miércoles, 16 de septiembre de 2015

CAPITULO 20

TU ERES MI FUERZA





Como era temprano decidí bajar a la sala donde de seguro estaban los chicos y Fabiana, salí de la habitación y camine por el corto pasillo en silencio, baje las escaleras y no había nadie en la sala pero escuche unos murmullos en la cocina, camine hasta allí y vi a Ryan quejarse mientras Fabiana intentaba limpiarle la herida del brazo.

Sonreí y entre completamente al lugar. – Buenos días, chicos. – dije mirándolos.

–Hola…– dijo Fabiana sonriéndome.

–Hola linda. – dijo Ryan saludándome con su brazo izquierdo mientras mantenía abajo el derecho. – ¿Está todo bien? – Me pregunto y asentí. – ¿Dónde está?

–Recién se despertó está en el baño. – dije y me acerque más a ellos. – ¿Es muy profunda la herida? – le pregunte.

–Fue solo un roce. – dijo sonriendo.

– ¿Te ayudo? – le pregunte a Fabiana mientras la veía limpiarlo con mucho miedo, ella inmediatamente asintió y me dio las gasas y el agua.

– ¿Sabes de esto?

–Si…– dije y humedecí la gasa y la pase sin lastima por la herida. Él se quejó. – Si no lo hago así se te puede infectar y no quieres eso. – dije y pase otra gasa, él se quejaba pero soportó, termine de limpiarlo, le aplique una crema y le coloque unas gasas encima, finalmente lo vendé. Él me sonrió.
–Gracias. – me dijo. Le sonreí. Fabiana recogió las cosas de la mesa y él que se encontraba sentado allí encima se abajo.

Me quede de pie mientras veía a Fabiana cocinar algo de desayuno, sonreí para mí misma. –  ¡Justin! – escuche la voz de una chica en tono de sorpresa. Abrí mis ojos un poco, era ella. Ryan me miro. Yo me quedé quieta. – Gatito estas bien. – dijo, me gire a mirar hacia la sala. Vi que Justin termino de bajar las escaleras, ella se lanzó hacia el agarrándole la cara y dándole un beso. Él la separo, le dijo algo que no logre escuchar y baje la mirada, Ryan había visto lo mismo que yo, me gire y camine hacia el pequeño banco que estaba al lado del comedor y suspiré, Fabiana me sirvió un vaso de agua, yo le sonreí un poco. – ¿Qué pasa gatito? ¿Ya no me quieres? – escuche que ella decía posiblemente más cerca.

–Déjame quieto Susana. – le escuche decir. Baje la mirada y me mantuve quieta y sería. Pude sentir la tensión que se había formado entre Ryan y Fabiana sin saber qué hacer con esta situación.

Lo escuche entrar a la cocina y le mire un poco, él me miró, sabía que había visto el beso, tragué saliva y tome otro tragó de agua, él se quedó quieto en su lugar también formo parte de la tensión que ya había antes. Cerré mis ojos esperando que ella entrara y así fue. – Justin explícame que te suce…– guardo silencio.

No la mire. – Susana ella…– comentó Justin.

–Es ___. – dijo con voz fría. – Al fin te conozco. – dijo y la mire, era la misma morena que había visto antes. – Es por esto que hoy…– quedó un momento con su boca abierta. – Espera…– abrió sus ojos y miro a Justin. – Es por esto que Khalil no me dejo pasar anoche a tu habitación. – dijo y lo miró como si lo fuera a matar con la mirada, yo baje la mirada tratando de oprimir mi risa, Fabiana lo notó y sonrió, Ryan parecía entender pero no del todo. – ¡JUSTIN! – gritó ella. – ¡DORMISTE CON ELLA ANOCHE! – gritó he hizo como si fuese a llorar.

–Yo no dormí…– susurré para mí misma pero Fabiana sonrió al escucharlo, Ryan se puso rojo y Justin me miro. Por supuesto que yo no había dormido casi, me había pasado parte de la noche vigilando que Justin no fuera hacer nada.

– ¡JUSTIN! ¡DORMISTE CON ESTA PERRA! – gritó obstinada.

– ¡RESPETALA! – dijo Justin molesto.

–Sí, respétame…– dije sentada y apreté mis labios para no reírme. Ella me miró con rabia y luego a él.

– ¡¿CÓMO PUDISTE HACER ESO?! – le grito.

– ¡JODER SUSANA! – gritó él. – ¡DEJA DE GRITAR QUE ME DUELE LA CABEZA! – le dijo mirándola furioso. – Estoy bien cerca de ti como para escuchar lo que me dices. – dijo molesto y con su ceño fruncido.

–Vale, respóndeme. – dijo ella molesta. – ¿Cómo es que me has engañado con esta perra?

– ¡QUE LA RESPETES TE EH DICHO! – le gritó Justin.

–Uy…– dije y negué con mi cabeza. – Deberías respetarme. – dije mirándola aun sentada. Ya me estaba comenzando a molestar el hecho de que le gritara a Justin, le reclamara cosas y que me llamara perra.

–Tú. – me miró. – Tú cállate. – dijo y me miro como si valiera más que yo.

–Ven y cállame. – dije devolviéndole la mirada.

–___... – susurró Justin.

– ¿Qué? – dije sonriéndole y alzando un poco mis hombros. Él negó con un movimiento de cabeza.

–Justin vayamos a otro lado hablar. – dijo ella mirándolo.

–Él no se mueve de aquí. – dije mirando a Justin. Él me miro sin entender, de reflejo vi a Ryan suspirar incómodo y a Fabiana sonreír.

–Tú no tienes derecho sobre él. – dijo Susana mirándome.

– ¿Y tú sí? – le dije mirándola de arriba abajo.

–Por supuesto que sí. – dijo ella, bufé y reí sarcásticamente.

–Mira linda…– baje la mirada para luego hablar y mirarla. – Tengo más derecho sobre él que tú misma y otros más. – dije sería. – ¿O no es así Justin? – le dije a él. Él no respondió, si apenas podía respirar. – Ves que sí. – dije mirando a Susana.

– ¡JUSTIN! – chilló mirándolo. Yo sentía el calor ya recorrer mi cuerpo.

–Justin. – dije mirándolo.

– ¡JODER CHICAS! – dijo Justin y salió de la cocina con Susana tras él.

Sonreí, sabía que estaba incomodo, pero lo que también sabía era que no lo iba a dejar solo con esa perra, así que me puse de pie y fui tras ellos, Justin se detuvo en la sala y ella frente a él. – Dime que no me dejaras por esa tipa Justin. – dijo mirándolo a los ojos.

–Creo que ya lo ha hecho linda. – dije llegando cerca de ellos. Justin suspiró y se quitó de al frente de ella para colocarse muy cerca de mí dándole la espalda a ella.

–Nena vámonos. – dijo Justin en mi oído. Apreté mis labios. – Vamos. – me repitió e hizo presión en mi abdomen con su mano para hacerme dar un paso hacia atrás. Suspire y le hice caso, me gire y comencé a caminar hasta el sofá donde estaban mi llaves, mi celular y mi suéter.

– ¡ANDÁ! ¡VETE CON ESA PERRA! – dijo en voz alta, me detuve, Justin ya iba casi que en la puerta.

