NUESTRA ÚLTIMA SALIDA
Los
días ya habían pasado, incluso recién me desperté y tenía unas inmensas ganas
de llorar, solo el día de hoy y ya mañana estaría camino al altar. Cerré mis
ojos nuevamente, no quería despertar, no quería que este día empezara, hoy era
uno de los días más estresantes de la semana, hoy tocaba rectificar todo, desde
los arreglos de la boda hasta mi vestido, peinado y todo lo demás.
–
¡___! – escuche la voz alegre de Fabiana mientras entraba a la habitación. –
¡¿QUÉ HACES?! ¡DESPIERTA! – dijo y tiro de mi cobertor dejándome descubierta
sobre la cama.
–Déjame…–
dije sin abrir los ojos y colocándome boca abajo.
–Anda,
debes alistarte antes de que lleguen todas las personas y Austin. – dijo.
Suspire.
Abrí
mis ojos y ella me miraba sonriente aunque su mirada demostraba lastima. Y era
eso exactamente lo que yo sentía por mí misma, lástima porque no podía estar
con el hombre a quien amo, lástima porque no podía ser feliz. Me senté y me
mantuve un momento allí. – Si no fuera porque me eh prometido llevar esto hasta
el final sin que Austin se sienta mal… no lo haría. – dije y me puse de pie
para dirigirme al baño y tener mi aseo personal.
Luego
de una hora exactamente llegaron las personas encargadas de las cosas de la
boda. Yo solo me resigne a asentir diciendo que todo estaba bien, Austin solo
me miraba y sonreía como si tuviera planeando algo, le sonreí aun con sueño. Él
se acercó a mí y beso mi cabeza. – Te vez hermosa. – me dijo. Reí porque estaba
aún en pijama y nada peinada. – Toma esto. – dijo y me entrego un gran
chocolate. Sonreí, sabía que me encantaban.
–No
debiste molestarte. – dije mirándolo y abrazando el chocolate a mí pecho.
–Ábrelo,
sé que mueres por hacerlo. – dijo riendo, sonreí, mordí mi labio con
impaciencia y rompí el envoltorio del chocolate para tomar un pedazo y llevarlo
dentro de mi boca. Él rió al verme allí tonta como una niña pequeña cuando le
dan su dulce favorito. – Hoy te espera un día largo. – dijo mirándome y
sonriendo un poco.
–Lo
sé, las personas aún no llegan completamente.
–Yo
me eh encargado de todo, hoy vendrán solo los que tienen que ver directamente
contigo, como es lo del peinado y el vestido. – me dijo, asentí.
–Entonces
no es tan largo. – le dije sonriendo.
–Hoy
saldremos ___, nuestra última salida…– dijo sonriendo. – Nuestra última salida
como amigos, comprometidos… o como quieras llamarlo. – dijo y se dirigió a mi
cama donde tomo asiento mientras yo comía chocolate sentada en mi lugar.
–Esperas
tengas algo bueno preparado…– dije sonriendo y guiñándole. Él sonrió y se
mantuvo en silencio un momento, cuando fui a decirle algo la puerta de mi
habitación se abrió, entraron las personas del vestido y del peinado, les
sonreí, Austin solo me sonrió, me guiño el ojo, se puso de pie y salió de la
habitación quedándose en ella solo estas personas y Fabiana.
Suspiré
era algo incómodo, me trataban como si fuese una bebe de meses que no puede
hacer nada por si mima. Quite mi ropa y quede en ropa interior, pasaron el
lindo vestido de novia que usaría yo, suspire y los mire a todos, introdujeron
el vestido y luego de un minuto comenzaron a murmurar cosas. El vestido me
quedaba grande, si, bueno las últimas semanas y días había dejado de comer, si,
y había resultado perfecto, tendrían que hacerle un arreglo de emergencia al
vestido, mientras, la otra persona se fijaba en cómo sería mi peinado.
