacía atrás para poder respirar. Me sentía ahogada.

– ¿Qué sucede?– dijo ella sonriendo y aun abrazándolo. Lo miré. Su rostro cambio un poco, a sorpresa ¿por qué? Porque vio mis morados al igual que los demás, ¿por eso?

Me di la vuelta viendo a Fabiana y Ryan. Fabiana me miró con tristeza, Ryan… Ryan se mostraba preocupado. Di un paso, luego otro, luego salí de la casa y comencé a caminar rápido en busca de aire. Vi el auto de Austin más cerca, mis lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. Necesitaba aire. – Aire…– dije y vi correr a Austin hacía mí.

Me tomó antes de caer al suelo completamente. Me mantuve de rodillas tratando de conseguir aire. Estire mis brazos para guindarme de su cuello. Tome una bocanada de aire pero no pasaba a mis pulmones. No podía respirar, el pecho me dolía. – ¿Estas bien?– dijo preocupado mirándome.

–Sácame. – le dije, jalé mi camisa un poco tratando de respirar. – Sácame de aquí. – lloré. – Llévame. – le hale la camiseta. Estaba desesperada, quería irme. Necesitaba respirar y no podía. Sentí un gran dolor en el pecho que hizo que me dolieran hasta los oídos.




*JUSTIN.*


Escuche algo de ruido en la sala así que salí de mi habitación y baje hasta la sala, fruncí mi ceño al verlos a todos reunidos en un mismo lugar. Sin mirar por encima de ellos camine, pase entre ellos rápidamente y levante la mirada tranquilamente para ver a… ___. Abrí mis ojos, mi corazón se detuvo un momento. ¿Qué hacía ella aquí? La mire completamente.

–Justin. – dijo ella dando un paso hacia mí y dándome una pequeña sonrisa. Inmediatamente di un paso atrás. Estaba tratando de entender que estaba pasando.

–Justin, ___ vino a verte. – susurró Fabiana.

–Justin. – volvió a decir mi nombre.

– ¿Qué?– le respondí. Estaba enojado, molesto, muy molesto, ella estaba comprometida con otro hombre. Me había traicionado.

– ¿Cómo que qué?– me dijo. – Estoy aquí. – dijo y trato de sonreírme.

–Justin…– me llamo una voz que reconocía. –Gatito. – Me gire a ver dónde estaba Susana. Venía en dirección a mí. –Regrese. – me dijo y me abrazo y luego me dio un corto beso en los labios.

– ¿Gatito?– susurró ___ con el ceño fruncido mirándome. No podía dejar de mirarla aunque Susana estuviese allí.  Ella llevo sus manos a su pecho y rápidamente a su cabello haciendo hacía atrás y respirando profundamente. Deje de estar molesto y me volví preocupado cuando vi la herida en su ceja y el morado en su mejilla. ¿Qué le había pasado?

– ¿Qué sucede?– dijo Susana a mi lado aun abrazándome.

___ se dio la vuelta y comenzó a caminar salió de la casa, solté a Susana haciéndola a un lado y fui tras ___ para verle. Fabiana lloraba mientras Ryan la abrazaba, todos veíamos lo que pasaba desde la puerta de la casa. Ella comenzó a llorar y con su mano hacia un movimiento como si se echara aire. Camino tan rápido en dirección a un auto, pero le faltó como un metro para llegar cuando un chico bajo corriendo de auto y se dirigió a ella. Ella cayó de rodillas, él la tomo por los brazos alzándola para levantarla, ella estiro sus brazos para agarrarse de él, fue cuando sentí mi corazón herirse al ver que sus golpes no eran solo en la cara, su camiseta se había subido y había dejado a mi vista su espalda, su espalda herida llena de morados y marcas. Di dos pasos hacia adelante. Vi al chico preguntarle algo a ella. Ella haló su camiseta llorando. Él la sostuvo entre sus brazos, ella dejo caer sus brazos a los lados.

No me moví, no sabía que me pasaba, era ella, era ___, estaba aquí. Fabiana gritó y junto a Ryan salieron corriendo hacia ella. Sentí que uno de los chicos me tropezó, también corrieron hacia donde estaban ellos. Pude ver el cuerpo de ___ desvanecido, sus brazos guindando a los lados, sus ojos cerrados.