Me gire y camine hacia ella. – Repite lo que dijiste. – le dije mirándola a los ojos a pesar de que ella era un poco más alta que yo.

–___... – escuche la voz de Justin mientras Ryan y Fabiana se colocaban en alerta.

–Repite lo que dijiste. – le dije sin dejar de mirarla.

–Que eres una perr…

Antes de que pudiera terminar la palabra estire mi brazo derecho dándole en la cara un golpe con mi puño y haciéndola caer al suelo. Justin me tomó por detrás abrazándome para detenerme. – Detente nena. – me dijo y me apretó a él, vi a Ryan quedarse paralizado mirando a Susana y Fabiana al lado de él.

–JODER. – dije sacudiendo mi mano y estirándola porque dolían mis nudillos.

–Nena tranquilízate. – me dijo Justin.

–Estoy tranquila ¿no me vez? – le dije aun sacudiendo un poco mi mano. – Me vuelve a decir así y le parto la madre, Justin. – dije y camine al sofá y tome mis cosas, la vi ponerse de pie y sostener su mano en el lugar del golpe mientras su boca sangraba. Justin camino tras de mí y salimos de la casa. – ¡AHS! – grité. – ¡JODER! – pateé las piedras pequeñas del suelo. Tenía mucha rabia.

–Nena, ¡Hey, nena! – dijo y me tomó por los brazos deteniéndome. Lo mire con rabia y di un golpe en su pecho. Él sonrió. – ¡Hey! – dijo y rió. – No seas tonta…– dijo y tomo mi rostro entre sus manos. – Te amo a ti…– dijo y me dio un beso, lo mire con mi ceño fruncido. – Tienes un buen derechazo. – dijo, y sonreí un poco suprimiendo una gran sonrisa.

–Si me vuelve a decir a si te juro que le partiré todo sus huesos. – dije haciéndome la molesta porque ya estaba calmada. Él rió. – ¡NO TE BURLES! – le golpeé el pecho. – Que vi cuando te beso. – dije mirándolo.

–Nena…– dijo riendo. – Estoy acá contigo ¿vale? – sonreí un poco. – Dame tu un beso…– me dijo, le di malos ojos. – ¿O voy allá adentro por uno? – dijo sonriendo. Lo mire y le golpee nuevamente el pecho él rió. – No seas tonta. – dijo y me dio un beso. Sonreí. – ¿Qué? – me preguntó mirándome un momento. Negué con mi cabeza y lo tome por el cuello inclinándolo un poco hacia mí para besarlo. Él sonrió y luego me dio un beso. – Vayamos a desayunar…– me dijo, asentí.

Me hizo caminar a su lado en dirección a un lado de la casa donde estaba el aparcamiento. Sonreí y espere que el sacara su auto, me subí y él lo colocó en marcha.



Él detuvo el auto en el camino de la carretera donde había un pequeño restaurant con un toque a cabaña, entramos al lugar, coloque mi suéter para calmar un poco el frio que había afuera, Justin ordeno los desayunos mientras yo ubicaba una mesa cómoda para nosotros.

Me senté en mi lugar y le vi venir, estaba como siempre, hermoso, aunque aún mantenía un poco sus ojos hinchados y tenía un poco de ojeras… aun así continuaba siendo hermoso, su estilo de siempre, su camiseta blanca, esta vez tenía unos jeans claros, un poco rasgados, y unos zapatos oscuros, sonreí al verlo caminar hacia mí con su cabello un poco alborotado. – ¿Qué? – dijo llegando a la mesa, subí la mirada y le mire a los ojos. – ¿Por qué estás así? – dijo mirándome, sonreí y negué con la cabeza. – Anda dime…– insistió.

–Bueno sucede que…– sonreí mientras lo veía sentarse frente a mí. – Te ves muy bien. – dije, él rió y se sonrojo un poco. – Sabes…– le dije y baje la mirada hacia mis manos que estaban sobre la madera de la mesa. – Me había resignado a que esto no pasaría más. – suspire. – Pensé que no podría estar nuevamente… contigo…– lo mire. – Y ahora que estamos aquí… de verdad que esto que tenemos. – sonreí. – Quiero que permanezca para siempre…– le dije sonriendo y baje la mirada mientras me sonrojaba.

–Lo será nena. – dijo él y tomo mis manos, lo mire. – Estamos hechos para vivir juntos. – alzó un poco mis manos y se inclinó para darles un beso a cada una, me sonroje. – Me encanta verte así…– me miro a los ojos. – Sonrojada, apenada… me alegra que aun pueda lograr eso en ti…– dijo sonriendo, reí.

–Disculpen. – dijo una chica, Justin y yo nos enderezamos. La mire y ella amablemente me sonrió y coloco unos platos sobre la mesa. – Disfruten su comida. – Dijo y se marchó, mire anonadada había mucha comida sobre la mesa.

–Justin has pedido comida como para cinco personas. – dije mirándolo.

–Digamos que tengo un poco de hambre. – dijo sonriendo y guiñándome el ojo. Sonreí. – Buen provecho nena. – dijo, me sonroje.

–Igual Justin. – le dije. Él me miro serio porque no le di un apodo cariñoso. – ¿Gatito? – le pregunte mirándolo. Él sonrió.

–Odio que me diga así, no lo hagas tú. – dijo riendo y metiendo un bocado de comida a la boca.

–Está bien gatito. – dije, él me miro serió y yo rompí en risa. Luego el negó con un movimiento de cabeza mientras intentaba no sonreírme.



Terminamos de comer y salimos del lugar. – ¿A dónde vamos ahora? – dijo mirándome. Sonreí y me encogí de hombros, él colocó el auto en marcha y mire mis manos. – ¿En qué piensas? – me pregunto al verme distraída, tantas cosas pasaban por mi cabeza en ese momento.

–Deberíamos ir algún lado tranquilo…– le mire sonriendo un poco.

–Bien…– dijo y suspiró. Me mantuve en silenció y le vi encender un cigarrillo, bajo un poco la ventanilla del auto mientras dejaba salir lentamente el humo de su boca. Mire el camino, por algún motivo se me hacía conocido, pero no logre saber porque. Al llegar me di de cuenta a donde me había llevado Justin, sonreí y trate de no colocarme sentimental. – ¿Te parece este lugar? – me pregunto, asentí rápidamente sonriendo. La colina, la hermosa colina donde había sido mi última salida con el antes de que mi padre me llevara. Allí donde Ryan y Fabiana comenzaron a coquetear…– Subamos. – dijo tomándome de la mano y llevándome con él hacia arriba.

Al estar arriba respire el aire puro y fresco, agradecí que no hubiese sol, mire a Justin quien me miraba sonriendo. Me senté en el pasto y en a un lado de mí, mire algunas partes de la ciudad que se veían desde allí, cerré mis ojos y mientras el aire fresco chocaba en mi piel… comencé a recordar muchos momentos.

–Nena…– susurró el acariciando un poco mi mano, le mire. – ¿En qué piensas? – me pregunto nuevamente.