Luego
de que las personas se estresaran un poco conmigo ya que no estaba igual que
antes se marcharon hacer los arreglos, quede sola en la habitación mientras
Fabiana iba a su cuarto hacer no sé qué cosa. Me fui a duchar y luego me vestí,
me coloqué los jeans que Austin me había regalado junto a la camiseta y las
Converse, peine mi cabello y me fui hasta mi cama a terminar de comerme el
chocolate. La puerta de mi habitación se abrió y mire a Austin, él me sonreía,
le sonreí. – Espero estés lista para este día. – me dijo.
–Lo
estoy. – dije y me levante de la cama, él sonrió. Se acercó a mí y me tomo de
la mano, reí. Él camino rápidamente saliendo de la habitación junto a mí,
bajamos las escaleras y sin importar donde estuviera mi padre salimos de la
casa. Era como si nos estuviéramos escapando a algún lugar y la sensación que
sentía mientras él me llevaba dirigida… me hacía sentir bien. Subimos al auto
corriendo, y él rápidamente lo puso en marcha como si alguien nos fuese a
perseguir. – ¿Qué hacemos? – dije riendo y mirándolo.
–Es
una sorpresa, será un día largo. – dijo y colocó música en el auto, sonreí, se
veía tan emocionado. Me encogí de hombros sintiendo un poco de pena. Me coloqué
el cinturón de seguridad y espere a que el auto se detuviera en algún lugar.
Abrí
mi boca de la sorpresa y estuve a punto de llorar pero no lo hice. Habíamos
estacionado frente a un parque de diversiones donde en toda la entrada colgaba
un cartel gigante que decía “BIENVENIDA ___, ERES LA MEJOR, TE QUIERO” baje del
auto asombrada y él llegó a mi lado sonriendo, sonreí y lo abrace. – ¡ESTAS
LOCO! – le grite emocionada. Él rió.
–Dije
que te haría pasar un buen día. – dijo emocionado. – Vamos, nos esperan allá
dentro. – dijo tomándome de la mano y llevándome adentro. Algunas personas
apenas entramos al lugar nos aplaudieron, reí, esto era toda una locura.
Me
dieron un par de cosas, entre ellas ositos de peluches pequeños y algunas rosas
rojas. Sonrojada camine a su lado y dejamos las cosas en un lugar donde las
guardarían hasta que me desocupara, subimos primero a la montaña rusa, aunque
estaba temblando fue todo una emoción estar allí arriba.
Luego
de pasar por varios juegos y que se hiciera medio día allí, retire mis cosas
del lugar, Austin por supuesto me ayudo con los ositos de peluche mientras yo
me encargaba de las rosas. Llegamos al auto y lo guardamos todo en el asiento
de atrás, me despedí de algunas personas a quienes no conocía pero habían sido
muy amables conmigo mientras me encontraba allí.
De
allí Austin me llevo hacía el muelle, así que fue otro viaje más. Estaba solo,
no estaba la vida que siempre había en la noche donde todos bailaban y comían
felizmente, mire a Austin. – Vamos, baja a comer. – me dijo, fruncí mi ceño sin
ver a nadie allí trabajar sobre comida. Baje del auto y él también caminamos un
poco hasta llegar al final del muelle donde había un cobertor en el suelo y
unos platos cubiertos, sonreí y tapé mi boca por la sorpresa. – Quise traerte
acá, como el día esta nublado no quería arriesgarme a ir a una montaña por un
picnic y luego salir corriendo por la tormenta. – dijo sonriendo.
–Te
estas volviendo loco. – dije y seque una lagrima que derrame de alegría.
–No
seas tonta. – dijo y me abrazó. – Solo quiero que la pasemos bien hoy como
ultimó día de comprometidos, como último día de “novios”. – dijo y miro
sonriendo mientras depositaba un beso en mi frente.
–Mañana
estaremos casados. – dije sonriéndole, él asintió sonriendo.
Sin
más que hablar nos sentamos allí en el lugar y él destapo los platos donde
revelaban un rico almuerzo. Sonreí, él sacó de una pequeña caja un jugo, lo
abrió y sirvió en los vasos, la brisa fría hacía especial el momento ya que no
había sol y el día era fresco.