– ¡¿JUSTIN?!– dijo Susana frente a mí, me tomó el brazo con un poco de fuerza mientras me llamaba otra vez. – ¡HEY! ¡¿JUSTIN?!– parpadeé y la mire. – ¿Dime que sucede?– dijo preocupada. No supe responderle, mi cuerpo se había quedado bloqueado.

Vi a Fabiana tirada en el suelo llorando mientras Ryan trataba de calmarla, el chico que tenía a ___ en sus brazos lloraba. Dijo algo que no logre escuchar que hizo que Fabiana se levantara del suelo rápidamente. Ryan corrió hasta el auto que estaba allí y se montó. Fabiana abrió la puerta de atrás y el chico metió ___ allí. Fabiana subió atrás. El chico subió adelante y las llantas del auto chillaron en el asfalto. Se marcharon a toda velocidad.

–Justin amor… ¿Qué acaba de suceder?– me dijo Susana tomándome la cara. Me fije en los ojos chicos que se fueron en los autos. – Dime que acaba de suceder.

No le dije nada. Solo la abracé. Estaba asustado, no sabía qué hacer. Me sentía mal. ___ estaba inconsciente… –Susana…– dije.

–Necesito que me digas que está pasando aquí Justin. – dijo ella. No le respondí. Deje de abrazarla y corrí hasta mi auto, lo encendí y lo puse en marcha. Los alcanzaría, tenía que ver a donde la llevaban.




*___.*


Tome una bocanada de aire y comencé a toser, abrí mis ojos mientras inevitablemente comenzaban a salir las lágrimas de mis ojos. – ¡___! ¿Estás bien?– preguntó Austin, lo mire, se encontraba en el asiento de adelante, me fije a su lado, estaba Ryan conduciendo, me senté y mire a mi lado izquierdo donde se encontraba Fabiana.

–Detén el auto. – dije aun llorando. – ¡DETENLO!– grite mientras lloraba. El auto se detuvo y baje inmediatamente.

Tras de mí se bajó Austin. – ¿Qué pasa? ___ te llevaremos al hospital.

Escuche la puerta tras de mí, Ryan y Fabiana se habían bajado del auto. – ___ ¿te sientes bien?– me preguntó Fabiana.

–Ni siquiera me hables. – le dije mirándola de mala manera.

–Pero ___... ¿Qué pasa?

– ¡PASA QUE ERES UNA HIPOCRITA!– grite. – ¡¿NO PUDISTE CONTARME QUE ÉL ESTABA CON OTRA?!– dije tomándome mi pecho.

– ¿Qué?– dijo Austin.

–Sí. – dije volteándome a mirarlo y llorando más.

–Pero como…– él los miro a todos.

–Austin no me dijeron nada. – me lancé a sus brazos a llorar más.

–___ perdóname, de verdad. – Escuche que dijo Fabiana. Al mismo tiempo llego otro auto al lugar. Se detuvo en medio de la calle. Mire a Fabiana.

– ¡Eres una falsa! ¡CONFIÉ EN TI!– le grite. – ¡DEBISTE HABLAR CON ÉL!– llore más. – ¡Ni siquiera pudiste explicarle todo a Justin, decirle por lo que yo estaba pasando! ¡ESTOY PASANDO!– recalqué.

–___ no es su culpa…– hablo Ryan.

– ¡PUES LO ES! A ella fue a quien le dije, le dije que le dijera a Justin…– toqué mi pecho que dolía. – Ni siquiera pudiste decirme que él ya tenía a otra persona. – le dije mirándola a los ojos. Ella estaba llorando, se giró abrazar a Ryan.

–___ deberías…       

–Creo que debemos regresar y tener la boda Austin. – le dije mirándolo a los ojos mientras lloraba. Pase por su lado y subí al auto cerrando la puerta con fuerza.




*JUSTIN.*


Baje del auto inmediatamente al verlos a todos detenidos allí.

– ¡Eres una falsa! ¡CONFIÉ EN TI!– Le gritó ___ a Fabiana. – ¡DEBISTE HABLAR CON ÉL!– lloró. – ¡Ni siquiera pudiste explicarle todo a Justin, decirle por lo que yo estaba pasando! ¡ESTOY PASANDO!– gritó ___.

–___ no es su culpa…– interrumpió Ryan.