–Yo…– suspire, mis ojos se cristalizaron un poco. – Estaba recordando el día que vine a este lugar por primera vez…

–Estabas hermosa ese día…

–Ese día me dijiste que me amabas. – dije y mis mejillas se humedecieron un poco, le mire. – Ese día me sentía tan mal. – respire profundo. – Tu siempre pasando cosas fuertes a mi lado y…– tape mi rostro un momento para no llorar más.

–Siempre estaré cuando me necesites. – me dijo. – Ese día te lo dije, no te dejare, no importa lo que pase siempre te cuidare…– se acercó más a mí. – ___, nena. – dijo y me tomo el mentón, le mire. – Te amo…– dijo y sonreí mientras lloraba. – No llores, no seas tonta. – dijo y me acerco a él para besarme.

–También te amo Justin…

–Lo sé nena. – dijo y me miro a los ojos. Me quede en silencio y así nos quedamos unos minutos, mirándonos a los ojos, luego él me tomo y me beso, me hizo hacia atrás quedando acostada sobre el pasto y él se colocó encima de mí mientras me besaba. – Te amo nena. – dijo mirándome a los ojos, nuestras respiraciones eran lentas, nos pudimos quedar allí una eternidad mirándonos a los ojos, pero fueron más las ganas de besarnos que de estar mirándonos.

Comenzó a besarme por el cuello de forma chistosa ocasionándome cosquillas, comencé a reír y a tratar de quitarlo de encima. – ¡Deja! – chille entre risas. Él sonrió y se mantuvo quieto, sonreí.

–Deberíamos venir a vivir para este lugar…– dijo sentado a mi lado, me senté, él miraba hacia adelante, había una buena vista del lugar… sonreí.

–Deberías estar alucinando. – Dije y reí. Él me miró sonriendo.

–Te extrañaba. – dijo mirando hacia adelante. Deje de sonreír y me quede callada. – Como ese día… ¿recuerdas? Te dije cuanto te extrañaba, y luego de esa noche… te extrañaba más. – Mordí mis labios. – Entiendo, luego de llegar acá me dije a mi mismo que debía respetar tu decisión… Sé que solo lo hacías porque te preocupas por mí y no quieres que nada malo me suceda pero…– me miro y humedeció sus labios. – Yo se cuidarme solo nena, y te aseguro que estando tu a mi lado… te protegeré a ti también, y con solo tenerte conmigo me bastaran las fuerzas para defendernos de cualquier bastardo que nos quiera hacer daño…– me dijo mirándome a los ojos. – Solo te pido que… de ahora en adelante… no te alejes de mí nena, tu. – suspiró. – Tú eres mi fuerza.

–Justin…– susurre.

–Y ahora mismo me importa una mierda si tu padre llega con miles de policías, lograré salir de esa si estas a mi lado. – me miro a los ojos.

–No me iré de tu lado Justin. – dije mirándolo a  los ojos. – No lo haré. – dije y me acerqué a besarlo.

–Deberías…– dijo mientras se mantenía cerca de mis labios. – Deberías llevarme a conocer a tu madre. – dijo y sonrió. Quedé con mis ojos abiertos de par en par.


– ¿Qué? – dije en shock.

jueves, 10 de septiembre de 2015

CAPITULO 19

ME QUEDARÉ CONTIGO PARA SIEMPRE





Me desperté, eran como las tres de la tarde… mire a un lado, no estaba mi mamá, ya hacía una semana, fruncí mi ceño y me levante de la cama. Me duche y me coloque unos jeans cortos (short), me coloqué una camiseta de tirantes, como no saldría de la casa. Comí cereal con leche y luego me senté a ver Tv, el timbre sonó fruncí mi ceño, mi madre tenía llave de apartamento así que camine hasta la puerta y mire por el pequeño hoyuelo, abrí mis ojos de la sorpresa y me mantuve en silencio.

Abrí la puerta y ya ella se iba, se dio la vuelta y me miro, sus ojos se abrieron enormemente. – ¡___! – grito y corrió hacia mi llorando, comencé a llorar. – ¡ESTAS VIVA! – lloró. – ¡ESTAS VIVA! – me apretó más.

– ¿Cómo has llegado acá? – dije sin entender.

–Tu madre me envió… no supe para que pero…. ¡OMG! – chilló y lloro. – ¡ESTAS VIVA! – me abrazo sin dejar de llorar. – ¿Estas bien? – dijo mirándome. Asentí y lloré. – ¿Y Austin? – pregunto y miro tras de mi por encima de mi hombro.

–Él…– dije y apreté mis labios, no debía llorar. – Él falleció ese día…– dije y baje la mirada al suelo.

– ¿Cómo así? ¿Si fue cierto entonces? – me miro asustada.

–Si pero… yo no iba con él…– dije y suspire, subí la mirada sonriendo. – Pasa, tengo cosas que contarte… y tú a mí…

–___ no hay nada que contar. – dijo ella caminando hacia mi habitación. – Te he llorado todo este tiempo. – dijo secando sus mejillas. – Joder agradezco a Dios que estés bien…– dijo y nos sonreímos.

–Yo… solo eh estado acá. – dije y mire a mi alrededor…– Este departamento es un obsequio de Austin. – dije mirándola. Ella sonrió y seco sus mejillas.

–___. – dijo y me miro con sus ojos abierto y recuperando su compostura luego de un buen rato hablando sobre las cosas que habían pasado y sobre el accidente. – Estoy feliz de que estés aquí y todo eso pero…– se puso de pie. – ¡Debo ir avisarle a Justin! – dijo mirándome. – Él está mal… él aún no sabe que estas viva…– dijo y se acercó a mí. – Te quiero. – me dijo y me abrazo. – ¡DEBO IR A DECIRLE A LOS CHICOS! – dijo sonriendo y saliendo de apartamento, quede paralizada no sabía qué hacer, sonreí para mí misma, a Austin… le agradaba mi amistad con Fabiana, y yo sabía exactamente porque.




*RYAN*


– ¡RYAN! ¡RYAN! – escuche Fabiana entrar gritando. Corrí hasta ella asustado.

– ¡¿QUÉ PASA?! – Dije tomándola entre mis brazos al verla llorar.

– ¡ESTA VIVA! – me dijo.

– ¿QUÉ? – fruncí mi ceño.

– ¡___! ¡ELLA ESTA VIVA! – dijo sonriendo y llorando.

–Pero…

–VENGO DE VERLE. – me dijo. – ESTA ACÁ EN LA CIUDAD. – la mire sin saber que hacer. – ¡DILE A JUSTIN! – me gritó. Asentí y corrí hasta la habitación de Justin.

– ¡JUSTIN! – entre de prisa a la habitación. Él estaba tirado en el suelo mirando a la nada.

– ¡SALTÉ! ¡LARGATE! – me gritó y se colocó de pie.

– ¡JUSTIN, ___ ESTA VIVA! – le dije tomándolo por los brazos.

– ¡DÉJAME! ¡SOLO LO DICES PARA HACERME SENTIR BIEN! ¡ELLA MURIÓ Y MI CORAZÓN CON ELLA! – me gritó y me empujo tan fuerte que casi caía al suelo.

– ¡JUSTIN MIRAME! – Dije y tome su rostro– Lo está. – dije mirándolo a los ojos. – Ella está viva. – le dije.