Al
terminar de comer y de estar un buen rato allí hablando y riéndonos recogimos lo que había allí y lo guardo en la
maletera del auto, subimos nuevamente al auto, me fije en la hora del pequeño
reloj del radio del auto y eran las 3 de la tarde, se habían pasado volando las
horas. Fuimos hasta un Centro Comercial, subimos al segundo piso donde él me
dirigió y llegamos al Cine, comencé a reírme cuando unas personas también
comenzaron a aplaudirnos, Austin rió y me llevo a comprar las entradas,
compramos algunos dulces para comer dentro de la película y luego entramos a la
sala del cine. Al entrar a la sala del cine, antes de que empezara la película,
cuando pasan cortes de películas, apareció él, abrí mis ojos no me lo podía
creer, lo mire en la oscuridad de la sala él sonrió.
“Hola ___.” Dijo
él en el video, sonreí, estaba tan lindo allí, parecía algún tipo de famoso. “Espero estés conmigo en este momento” rió en el video, reí y lo mire él sonrió. “Quiero que sepas que… eres una de las mejores personas en el mundo,
tanto tú, como tu corazón y tu alma son puras” apreté mis labios
para no llorar. “Debo decirte que… soy un afortunado por tenerte a mi
lado” sonrió
en el video, sonreí y solté una lágrima mientras sonreía. “Deberías saber que
en estos momentos te quiero demasiado, posiblemente si estás viendo este video
como lo he planeado en unas cuantas
horas… serás mi esposa” Sonrió con ganas. “Sabemos que serás una hermosa
esposa” dijo
haciendo comillas con sus dedos, reí, todas las personas en la sala del cine
rieron. “Posiblemente muera envenenado con una de tus comidas
con apenas días de casados” todos reímos. “Finalmente debo
decirte que eres una afortunada por estar conmigo” dijo sonriendo en
el video. Reí mientras unas lágrimas recorrían mi rostro. Las personas
comenzaron aplaudir y yo cubrí mi rostro con mis manos mientras tenía unas
emociones encontradas, lloraba y al mismo tiempo era feliz. Feliz como quería
serlo desde hace mucho tiempo.
Me
gire hacia él y lo miré, él solo me miraba sonriendo, me incline hacia él y lo
abracé mientras lloraba. – No seas idiota. – me dijo, reí aun con lágrimas en
los ojos, él había logrado hacerme sentir feliz, justo antes de la boda, cuando
no quería seguir con esto… me sentía ahora... extraña porque por alguna razón
yo podría aceptar casarme con él.
–Tu
eres el idiota. – dije aun llorando y mirándolo a los ojos. Él sonrió y seco
mis lágrimas.
–Veamos
la película. – me dijo y beso mi mejilla, asentí y me acomode en mi asiento.
La
película comenzó, comí palomitas de maíz, gaseosa y algunas gomitas dulces,
finalmente otro chocolate y yo no lograba saber dónde me entraba tanta comida
en el estómago. La película fue buena ¨VOTOS DE AMOR¨ Aunque era una locura porque estábamos
ya ahora de casarnos, ya eran las 7 de la noche, al día siguiente a las 9am
sería mi boda, con él, con Austin. Sonreí aunque estaba feliz comencé a
sentirme un poco triste, no era Justin con quien pasaría todo esto, así que
sacudí mi cabeza sacándolo de allí y me enfoque en el momento, mire sonriendo a
Austin, nos levantamos de los asientos cuando la película termino y salimos del
lugar, caminamos por las tiendas y vimos muchas cosas, reímos, comimos helados,
y él solo se burlaba porque al día siguiente posiblemente el vestido no me
quedaría porque estaría gorda.