– ¡PUES LO ES! A ella fue a quien le dije, le dije que le dijera a Justin…– Tocó su pecho con dolor mientras lloraba. – Ni siquiera pudiste decirme que él ya tenía a otra persona. – le dijo ___ y rompió en llanto. Vi a Fabiana también llorar y abrazar a Ryan.

Entonces ellos sabían lo que estaba pasando al menos con ___...

–___ deberías…– dijo el chico al lado de ___.

–Creo que debemos regresar y tener la boda Austin. – dijo ella interrumpiéndolo mientras lloraba. Pasó por su lado y se subió al auto.

Entonces este chico, Austin… él era su prometido. ¿Por qué carajos la trajo hasta aquí?– ¡___!– grite y camine hacia ellos. El chico me miro y luego miro dentro del auto. – ¡___ ESPERA!– grite y me apresuré. Pase entre ellos y me encontré con el chico.

–Si solo la vas a lastimar más entonces retrocede, no lo permitiré, no dejaré que la lastimes más. – me dijo. Me quede quieto en mi lugar. ¿Por qué este chico me hablaba así?

–Déjame. – le dije y di un paso pero él se atravesó más.

–Ya te eh dicho, solo la lastimas, creo que obtuvo bastante por hoy…– me dijo, lo miré. Si, ella había obtenido bastante, pero yo también lo había obtenido en el tiempo que había pasado.

– ¡___!– le grite sin poder pasar hacia ella.

–Detente. – dijo el chico.

–Déjalo. – Escuche que ella dijo. Él se dio la vuelta, ella salió del auto secándose sus lágrimas. Levanto su rostro y me miro, pude visualizar más los morados en su rostro y la herida en su ceja. Tragué saliva.

El chico se hizo a un lado y pase hasta donde estaba ___. Me acerque a ella, no mucho pero si lo suficiente para poder verle a los ojos. Sus mejillas continuaban humedeciéndose y yo sentía unas ganas inmensas de abrazarla.

–___ yo…– comenté. – No sabía que vendrías, discúlpame…

–Discúlpame tu Justin. – dijo sin siquiera mirarme, solo mirando al suelo. – Eh venido sin avisar, sin ser invitada, entiendo que tengas hecha tu vida. – Vi sus lágrimas caer. – No pretendo venir a cambiarla. – Apretó sus labios y continuó. – Me alegra que estés bien, ahora debo irme. – dijo dándose la vuelta.

–Detente. – le dije y la sostuve por el brazo. Ella me miro por encima de su hombro sin darse la vuelta completamente. – Te ibas a casar… ¿Qué querías que hiciera?

–Estuve como en un secuestro por parte de mi padre todo este tiempo Justin. – me respondió con voz fría. – Pudiste al menos buscarme…– bajo la mirada. – Al parecer Fabiana no te dijo nada. – se soltó de mi brazo. – Que seas feliz con ella. – me dijo. – Austin vámonos. – Dijo sin mirar atrás. Me quede paralizado. El chico me paso por un lado rodeó el auto y se subió, lo encendió, mire el auto, ¿en verdad estaba pasando esto? El auto se puso en marcha.

Solo escuche el auto acelerar, y luego se escuchaba solamente el murmulló de los chicos y el llanto de Fabiana.




*___.*

– ¿De verdad tienes que irte?– me preguntó mi madre, asentí tratando de ser fuerte y no llorar frente a ella.

–Debo terminar los arreglos de la boda. – le sonreí con mis ojos cristalizados. Ni siquiera había tomado mi maleta, eso solo contenía ropa que mi padre no me permitía usar.

– ¿Regresaras pronto?– me preguntó. Asentí sonriéndole aunque me estaba quemando de dolor por dentro. – Cuídala…– le dijo mi madre a Austin.

–Como si fuese mi corazón…– dijo él sonriendo. Sonreí para mí misma. Terminaría casada con él, lo quería como un amigo pero… tendríamos que casarnos…

–Te amo mamá. – le dije abrazándola. – Te veré pronto. – le dije sonriéndole.

–Te amo mi niña. – dijo sin dejar de abrazarme. – si puedes invítame a tu boda.

–Tratare de hacer lo posible para invitarla. – le dijo Austin. Mi madre sonrió. Me soltó y lo abrazo a él. – Hasta luego Lily. – dijo él mientras la abrazaba.

–Dios los bendiga a los dos. – Dijo mi madre. Se despidió de nosotros e inmediatamente salimos de la casa.

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