– ¡DÉJAME EN PAZ! ¡PURAS MENIRAS! – grito y se soltó de mi agarre. – Quiero morirme…– dijo con voz fría y sus ojos oscuros.

– ¡JUSTIN FABIANA LLEGÓ DE VERLE! – le grite mirándolo. Él me miro por un momento quieto, su respiración era espesa, me ocasionaba algo de miedo, se dio la vuelta y tomo otro trago de alcohol, lo mire, era imposible sacarlo de ese lugar. – Justin… escúchame…– dije en voz baja.

–LARGATE O TE MATARE. – dijo sin mirarme, suspire y salí de la habitación, él lo haría, él estaba en la oscuridad. Me mantuve un momento fuera de la habitación y vi entrar a Susana, miro a Justin y lo abrazo por la espalda.

–Estará todo bien bebe. – dijo ella llorando.

– ¡SUÉLTAME! – le grito él y se soltó de su abrazo bruscamente haciendo que ella cayera al suelo.

– ¡JUSTIN ESTOY AQUÍ, CONTIGO! – le grito ella poniéndose de pie caminando hacia él, tomo su rostro y dio un par de besos castos.

– ¡DÉJAME! – le grito y la lanzó contra la cama.

– ¡JUSTIN! – le grite.

A él no le intereso, tomó a Susana por un brazo y la levantó del lugar. – JUSTIN ESTAS DEMASIADO EBRIO DEJAME AYUDARTE. – dijo ella mirándolo, pero supe que también estaba asustada.

–NO QUIERO VERTE. – le dijo. – NI A TI, NI A NADIE. – me miro y regreso su mirada a Susana. – DÉJAME EN PAZ. – le dijo y la tiro hacia la puerta, ella no cayó al suelo solo se mantuvo fuerte y de pie. – ¡LARGATE! – dijo sacándola completamente de la habitación y cerrando la puerta con fuerza que parecía que la desencajaría.

Susana cayó al suelo llorando. – Esa persona no es él. – dijo llorando. – No es él. – tapó su cara.

–Deberías ir a tu habitación. – dije poniéndola de pie.

–Ryan no es él. – dijo mirándome y llorando. – ¿Qué le ha pasado a mi Justin? – lloró más.

–Está mal. – dije y la hice caminar hacia las escaleras abajo. – Deberías entenderlo…– la mire. – Él…

– ¡LO SÉ! ¡LO SÉ PERFECTAMENTE! – chilló. – ¡ÉL LA AMABA!

–Aun él la ama, si no, no estuviera de esa forma.

– ¡PUES HARÉ QUE LA OLVIDE! – dijo ella llorando y bajo corriendo a su habitación. Me quede de pie y suspire. Baje las escalera mire a la sala, no estaba Fabiana, fruncí mi ceño y me fui a la cocina a ver si se encontraba a allí, pero tampoco estaba.

–Se ha ido…– dijo Chaz, lo miré.

– ¿Sabes a dónde? – pregunté, él negó con un movimiento de cabeza. Suspire y salí dela cocina y me fui a sentar en el sofá, debía analizar la situación, Justin estaba más que grave.




*___*


Me acosté en la cama y mi puerta la tocaron bruscamente, brinque del susto y me senté. Abrí mis ojos, y por un momento sentí miedo de que fuera mi padre. – ¡___ SOY YO, FABIANA! – gritaron en la puerta, corrí a abrirle, me sentí algo extraña no sabía si había regresado acompañada con Justin, ya eran casi las siete de la noche.

Abrí la puerta y vi que venía acompañada de Khalil, él me miro sorprendido. – Ves que es verdad y no estoy loca. – dijo ella entrando al apartamento, él me miró yo le sonreí nerviosa, él solo me abrazo. Paso al apartamento y cerré la puerta. – Deberías venir con nosotros ___. – me dijo Fabiana la mire sin entender. – Justin no creé que estés viva…

–Pero se lo has dicho…

–Se lo ha dicho Ryan y no le creé, deberías ir con nosotros a casa.

–Bueno yo…– suspiré nerviosa, yo lo había abandonado ese día y no sabía y el querría verme.

Khalil recibió una llamada y se alejó un poco de nosotras, me mantuve en silencio, él de un momento a otro regresó en preocupado. – ¡DEBES VENIR CON NOSTROS!

– ¿Qué sucede? – dije preocupada.

–Justin ha tomado un arma y no deja que se le acerquen, creemos que piensa matarse. – dijo, me puse de pie con Fabiana. – ¡DEBEMOS IRNOS YA! – dijo y abrió la puerta del apartamento, corrí a mi habitación y tome mi celular mi suéter largo y mis llaves del apartamento, corrí hasta la salida y cerré la puerta con llave, bajamos corriendo las escaleras y subimos al auto, comencé a llorar, no quería perder a Justin también.

–LLÉVAME CON ÉL. – dije llorando en el asiento de atrás. – Fabiana avísale a mi madre que estoy contigo.

–Llegaremos a tiempo ___. – dijo Fabiana llorando un poco y tratando de calmarme, Khalil había puesto toda la velocidad en su auto, y luego de un momento ya comenzaba a reconocer la vía hacia la casa de los chicos.

Al estacionar el auto frente a la casa, bajamos corriendo, entramos a la casa, Ryan nos miró, me miro al igual que lo hizo Khalil. – ¡¿QUÉ TE SUCEDIÓ?! – dijo llorando Fabiana al verle sangrar del brazo.

–Intente acercarme a quitarle el arma y me disparo. – dijo él sosteniendo una camiseta blanca allí para detener el sangrado. Fabiana lo abrazó llorando. – Pero estoy bien. – dijo.

– ¿DÓNDE ESTÁ ÉL? – pregunte mirándolo mientras unas lágrimas recorrían mi mejilla.

–Arriba en su habitación. – dijo y comencé a correr hacia la habitación. Ellos venían tras de mí, fui abrir la puerta cuando Ryan gritó. – ¡ESPERA! – lo miré. – Abriré yo…

– ¡NO! – gritó Fabiana tratando de detenerlo.

–No pasara nada. – dijo él.

–Te ha disparado. – dijo llorando. Él se soltó de Fabiana y abrió la puerta.

–Justin…– lo vi decir. – Espera…– dijo mirándolo con las manos arriba. – Ella está aquí. – le dijo.

– ¡NO MIENTAS! ¡VETE O ESTÁ VEZ SI NO FALLARE! – le gritó.

–Pasa. – me dijo.

Mis manos sudaban estaba nerviosa y llorando. Entre a la habitación pasando tras él, sentí el frió de la noche en la habitación, no tría mi suéter puesto lo había dejado abajo con mis cosas. – ¡VETE! – gritó Justin aun sin creerle.

Me apresure a salir ante su vista. – Estoy aquí Justin. – dije mirándolo, él estaba con sus nudillos lastimados, toda la habitación era un desastre, todo estaba en el suelo. Él me miro y no reaccionó, continuaba apuntando en dirección a Ryan. – Sal Ryan. – le dije.