Luego
del centro comercial regresamos al muelle, donde ya eran las 9 de la noche, así
que el muelle cobro vida y estaban todas las personas allí, bailando y
disfrutando, reí mientras comenzaba a bailar alocadamente con Austin, luego de
un par de canciones y un par de cervezas fuimos a comer, a lo último del muelle,
donde había sido nuestro picnic al medio día. Comimos hamburguesa con cerveza y
luego de terminar de comer volvimos a ponernos de pie a bailar.
–Alguna
de tus cosas…– sonrió. – Bueno todas, no estarán en tu closet o tu habitación.
– dijo cuando estábamos detenido en el auto frente a la casa de mi padre.
–
¿Cómo así? – dije sin entender nada.
–Lo
he enviado a donde vivirás luego de casarte. – dijo sonriendo.
–Okey.
– dije en shock. – Te has adelantado ¿eh? – dije y él sonrió.
–También
quiero que luego de que nos casemos uses jeans, nada de vestido como te tiene
tu padre esclavizada, serás libre de vestirte como quieras, por eso eh dejado
la ropa en tu closet, sé que odias algunas, así que las que te guste recógelos
en un bolso y tenlo listo para cuando te vayas a tu nueva casa– dijo sonriendo.
Asentí sonriendo.
Bajamos
del auto y caminamos hasta la casa donde entramos y… nos fijamos que en la sala
estaba mi padre, su padre y unos guardaespaldas, Austin y yo dejamos de sonreír
inmediatamente al verlos a todos. – ¿Qué sucede? – dijo Austin.
–
¡¿DÓNDE ESTABAN?! – dijo mi padre casi que gritando. Brinque en mi lugar y él
se dirigió a mi.
– ¿A DÓNDE TE HABÍAS LARGADO? – me preguntó tomándome por el
brazo.
–
¡SUELTELA! – le grito Austin. – SOLO HEMOS SALIDO COMO UNA PAREJA. – dijo
haciendo a mi padre hacia atrás y colocándome a mí tras de él en forma de
protegerme.
–Pensábamos
que habían escapado. – dijo el padre de Austin.
–
¿Acaso no tenemos derecho de salir como una pareja y hacer lo que se nos pegue
la gana? – dijo Austin un poco molesto. Mire a todos por encima de los hombros
de Austin.
–
¿___ es eso cierto? – me preguntó mi padre. – ¿Estaban en una salida?
–Por
supuesto que sí. – le respondí mirándolo con un poco de rabia. – ¿Qué crees que
a un día antes de la boda escapare? – lo mire. – Si fuese quería hacerlo lo
hago desde mucho antes. – le dije.
–Bien
no discutamos lo que no ha sucedido. – dijo el padre de Austin. – Estará todo
bien, mañana estos chicos se casaran. – palmeó el hombro de mi padre. – Todo
está bien. – dijo y me paso por un lado. – Eres una linda chica. – dijo y
sonrió un poco. – Vamos Austin.
–Tengo
algo que hacer con ___ antes de irme. – dijo Austin yo lo mire sin entender. –
Yo me iré luego. – dijo y me tomo por el brazo y me llevo con él hacia arriba
por las escaleras hasta mi habitación.
–
¿Qué haces? – le dije mirándolo.
Él
me sonrió. – Eh encontrado la manera de que no te cases conmigo. – dijo
sonriendo, fruncí mi ceño con confusión.
–
¿Qué dices Austin?
–Eh
encontrado la manera en que esto se termine. – me dijo sonriendo como si su
plan fuera el mejor del mundo.
–Quiero
casarme contigo…– le dije mirándolo a los ojos.
–___
escúchate…– dijo riendo. – No debí haberte dado cerveza.
–Es
verdad lo que te digo, ya estamos a menos de doce horas Austin, hemos llegado
hasta el final con esto, podemos hacerlo…– lo mire. – Podemos casarnos.
–Te
llamare antes de la boda y te avisare todo…– dijo sonriendo. – Lo pensare esta
noche.
–Si
me dejas plantada en el altar…– entrecerré los ojos. – Te busco y te mato. –
dije sonriendo. Él rió.
