jueves, 10 de septiembre de 2015

CAPITULO 19

ME QUEDARÉ CONTIGO PARA SIEMPRE





Me desperté, eran como las tres de la tarde… mire a un lado, no estaba mi mamá, ya hacía una semana, fruncí mi ceño y me levante de la cama. Me duche y me coloque unos jeans cortos (short), me coloqué una camiseta de tirantes, como no saldría de la casa. Comí cereal con leche y luego me senté a ver Tv, el timbre sonó fruncí mi ceño, mi madre tenía llave de apartamento así que camine hasta la puerta y mire por el pequeño hoyuelo, abrí mis ojos de la sorpresa y me mantuve en silencio.

Abrí la puerta y ya ella se iba, se dio la vuelta y me miro, sus ojos se abrieron enormemente. – ¡___! – grito y corrió hacia mi llorando, comencé a llorar. – ¡ESTAS VIVA! – lloró. – ¡ESTAS VIVA! – me apretó más.

– ¿Cómo has llegado acá? – dije sin entender.

–Tu madre me envió… no supe para que pero…. ¡OMG! – chilló y lloro. – ¡ESTAS VIVA! – me abrazo sin dejar de llorar. – ¿Estas bien? – dijo mirándome. Asentí y lloré. – ¿Y Austin? – pregunto y miro tras de mi por encima de mi hombro.

–Él…– dije y apreté mis labios, no debía llorar. – Él falleció ese día…– dije y baje la mirada al suelo.

– ¿Cómo así? ¿Si fue cierto entonces? – me miro asustada.

–Si pero… yo no iba con él…– dije y suspire, subí la mirada sonriendo. – Pasa, tengo cosas que contarte… y tú a mí…

–___ no hay nada que contar. – dijo ella caminando hacia mi habitación. – Te he llorado todo este tiempo. – dijo secando sus mejillas. – Joder agradezco a Dios que estés bien…– dijo y nos sonreímos.

–Yo… solo eh estado acá. – dije y mire a mi alrededor…– Este departamento es un obsequio de Austin. – dije mirándola. Ella sonrió y seco sus mejillas.

–___. – dijo y me miro con sus ojos abierto y recuperando su compostura luego de un buen rato hablando sobre las cosas que habían pasado y sobre el accidente. – Estoy feliz de que estés aquí y todo eso pero…– se puso de pie. – ¡Debo ir avisarle a Justin! – dijo mirándome. – Él está mal… él aún no sabe que estas viva…– dijo y se acercó a mí. – Te quiero. – me dijo y me abrazo. – ¡DEBO IR A DECIRLE A LOS CHICOS! – dijo sonriendo y saliendo de apartamento, quede paralizada no sabía qué hacer, sonreí para mí misma, a Austin… le agradaba mi amistad con Fabiana, y yo sabía exactamente porque.




*RYAN*


– ¡RYAN! ¡RYAN! – escuche Fabiana entrar gritando. Corrí hasta ella asustado.

– ¡¿QUÉ PASA?! – Dije tomándola entre mis brazos al verla llorar.

– ¡ESTA VIVA! – me dijo.

– ¿QUÉ? – fruncí mi ceño.

– ¡___! ¡ELLA ESTA VIVA! – dijo sonriendo y llorando.

–Pero…

–VENGO DE VERLE. – me dijo. – ESTA ACÁ EN LA CIUDAD. – la mire sin saber que hacer. – ¡DILE A JUSTIN! – me gritó. Asentí y corrí hasta la habitación de Justin.

– ¡JUSTIN! – entre de prisa a la habitación. Él estaba tirado en el suelo mirando a la nada.

– ¡SALTÉ! ¡LARGATE! – me gritó y se colocó de pie.

– ¡JUSTIN, ___ ESTA VIVA! – le dije tomándolo por los brazos.

– ¡DÉJAME! ¡SOLO LO DICES PARA HACERME SENTIR BIEN! ¡ELLA MURIÓ Y MI CORAZÓN CON ELLA! – me gritó y me empujo tan fuerte que casi caía al suelo.

– ¡JUSTIN MIRAME! – Dije y tome su rostro– Lo está. – dije mirándolo a los ojos. – Ella está viva. – le dije.

– ¡DÉJAME EN PAZ! ¡PURAS MENIRAS! – grito y se soltó de mi agarre. – Quiero morirme…– dijo con voz fría y sus ojos oscuros.