–___ estas segura…

–Puedo con esto. – dije sin dejar de mirar a Justin quien estaba llorando desde que entre a la habitación. Ryan salió de la habitación. – Justin. – dije mirándolo, él me miraba pero era como si no estuviese allí, esta vez sus ojos estaban casi de color negro, él gemía en silencio. – Estoy aquí…– le susurré. Él bajo su brazo aun con su arma en la mano.

–No eres tu…– dijo llorando y bajando la mirada al suelo.

–Si lo soy, mírame. – dije y tomé su rosto y lo obligué a mirarme sus ojos estaba cerrado. – ¡MIRAME! – le ordené, él abrió sus ojos y comenzó a llorar.

–Estás muerta…– lloró.

–No…– le dije. – Estoy aquí contigo. – lleve mis manos hasta su arma la cual sostenía muy fuerte. – Ven… tócame…– dije mientras le quitaba su arma. Ryan miraba desde la puerta. Justin soltó lentamente su arma. Yo se la quite por completo y estire mi brazo para entregársela a Ryan, Justin miró a Ryan llorando y luego me miro a mí. – Cierra la puerta. – le dije a Ryan sin mirarlo. Ryan salió y cerró la puerta. – Mírame. – dije tomando el rostro de Justin, él me miro y comenzó a llorar más, yo lloré, me ocasionaba dolor verlo así. – ¡MIRAME JUSTIN! – dije llorando. – Soy yo…– le dije y coloqué sus manos en mis mejillas. – ¡ESTOY AQUÍ! – le dije. Él solo lloraba. – ¡REGRESA A MÍ! – le suplique mirando sus ojos los cuales aún estaban oscuros. – Estoy contigo, siénteme, estoy viva. – apreté más sus manos contra mis mejillas.

–___... – susurró él.

–Sí, sí, soy yo. – dije mirándolo. – Estoy aquí. – él lloro más. Y me soltó se giró quedando contra la pared. – ¡MÍRAME! – le suplique volteándolo. – ¡MIRAME! – lloré. – ¡SOY YO! NADIE MÁS…– tome su rostro entre mis manos y lo incline hacia mí, él lloraba con sus ojos cerrados. – Mírame por favor…– le susurré llorando.

Él abrió sus ojos llorando. – ___ nena, estas aquí…– susurró.

Asentí. – Sí Justin, estoy aquí. – le dije, sus ojos estaban un poco claros, solo faltaba un poco más y regresaría a mí. Su respiración espesa chocaba contra la mía, así que lo hale un poco más a mí y lo bese. – Estoy aquí Justin. – le susurré en los labios, él tomó mis caderas y me pego a él, ahora sus manos estaban en mi espalda me mantenía abrazada. – Soy yo Justin, regresa conmigo…– le dije besándolo. Sus manos subieron a mi cuello donde lo tomó con fuerza y me presionó más a él.

–Te amo…– dijo llorando mientras besaba mi cuello.

–También te amo Justin. – dije, él sabor a alcohol lo podía ya sentir en mi boca. Él comenzó a llorar más.

–Estás bien. – dijo llorando y tomando mi rostro mientras me miraba a los ojos, el color de sus ojos volvió a la normalidad. – Estás bien. – repitió llorando.

–Estoy bien Justin. – dije llorando pero esta vez era de felicidad.

–Pensé que te había perdido para siempre…– lloró. – No quiero vivir si no es contigo…– dijo llorando. – Me he desecho, pero tú le das sentido a lo que soy…– dijo llorando. – No te vayas ___, no lo hagas nunca más…– dijo llorando.

–No lo haré Justin… no me alejare de ti. – dije mirándolo a los ojos, él comenzó a besarme y luego me abrazo llorando.

–No me dejes ___. – lloró.

–No lo haré Justin…– le dije. – Ven… debes descansar…– le dije, él continuaba llorando. – Debes dormir… mañana será otro día…– le susurré.

– ¿Estarás mañana? – susurró mientras yo lo acostaba en la cama.

–Si… ahora acuéstate, debes dormir. – le dije y lo acosté.

–Quédate acá. – me dijo y me abrazo a él.

Me acomodé poco a poco quedando recostada a las almohadas, él se había quedado dormido sobre mi pecho, sentí su respiración serena, lloré en silenció, lo amaba y me dolía verlo así. Había sufrido al igual que yo o quizás más en esta semana… suspiré y acaricié su cabello mientras veía su hermosa cara.

– ¿Dónde está Justin? – escuche la voz de una chica afuera de la habitación. – ¿Está bien? Déjame pasar.

–Lo está, él está bien, pero no debes pasar. – escuche la voz de Khalil.

– ¿Por qué? Soy su novia.

–No, no debes pasar. – escuche el forcejeó. – Él está dormido. – le dijo. – Lo despertaras y será difícil calmarlo nuevamente…– dijo.

–Pero solo déjame verle…

–No Susana, espera hasta mañana. – dijo él.

No escuche más nada, y suspiré, mi corazón estaba un poco acelerado, me sentía un poco molesta por su terquedad y un poco celosa por escuchar “soy su novia”, fruncí mi ceño y me mantuve en silenció mientras Justin dormía en mi pecho.



*JUSTIN*

Desperté un poco asustado y me senté de golpe en la cama, mire mi alrededor, la habitación estaba hecha un desastre, me miré a mí mismo, aún tenía la misma ropa, los mismos zapatos… mire a mi alrededor, ella no estaba, no podía ser que solo fuera un sueño, no podía serlo, mis mejillas se humedecieron nuevamente, me moví hasta la horilla de la cama y cuando me fui a poner de pie la vi salir del baño, mi corazón se detuvo no había sido un sueño, ella me sonrió un poco. – Estás aquí. – dije  me moví rápidamente y la abrace. Bese su cabello y la apreté a mi. – Estas aquí. – repetí con mis ojos cerrados agradeciéndole a Dios que ella estuviese con vida. Me separe un poco de ella y tome su rostro entre mis manos. – Estas bien… estas aquí. – le dije mirándola a los ojos.

–Estoy bien Justin…– dijo ella sonriendo un poco.

–Casi muero nena, iba a morir si no estabas conmigo nunca más…– dije y no le permití responder, pegué mis labios a los de ella, la besé, la besé como si nunca la fuese besado, ella me tomó por el cuello y se pegó a mí. Haló mi cabello en la parte de atrás, me volvía loco que hiciera esa cosa. – Te amo nena. – dije separándome un poco de ella y mirándola a los ojos.

–Te amo Justin…– me respondió ella y volvió a besarme, baje mis manos hasta el centro de su espalda y la pegué a mí. Ella coloco sus brazos alrededor de mi cuello quedando sobre la punta se sus pies.

–No te vayas nena… no me dejes…– le dije abrazándola.

–No iré a ninguna parte Justin…–  me dijo ella mirándome a los ojos y depositando un suave beso en mis labios. – Me quedaré contigo para siempre. – Dijo y derramó una lágrima.

– ¿Por qué lloras? – pregunté aun sosteniéndola en mis brazos.

–Austin… él murió porque esto pasara…– dijo ella mirándome a los ojos.

–Entonces… el accidente fue verdad…– le pregunté, ella asintió sin decir nada solo mirándome. – ¿Cómo es que tu estas aquí?