–Estás
loca. – dijo y tomo mi rostro entre sus manos para depositar un beso en mi
mejilla como siempre lo hacía. Pero esta vez no gire mi cabeza y nuestras
miradas se engancharon.
–Te
quiero también. – le dije. – Te quiero demasiado. – él sonrió, supe por el
brillo en su mirada que era algo que llevaba esperando. Sonreí y me coloque de
puntillas pegando mis labios con los de él.
Él
se mantuvo un momento quieto pero luego sus labios se movieron junto a los míos
y supe que esto era lo que debía pasar, volví al suelo y él se inclinó hacia
mí, se detuvo luego del beso y me miro a los ojos, sonreí y él hizo lo mismo. –
Estas loca sabes. – dijo él en un susurró, reí.
–Lo
sé. – dije.
Él
colocó sus manos en mis caderas y me llevo hacia él, yo reí y me tomé de su
cuello, comenzamos a besarnos nuevamente mientras sonreíamos a veces, sus manos
apretaron fuerte mi cadera y mi cuerpo se estremeció un poco. Él me soltó y se
dio la vuelta camino hasta la puerta de la habitación y pasó el seguro me miro
y sonrió, reí traviesamente, estábamos loco por este paso que estábamos dando.
Él
se apresuró a llegar a mí y me cargó, enrede mis piernas alrededor de él y
caímos en la cama, reímos y continuamos besándonos. Él se encontraba encima de
mí, acaricie su cuello y él mi cintura, continuó besándome y de repente en un
momento… rompimos en risa, él se bajó de encima de mí y quedo acostado a mi
lado. – No podemos. – dijo él sonriendo.
–Cierto.
– dije y suspire luego de reírme. – ¿Cómo se supone que haremos en la luna de
miel?
–Te
eh dicho que he encontrado la solución. – dijo sonriendo.
–Bueno…–
dije y suspiré. – Besas bien…– dije sonriendo.
–Tú…–
me miro. – Estás loca. – dijo riendo. Reí. – Tú también besas bien. – me dijo y
tomo mi mano depositando un beso en ella. Nos sentamos aun riendo y lo mire. –
Debo irme. – me dijo. – Debo dejarte descansar…– me miro a los ojos. – Me
alegra saber que me quieres tanto como yo a ti…
–Si…–
dije en un suspiró.
–Bueno…
descansa ¿vale? – me miro. – Mañana será un día duro. – dijo.
–Lo
sé. – dije con un bostezo.
–Bueno…–
me miro a los ojos. – Te quiero ___ Jess, eres la mejor persona que eh conocido.
– dijo y deposito un beso en mi frente.
–Te
quiero más Austin Norris. – dije y también deposite un beso en su frente
haciéndolo reír.
–Estás
loca. – me repitió sonriendo. – Adiós ___, te quiero. – dijo y me abrazo, lo
abrace y se levantó de la cama.
–Te
veo mañana. – dije y le giñe el ojo y sonriéndole.
–Descansa.
– dijo saliendo de mi habitación y cerrando la puerta tras de él.
CAPITULO 17 –PARTE 2–
*EL DÍA DE LA BODA*
Me
levante, la felicidad de irme a casar no era la misma hace unas horas antes de
la media noche. Ahora estaba un poco desanimada, Fabiana me llevo el desayuno a
la cama sonriéndome, le sonreí, fui al baño me duche, lave mi cabello, salí en
la toalla de baño pero debajo con mi ropa interior. Termine de comer, me
cepille los dientes. Las personas llegaron, las que me arreglarían a mí y a
Fabiana.