– ¡JUSTIN FABIANA LLEGÓ DE VERLE! – le grite mirándolo. Él me miro por un momento quieto, su respiración era espesa, me ocasionaba algo de miedo, se dio la vuelta y tomo otro trago de alcohol, lo mire, era imposible sacarlo de ese lugar. – Justin… escúchame…– dije en voz baja.

–LARGATE O TE MATARE. – dijo sin mirarme, suspire y salí de la habitación, él lo haría, él estaba en la oscuridad. Me mantuve un momento fuera de la habitación y vi entrar a Susana, miro a Justin y lo abrazo por la espalda.

–Estará todo bien bebe. – dijo ella llorando.

– ¡SUÉLTAME! – le grito él y se soltó de su abrazo bruscamente haciendo que ella cayera al suelo.

– ¡JUSTIN ESTOY AQUÍ, CONTIGO! – le grito ella poniéndose de pie caminando hacia él, tomo su rostro y dio un par de besos castos.

– ¡DÉJAME! – le grito y la lanzó contra la cama.

– ¡JUSTIN! – le grite.

A él no le intereso, tomó a Susana por un brazo y la levantó del lugar. – JUSTIN ESTAS DEMASIADO EBRIO DEJAME AYUDARTE. – dijo ella mirándolo, pero supe que también estaba asustada.

–NO QUIERO VERTE. – le dijo. – NI A TI, NI A NADIE. – me miro y regreso su mirada a Susana. – DÉJAME EN PAZ. – le dijo y la tiro hacia la puerta, ella no cayó al suelo solo se mantuvo fuerte y de pie. – ¡LARGATE! – dijo sacándola completamente de la habitación y cerrando la puerta con fuerza que parecía que la desencajaría.

Susana cayó al suelo llorando. – Esa persona no es él. – dijo llorando. – No es él. – tapó su cara.

–Deberías ir a tu habitación. – dije poniéndola de pie.

–Ryan no es él. – dijo mirándome y llorando. – ¿Qué le ha pasado a mi Justin? – lloró más.

–Está mal. – dije y la hice caminar hacia las escaleras abajo. – Deberías entenderlo…– la mire. – Él…

– ¡LO SÉ! ¡LO SÉ PERFECTAMENTE! – chilló. – ¡ÉL LA AMABA!

–Aun él la ama, si no, no estuviera de esa forma.

– ¡PUES HARÉ QUE LA OLVIDE! – dijo ella llorando y bajo corriendo a su habitación. Me quede de pie y suspire. Baje las escalera mire a la sala, no estaba Fabiana, fruncí mi ceño y me fui a la cocina a ver si se encontraba a allí, pero tampoco estaba.

–Se ha ido…– dijo Chaz, lo miré.

– ¿Sabes a dónde? – pregunté, él negó con un movimiento de cabeza. Suspire y salí dela cocina y me fui a sentar en el sofá, debía analizar la situación, Justin estaba más que grave.




*___*


Me acosté en la cama y mi puerta la tocaron bruscamente, brinque del susto y me senté. Abrí mis ojos, y por un momento sentí miedo de que fuera mi padre. – ¡___ SOY YO, FABIANA! – gritaron en la puerta, corrí a abrirle, me sentí algo extraña no sabía si había regresado acompañada con Justin, ya eran casi las siete de la noche.

Abrí la puerta y vi que venía acompañada de Khalil, él me miro sorprendido. – Ves que es verdad y no estoy loca. – dijo ella entrando al apartamento, él me miró yo le sonreí nerviosa, él solo me abrazo. Paso al apartamento y cerré la puerta. – Deberías venir con nosotros ___. – me dijo Fabiana la mire sin entender. – Justin no creé que estés viva…

–Pero se lo has dicho…

–Se lo ha dicho Ryan y no le creé, deberías ir con nosotros a casa.

–Bueno yo…– suspiré nerviosa, yo lo había abandonado ese día y no sabía y el querría verme.

Khalil recibió una llamada y se alejó un poco de nosotras, me mantuve en silencio, él de un momento a otro regresó en preocupado. – ¡DEBES VENIR CON NOSTROS!

– ¿Qué sucede? – dije preocupada.