–Íbamos a escapar, él había quedado en buscarme pero no sucedió, a cambio mi madrees la que fue por mí…– dijo ella y bajo la mirada.

–Está bien nena. – dije y la abrace poniendo su rostro en mi pecho. – Solo puedo decir que estoy alegre porque estas tu aquí, estas bien…– dije y bese su cabeza.

–Te extrañe. – me dijo abrazándome fuerte y llorando.

–No más que yo a ti. – le dije y volví a tomar su rostro la hice mirarme. – Te amo ___... te amo demasiado. – pegue mi frente junto a la de ella. – Quédate conmigo por siempre.

–Lo haré Justin… no te dejare nunca más. – dijo ella sonriendo un poco mientras derramaba una lágrima.

–Me harás el hombre más feliz de este mundo. – le dije tomándola entre mis brazos, ella dio un pequeño grito por la sorpresa y la lleve hasta la cama quedando yo encima de ella, ella rió y me miro a los ojos quedándose quieta y dejando de sonreír.




*___.*


Lo mire a los ojos, él era todo lo que había esperado este tiempo, todo lo que quería… él se inclinó poco a poco hacia mí y me beso, cerré mis ojos. Sentí que él sonrió. – Te vez hermosa…– me dijo, abrí mis ojos y sonreí. Él comenzó a dar pequeños besos en mi cuello haciéndome reír y luchar contra él para que dejara de hacerlo, se quedó quieto y me miro en silencio su manos izquierda bajo y se colocó entre nosotros. Comenzó a desabrochar mi short.

–No, espera. – dije mirándolo, él me miro confundido.

– ¿No quieres? – dijo mirándome.

–No, no es eso. – dije y suspire. – Es que…– apreté mis labios. – La estoy pasando…– dije y mordí mi labio aguantando mi pena. Él sonrió sabiendo que me refería a mi período.

–Entonces esperemos. – dijo y me dio un pequeño beso en los labios.

–Tiene olor a alcohol hasta en la ropa…– dije mirándolo, él sonrió. – Deberías ir a ducharte mientras yo… te espero acá o quizás abajo.

–Está bien… como digas. – dijo sonriendo y quitándose encima de mí. Me quede acostada un momento y suspiré, mire hacia arriba, al parecer todo se estaba arreglando…– Si salgó del baño y aun estás allí no me importará que la estés “pasando”– dijo, reí y me senté.


–Anda a ducharte. – dije riendo. Él se acercó nuevamente a mí y me dio otro beso, reí. Él quito su camiseta y me la tiró sonriendo, reí y negué con la cabeza, él se dio la vuelta y entro al baño.

martes, 8 de septiembre de 2015

CAPITULO 18

DESPEDIDA





Mire a mi alrededor, me sentía un poco mal, sentí algo extraño, fruncí el ceño y me aleje un poco de la orilla del muelle no quería caerme. Suspiré y volteé a mirar quien había llegado en un auto. Mi mamá bajo con prisa, abrí mis ojos, ella me sonrió un poco mientras sus ojos lloraban, sonreí.

-¡HIJA!- dijo abrazándome. Sonreí, quizás estaba emocionada por verme vestida de novia.

-Mamá…- dije.- ¿qué… qué haces aquí?- le dije sonriendo. Ella me miro y sus ojos lloraron más.- ¿Qué sucede?- dije mirándola completamente y dejando de sonreír.

-Austin me ha enviado por ti.- me dijo. Sonreí un poco pero confundida.

-¿Me llevaras tú al altar?- pregunté, ella negó con un movimiento de cabeza.- ¿Vendrá el hasta acá?- dije mirándola.

-No linda.- dijo llorando y mirándome.- Él no vendrá…

-¿Qué pasa mamá?- dije con ganas de llorar.- ¿Dónde está él?

-___, mi niña.- dijo ella llorando.

-Dime qué sucedió mamá.- dije mirándola sin aun querer llorar.

-Él ha tenido un accidente…- dijo mi madre llorando más aún. Me quede callada y las lágrimas se deslizaron por mi mejilla. Eso no podía ser cierto.

-Mamá…- dije y trate de sonreír.- ¿Es una broma, cierto?- reí aun con mis mejillas húmedas.- Dile que salga del auto.- le dije a mi madre, ella negó con la cabeza llorando.- No mami eso no es cierto.- dije llorando.- No lo es…- dije y busque aire.- Él viene por mí mamá.- dije y respire profundo aunque mis lágrimas no dejaban de salir, comencé a caminar de un lado a otro.

-___ mírame.- dijo mi madre tomando mi rostro entre sus manos.

-¿Dónde está él mamá?- dije llorando.

-Él tuvo un accidente linda…- dijo mi madre mirándome a los ojos.

-¿Él está bien, cierto?- dije mirándola.

-No mi niña…- dijo mi madre y lloro.- Él ha muerto.- dijo mi madre.

-No…- dije tratando de respirar.- Mamá no juegues con eso…- dije llorando.- Eso no es cierto.- dije y llore.- No lo es, no es cierto.- caí de rodillas al suelo.- ¡NOOO!- grite.- ¡ÉL NO MAMÁ!- grité, mi madre me abrazo. Destroce el ramo de rosas contra el suelo de madera del muelle.- ¡AUSTIN!- grite mientras sentía que me desgarraban por dentro.- ¡NOOO!- grite y halé mi vestido.

-Hija…- dijo mi madre.- Debemos irnos.

-¡NO! ¡LLÉVAME CON ÉL MAMÁ!- le suplique.- ¡AUSTIN!- grite mientras golpeaba el suelo.- ¡AUSTIN!- comencé a batirme pero mi madre me abrazo.- ¡AUSTIN!- grite molesta con él. Me había dejado, no me había llevado con él, no fue a buscarme.- ¡AUSTIN!- le llamé a gritos.

Él no llego, yo estaba destrozada en el suelo, mi madre lloraba a mi lado en silencio.- Debemos irnos ___.- me dijo y me tomo por el brazo.

-Austin…- susurré sin fuerzas en el cuerpo. Él me había dejado, él se había marchado y no había venido por mí como lo había dicho. Mire al final del muelle donde el día anterior había estado allí con él, habíamos comido, habíamos bailado, habíamos reído. Grité, sí, lo hice, lo hice con las últimas fuerzas que quedaban dentro de mí. Sintiendo todo el dolor desgarrador que tenía dentro.- ¡ERES UN TREMENDO IDIOTA!- grite poniéndome de pie y mirando al final del muelle donde él había estado ayer.- ¡UN GRAN IDIOTA! ¿ME ESCUCHAS?- grite llorando, gemí.- No debiste hacerlo Austin…- lloré.- Te estaba esperando…- susurré mientras lloraba. Mi madre me abrazó y llore en sus brazos.- Me dejo mamá, me abandono aquí.- chille y me separe de mi madre.- ¡TE ODIO!- grite a los aires.- ¡ME DEJASTE! ¡TE ESTABA ESPERANDO! ¡MÍRAME!- extendí mis brazos a los lados.- ¡ME COLOQUÉ HERMOSA PARA TI!- grité y caí nuevamente al suelo, mi pecho dolía, me sentía como si me fueran dado un gran golpe en el pecho que dolía para respirar.