Nos
sentamos en nuestras sillas, las personas comenzaron a arreglarnos, eran las
7:30am, la boda era a las 9am así que se enfocaron en los peinados, mi peinado
era un enganche de lado con una cascada de ondulados cayendo por mi hombro,
comenzó la otra persona con el maquillaje, me mire al espejo e intente no
llorar, mire por la ventana, era un día brilloso, el sol ya había salido y daba
su luz suavemente. Mire a las personas que me arreglaban, se veían tan felices
y satisfechos de hacer su trabajo. Luego de terminar, ya eran las 8:20am me
coloque de pie y trajeron el vestido, Fabiana me miro y se despidió de mí, ella
me esperaría en el altar, así que de aquí en adelante estaría sola, suspiré, mi
madre había quedado en venir pero sería solo a la boda, no llegaría a casa de
mi padre, ya Austin había llegado más temprano y aunque yo estaba dormida él se
llevó lo que yo había preparado en una maleta. Así que solo quedaba vestirme e
ir al altar.
Me
coloqué el vestido, sonreí conmovida en cómo me veía con el resultado final.
Suspire un par de veces para no llorar y arruinar el maquillaje. Así que me
enfoque en mirar el vestido detalladamente mientras me mantenía frente al
espejo, era blanco, con algunos reflejos color rosa, el color que no me gustaba
pero aun así se veía bien, era con un
poco de escote en el pecho y la espalda, su tela deslizada en mis hombros lucia
muy bien, no tenía una cola muy larga, solo un poco para cubrir los tacones
blancos. Me dieron el ramo de rosas rosadas, les sonreí a las personas allí en
la habitación conmigo. – Quedo hermosa señorita. – me comento una de las
señoras, asentí dándole las gracias.
Ellas
recogieron sus cosas y yo tome mi celular, había un mensaje de Austin, fruncí
mi ceño.
“Ve
al muelle, te iré a buscar allí, tengo todo planeado, solo hazlo.”
Respire
profundo, nos escaparíamos, sonreí. Él estaba loco, sabía que mi padre nos
podía encontrar en cualquier lado. Una de las chicas se acercó a mí, colocó un
collar de perlas, unas pulseras, los sarcillos. Suspire. – ¿Ya está el taxis
abajo? – pregunte. Ella asintió. – Bien, debo irme y prepararme allá en el
lugar. – dije ellas asintieron, tome mi celular y mi ramo de rosas y salí de mi
habitación, mi padre no se encontraba en el lugar estaba en el lugar de la boda
fijándose que todo saliera como se había decidido. Abrí la puerta de la casa y
mire tras de mí, un guardaespaldas, el de siempre venía bajando las escaleras
distraídamente, así que fue mi oportunidad y salí completamente de la casa,
subí al taxi. – Al muelle, por favor. – le dije y me miro extrañado. – Mi
prometido me ira a buscar allá. – le dije. Él asintió. – Apresúrese por favor.
– dije y comencé a sentir el calor.
*JUSTIN*
Me
senté en el sofá de la sala con los chicos, estábamos viendo películas, eran
las 10 de la mañana, suspire y Susana se recostó a mi pecho ya que estaba
sentada a mi lado.
Chaz
comenzó a pasar los canales mientras el otro estaba en comerciales. – ¡DÉJALO ALLÍ! – dijo Susana emocionada. Miramos todos la Tv.
“Y
en vivo estamos trasmitiendo la boda esperada de los hijos de estos dos
empresarios” se mostró la foto del padre de ___ y la foto de otro señor. Los
chicos me miraron fruncí mi ceño un poco y baje la mirada, mi cuerpo se tenso
había llegado el momento. La cámara transmitía el lugar de la ceremonia,
enfocaba a varios invitados.
–Cambia
eso, somos chicos, no nos gusta eso. – dijo Ryan sintiendo como estaba yo de
tenso. Chaz lo cambio. Solté una respiración que retenía.
–Lo
iré a ver en la habitación. – dijo Susana poniéndose de pie y caminando hacia
la habitación de huéspedes que le habíamos prestado o mejor dicho que yo le
había asignado para que durmiese los días que se quedara.
*RYAN*
Vi
como Justin se había tensado, mire a los demás chicos tratando de saber que
debíamos hacer, él suspiro y Chaz colocó nuevamente la película. Él no aparto
la mirada del televisor aun sabíamos que sus pensamientos estaban en otro lado.
Busque
junto a Khalil las cervezas y continuamos viendo la película mientras sentíamos
la tensión en el ambiente.