-Debemos irnos hija…- me dijo mi madre.

-No me iré mamá… lo esperare aquí.- dije acostada mirando el cielo.

-___ mi niña… él… no vendrá…- me dijo tomando mi brazo.

-Lo hará, él lo hará… él…- comencé a llorar.

-Vamos… levántate.- me dijo. Gemí del dolor que tenía en mi pecho, me fui levantando poco a poco del suelo.

Mire mi ramo de rosas destrozado, lloré.- ¿Esta fue la mejor manera que conseguiste Austin?- pregunte a la nada llorando.- Déjame decirte que no ha sido la mejor.- dije mirando todo el muelle.- Me has abandonado, eso no lo hacen los prometidos.- dije. Camine con mi madre hasta el auto antes de subir mire por última vez el muelle, al final…- ¿Austin?- dije y enfoque mi mirada. Podía ver su imagen, no tan perfecta… pero estaba al final del muelle con… Alessa, su novia. Abrí mis labios, ellos sonreían, él sonreía…- Austin…- dije y fui a camina pero mi mamá me detuvo, la mire y cuando volví a mirar… no estaba, él… no estaba, se había marchado.

Mis lágrimas se calmaron por un momento, me subí al auto, mi madre lo puso en marcha.- Debemos irnos lo antes posible de la ciudad.- dijo mi madre.- Todas tus cosas ya están en la casa…

-Él sabía todo esto,  ¿cierto?- pregunte mirando a la nada.

-Él lo sabía, se comunicó conmigo anoche, muy tarde…- mi madre suspiró, a mí no me dejaba de pasar su imagen por la cabeza.- Él planeó todo, el avión privado de él nos está esperando…

-Al menos puedo saber cómo… murió.- dije mirando mis manos.

-Por alguna razón su auto estalló en llamas.- dijo mi madre. Comencé a llorar.- Él estará bien linda… él se escuchaba tranquilo…

-¿Hablaste con él antes de todo?

-Él me llamo, quería asegurarse de que si venía por ti, quería asegurarse de que yo estaba en la ciudad…

-Y no lo detuviste…- dije.

-No sabía lo que él haría, me dijo que se iría de viaje…- dijo mi madre y seco sus lágrimas.

-Fue un idiota.- dije y continué llorando en silencio recostada al asiento.




*RYAN*

-¿Justin?- toqué la puerta de su habitación.

-Déjame…- escuche que dijo.

Abrí la puerta de la habitación entrando al lugar, todas las cosas rotas, todas las cosas destruidas, y él… llevaba dos días ebrio, tirado en el piso de su habitación.- Deberías comer…- comente acercándome a él.

-Dame mi arma…- dijo mirándome son sus ojos tornados oscuros.- Sé que tú la tienes… entrégamela.

-No lo haré.- le dije mirándolo.- Broth… debes ser fuerte… debes…

-¡ELLA ERA MI FUERZA!- me gritó. Mi corazón se puso pequeño. Escuche un gemido y vi a Susana en la puerta de la habitación llorando, ella ya sabía quién era ___.

-Broth mira… allí esta Susana…- dije.

-¡DÉJENME EN PAZ! ¡NO QUIERO VER A NADIE!- gritó llorando y tomo un trago directo de la botella de alcohol.- Quiero ver a mi princesa.- dijo llorando. Suspiré no comenzaría a llorar frente a él. Así que me puse de pie y salí de la habitación.

Me fije en Susana, ella se quedó en la puerta y se sentó a llorar, lo miraba desde lejos mientras él gritaba el nombre de ___ y lloraba. Baje a la sala donde estaba Fabiana llorando en el sofá.- Linda…- dije y ella me abrazo nuevamente.

-Mi amiga Ryan…- me dijo ella llorando y abrazándome fuerte.

Era un momento fuerte, los chicos se turnaban para estar pendiente de que Justin no cometiera ninguna locura, las armas las habíamos escondido, en el closet de uno de los chicos, ya que Justin había salido tres veces en busca de su arma para matarse.- ¡Ese fue el maldito de su padre!- chilló ella mientras soltaba un pequeño golpe a mi pecho.- Él iba hacer todo si ellos se iban sin casarse.- lloró.

Cruce los dedos para que Justin no la escuchara en estos momentos y se fuera luego a buscar a ese desgraciado. Escuche los gritos de Justin, él nombre de ___ se escuchó por toda la casa, Fabiana lloro más.- Creo que sería bueno que vayas a dormir…- le dije.- Debes descansar.- dije levantándola del sofá y dirigiéndola hacia mi habitación. Ella camino mientras lloraba.

Cuando regrese a la sala vi a Susana bajar las escaleras llorando, se detuvo a penas me vio y me miro a los ojos.- ¿Tanto así la amaba?- me preguntó llorando. Baje la mirada con lástima hacia ella. No le respondí ella corrió atravesando la sala y saliendo de la casa. Baje la mirada y seque mis lágrimas, Khalil me palmeó el hombro, yo tome el tabique de mi nariz con mis dos dedos tratando de mantenerme fuerte.

-Es fuerte esto…- dijo Khalil.- Creo que será difícil sacarlo de donde ha caído.- dijo lo miré y escuchamos un fuerte golpe, nos miramos con preocupación y corrimos arriba hacia la habitación de Justin donde él se encontraba frente a un televisor destrozado en el suelo.- Justin…

-Déjenme en paz.- dijo mirándonos con rabia.- Traigan mi arma.- dijo con voz fría.- Haré algo que muchos quieren para mí…

-Ella no apoyaría esto Justin…- dijo Khalil.

-¡ELLA ESTA MUERTA!-  gritó y tiro la botella de alcohol vacía contra la pared haciéndola estallar en muchos pedacitos. Salió de la habitación empujándonos y fue hasta la cocina, corrimos tras de él por miedo a que fuese a cometer una locura. Cuando llegamos al lugar él tiro algunas cosas al suelo mientras buscaba algo de alcohol. Me miro.- ¿DÓNDE ESTAN? ¡¿DÓNDE ESTÁN LAS BOTELLAS?!- gritó.

-Justin… debes controlarte.- dije mirándolo. Me sentí mal por él.

-¡NO ME DICES QUE HACER!- me dijo y tomo el cuello de mi camisa en sus puños y me pego contra la pared.

-Broth, soy tu hermano… tranquilízate.- le dije.

-Dime donde están…- dijo llorando y soltándome. Miré a Khalil y le asentí.

­-Te buscare una… solo espera acá…- dije. Y salí de la cocina y me fui a mi habitación, me dirigí al closet y sin hacer ruido para no despertar a Fabiana tome la maleta con alcohol y la saque de la habitación. Tome una botella y me apresure a llegar hasta la cocina donde vi a Justin llorar de rodillas en el suelo.