Vi
a Justin fruncir el ceño con un poco de malestar, me miro. – Coloca nuevamente
las noticias. – me dijo con voz fría.
–Justin
pero la película…
–Coloca
el canal donde estaban pasando la boda. – me dijo él, sentí su dolor, era
imposible no sentirse mal por él.
–Esta
parte es buena. – dijo Chaz señalando la película.
–Sí,
no la cambies. – dijo Khalil.
Ninguno
queríamos que Justin se torturara a si mismo viendo la boda. Trague grueso, y
aunque no cambiamos el canal una noticia entro en la pantalla.
“Directamente
desde Denver, Colorado les informamos una desgracia” Justin frunció el ceño,
todos nos miramos, las cámaras pasaban parte de la ceremonia. Justin abrió sus
ojos. “Tristemente acaba de pasar algo que ninguno de nosotros se esperaba, los
novios no llegaron a la ceremonia” mire a Justin. “Al
parecer camino al lugar” la imagen salto de la ceremonia a una vía con
un auto en fuego “La pareja Austin Norris y ___ Jess,
han tenido un accidente donde trágicamente han muerto” mi corazón se
detuvo, Justin se mantuvo quieto, no le vi moverse ni si quiera pude ver si
respiraba, sus ojos se cristalizaron “La pareja quien
se dirigía a la ceremonia han estallado en llamas en el auto del novio”
las imágenes mostraban los bomberos deteniendo el fuego y solo se veía una nube
de humo detrás de la periodista quien estaba en el lugar. “Personas que estaban cerca nos aseguran haberlo visto a él y
a su prometida” miré a Justin, en su mejilla había un camino de humedad.
No sabía qué hacer. Justin tenso su mandíbula.
Los
chicos estaban en shock al igual que yo, no sabíamos cómo actuar. Él sonido de
mi celular me hizo saltar en mi lugar, una llamada de Fabiana, conteste
inmediatamente. – ¿Qué sucede? – pregunte al apenas atender la llamada.
–
¡___ HA MUERTO! – grito llorando. – ¡HA MUERTO RYAN! – sentí su dolor en la
voz, mis lágrimas salieron.
Mire
a Justin quien dejó caer la lata de cerveza al suelo y se levantó de lugar
llevándose a todo lo que tuviera por delante él. – Justin. – susurró Christian
y se colocó de pie. Colgué la llamada y fui tras Justin como todos los chicos,
él se encontraba en su habitación, antes de entrar sentí su grito, un NO
fuerte, un grito desgarrador, comencé a llorar aunque debía mantenerme fuerte.
Escuche un par de golpes y cosas tirarse contra la pared.
–JUSTIN.
– Dije entrando en la habitación.
–
¡DÉJAME EN PAZ! – gritó. Y tiro una de las lámparas al suelo. Corrí hacia él y
lo abracé por detrás deteniéndolo.
–JUSTIN
DETENTE. – le dije aunque a mí también me dolía. Vi los chicos derramar algunas
lágrimas mientras veían la escena.
–
¡DÉJAME! ¡DÉJAME! – gritó, pude sentir su dolor desgarrar su alma.
–DETENTE
HERMANO. – le dije llorando.
–
¡ELLA ERA MI VIDA! – gritó. Eso me golpeó el corazón como nunca antes había
sentido. – ¡DÉJAME! ¡QUIERO MORIR! ¡DÉJAME! – grito.
–NO
BROTH, DETENTE. – le dije aun sosteniéndolo.
–
¡DÉJAME! – gritó se escapó de mis brazos
lo mire. Él cayó de rodillas frente a mí gimiendo de dolor. – ¡NOOOO! – gritó
mientras con sus puños golpeó el suelo. – ¡ELLA ERA MI VIDA! ¡NOOO! – gritó y
el grito llego a todos los rincones de la casa, estremeciéndonos de dolor a
todos. Mire a un lado y en la puerta estaba Susana llorando con su boca tapada.
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