*___*


Mire alrededor, él pequeño apartamento donde estaba era algo acogedor, a pesar de que mi madre se encontrara en la misma habitación o quizás en la cocina… podía sentirme sola. No había parado de llorar sentada en un lado de la cama. Me mire mis manos las cuales estaban encima de mi vestido de novia que caía suavemente por mis piernas.- Linda…- dijo mi madre mirándome.- Creo que deberías irte a duchar…- me miro por un momento. No dije nada, continué llorando en silenció, iban ya cuatro días desde el día de la boda.- Vamos linda.- dijo mi madre acercándose a mí y tomándome por los brazos.- Te eh preparado un rico baño…- me dijo y me colocó de pie, camine hasta el baño donde mi madre me ayudo a quitar mi vestido mientras me dolía quitármelo, era lo último que me mantenía a él, aparte del apartamento que mi madre dijo que él lo había comprado a mi nombre.

-¿Estará bien?- le pregunte a mi madre.

-Sin duda está muy feliz en el lugar donde se encuentra…- me dijo mientras soltaba mi cabello y me ayudaba a entrar en la tina. Me sentí en el agua tibia cubriendo mi cuerpo con espuma mientras mi madre peinaba mi cabello húmedo.- Deja ya de llorar linda…- beso mi cabeza y me hizo recordarlo.- Él… él seguramente no le gusta verte así.

-No…- dije y baje la mirada.

-Entonces… ya calmémonos un poco, él está bien en donde esta… y tu…- suspiró.- Tu gracias a Dios también estás bien. – me quede en silenció, al terminar de ducharme mi madre me mantuvo un momento allí sentada.- Tengo algo que darte…- me miro a los ojos, él lo dejo para ti, pero me dijo que si querías verlo debías estar tranquila.- la mire, era algo sorprendente, él había planeado cada una de las cosas.- ¿Lo estarás?- me preguntó. Asentí mirándola, a pesar de la tristeza, sentí un poco de curiosidad por saber que era.- Bien, sal de acá, vístete y comerás algo… luego te doy lo que él te ha dejado.

Entonces eso hice, salí del baño, me vestí, peine mi cabello mientras mi madre cocinaba algo, me senté en la cama y mire por la ventana, la vista era linda, no de toda la ciudad, solo de la parte que me rodeaba. Mi madre llegó con un sándwich, aunque no tenía apetito tuve que comerlo, sentí la curiosidad de saber que me había dejado Austin con mi madre.

-Acá está.- dijo mi madre momento después de que yo terminara de comer, entró a la habitación con algo muy fino en sus manos. Me fije en ello cuando termino de llegar a mí.- Haré el favor de colocarlo.- dijo encendió en DVD, inserto el disco y me miro.- ¿Estarás bien si te dejo sola?

-Por favor…- dije con la mirada abajo. Mordí mi labio con nervios, mi madre me pasó el control de mando del DVD y encendió la Tv. Me sonrió y salió de la habitación cerrando la puerta tras ella. Me senté en el suelo recostada a la cama, la Tv quedaba algo cerca de mí pero no importaba, mire la pantalla que estaba en negro y le di PLAY al DVD para que comenzara a rodar el CD.




“Hola linda” movió su mano en forma de saludo “esta es mi despedida” dijo sonriendo en el video, mis lágrimas comenzaron a salir “Es de noche y de verdad espero que te logre llegar esto” sonrió “Espero no estés llorando o me molestare” dijo mirando fijo a la cámara, era como si de verdad me mirara, sonreí llorando “Sí, lo sé, estoy loco, bueno” suspiró “Mira esto” dijo, y comenzaron a salir en la pantalla un par de fotos o quizás muchas, desde que estábamos en el parque hasta la noche en el muelle, me sorprendí “¿No te diste cuenta que tenías un fotógrafo?” preguntó sonriendo “Contrate a una persona para que te fotografiara, la mayoría de las fotos solo eres tú, le pedí que no saliera yo” sonrió tanto que sus ojos se pusieron pequeños “Estas son mis favoritas salieron unas fotos donde yo estaba gritando mientras estaba en la montaña rusa, otra donde mis lágrimas se salían de la risa, otra bailando y riendo tanto que mis ojos se encontraban cerrado… “¿Sabes con qué fin hago este video?” preguntó, sequé mis lágrimas pero continuaban saliendo “Quiero que siempre seas feliz, feliz como sales en esas imágenes… no es tan difícil” sonrió, lloré más “Mi plan no era este, te debo decir que se ha cambiado a última hora” lo mire sin entender “Te iba a sacar del país” me dijo “Te iba a llevar a China, Austria, a dónde tú me dijeras” sonrió y suspiró, su nariz se colocó un poco roja y sus ojos se cristalizaron “Recién me entere que…” suspiró y secó sus mejillas, llore mirándolo en la pantalla, él miro un poco a los lados y volvió a mirar a la cámara. “Tu padre… es un” apretó sus labios y una lagrima recorrió su mejilla “Perdóname, pero tanto tu padre como mi padre son unos malditos dijo y sus lágrimas salieron más “Me eh enterado que” mordió sus labios y seco sus mejillas “Tu padre ha convencido a mi padre de colocar una bomba en mi auto y todos los autos a nuestro alcance” tensó su mandíbula, me quede un momento sin creer lo que decía “La razón” suspiró “Muy fácil linda, para no escapar”  secó sus mejillas por última vez y no le vi derramar otra lagrima “Las bombas están programadas a una distancia, si pasan esa distancia estallan, eh encardo otro taxi, uno que si podría llevarte un poco lejos de la casa” sonrió “Si estás viendo esto entonces lo has logrado linda, has escapado” sonrió y sus ojos lo traicionaron con llorar mientras que yo lo veía y no podía dejar de llorar “Deje a tu madre a cargo de todo, tus cosas están en su casa, si te encuentras en el departamento…” sonrió “BIENVENIDA” dijo y extendió sus brazos a los lados mientras sonreía “Es mi regalo por haberme aguantado tanto tiempo” rió “Es mi regalo porque eres una de las mejores personas que conozco, te impido llorar, no llores por mí, si lo harás que sea una vez por mes” rió “Además yo…” sonrió “Posiblemente estoy…” suspiro “Es estos momentos que estás viendo el video posiblemente estaré yo con mi amada Alessa, así que si estas llorando ahora mismo sécate esas mejillas de cerdita que tienes” sonrió y él seco las de él, sonreí y sequé mis mejillas aunque aún salían algunas lágrimas “Te quiero, fuiste la mejor persona con la que pude pasar los ultimo días de mi vida, meses y semanas” sonrió y le vi sonrojarse “Eres bella y entonces…. Bueno, te quiero demasiado, deja de llorar” sonreí llorando “Me voy, chaito, nos vemos en otro lugar y espero no sea pronto” dijo y se colocó de pie y camino a la cámara, comencé a llorar “¡HEY!” dijo con su rostro muy cerca de la cámara donde solo le enfocaba la mitad de la cara, sonreí no había dejado de ser idiota en ningún momento “Si no estás con Fabiana aun… comunícate con ella, ella te ayudara, ella es muy buena amiga” sonreí, *Fabiana* pensé. “Ahora sí” sonrió “Adiós” dijo y dio un beso a la cámara. El video se terminó y comencé a llorar, trate de calmarme. Mire a un lado y estaba mi madre de pie en la puerta me puse de pie y corrí hacia ella abrazándola, ella también lloro era algo fuerte ver esto, ya él había muerto y esto… me hacía recordarlo tanto.