–Justin ha tomado un arma y no deja que se le acerquen, creemos que piensa matarse. – dijo, me puse de pie con Fabiana. – ¡DEBEMOS IRNOS YA! – dijo y abrió la puerta del apartamento, corrí a mi habitación y tome mi celular mi suéter largo y mis llaves del apartamento, corrí hasta la salida y cerré la puerta con llave, bajamos corriendo las escaleras y subimos al auto, comencé a llorar, no quería perder a Justin también.

–LLÉVAME CON ÉL. – dije llorando en el asiento de atrás. – Fabiana avísale a mi madre que estoy contigo.

–Llegaremos a tiempo ___. – dijo Fabiana llorando un poco y tratando de calmarme, Khalil había puesto toda la velocidad en su auto, y luego de un momento ya comenzaba a reconocer la vía hacia la casa de los chicos.

Al estacionar el auto frente a la casa, bajamos corriendo, entramos a la casa, Ryan nos miró, me miro al igual que lo hizo Khalil. – ¡¿QUÉ TE SUCEDIÓ?! – dijo llorando Fabiana al verle sangrar del brazo.

–Intente acercarme a quitarle el arma y me disparo. – dijo él sosteniendo una camiseta blanca allí para detener el sangrado. Fabiana lo abrazó llorando. – Pero estoy bien. – dijo.

– ¿DÓNDE ESTÁ ÉL? – pregunte mirándolo mientras unas lágrimas recorrían mi mejilla.

–Arriba en su habitación. – dijo y comencé a correr hacia la habitación. Ellos venían tras de mí, fui abrir la puerta cuando Ryan gritó. – ¡ESPERA! – lo miré. – Abriré yo…

– ¡NO! – gritó Fabiana tratando de detenerlo.

–No pasara nada. – dijo él.

–Te ha disparado. – dijo llorando. Él se soltó de Fabiana y abrió la puerta.

–Justin…– lo vi decir. – Espera…– dijo mirándolo con las manos arriba. – Ella está aquí. – le dijo.

– ¡NO MIENTAS! ¡VETE O ESTÁ VEZ SI NO FALLARE! – le gritó.

–Pasa. – me dijo.

Mis manos sudaban estaba nerviosa y llorando. Entre a la habitación pasando tras él, sentí el frió de la noche en la habitación, no tría mi suéter puesto lo había dejado abajo con mis cosas. – ¡VETE! – gritó Justin aun sin creerle.

Me apresure a salir ante su vista. – Estoy aquí Justin. – dije mirándolo, él estaba con sus nudillos lastimados, toda la habitación era un desastre, todo estaba en el suelo. Él me miro y no reaccionó, continuaba apuntando en dirección a Ryan. – Sal Ryan. – le dije.

–___ estas segura…

–Puedo con esto. – dije sin dejar de mirar a Justin quien estaba llorando desde que entre a la habitación. Ryan salió de la habitación. – Justin. – dije mirándolo, él me miraba pero era como si no estuviese allí, esta vez sus ojos estaban casi de color negro, él gemía en silencio. – Estoy aquí…– le susurré. Él bajo su brazo aun con su arma en la mano.

–No eres tu…– dijo llorando y bajando la mirada al suelo.

–Si lo soy, mírame. – dije y tomé su rosto y lo obligué a mirarme sus ojos estaba cerrado. – ¡MIRAME! – le ordené, él abrió sus ojos y comenzó a llorar.

–Estás muerta…– lloró.

–No…– le dije. – Estoy aquí contigo. – lleve mis manos hasta su arma la cual sostenía muy fuerte. – Ven… tócame…– dije mientras le quitaba su arma. Ryan miraba desde la puerta. Justin soltó lentamente su arma. Yo se la quite por completo y estire mi brazo para entregársela a Ryan, Justin miró a Ryan llorando y luego me miro a mí. – Cierra la puerta. – le dije a Ryan sin mirarlo. Ryan salió y cerró la puerta. – Mírame. – dije tomando el rostro de Justin, él me miro y comenzó a llorar más, yo lloré, me ocasionaba dolor verlo así. – ¡MIRAME JUSTIN! – dije llorando. – Soy yo…– le dije y coloqué sus manos en mis mejillas. – ¡ESTOY AQUÍ! – le dije. Él solo lloraba. – ¡REGRESA A MÍ! – le suplique mirando sus ojos los cuales aún estaban oscuros. – Estoy contigo, siénteme, estoy viva. – apreté más sus manos contra mis mejillas.

–___... – susurró él.

–Sí, sí, soy yo. – dije mirándolo. – Estoy aquí. – él lloro más. Y me soltó se giró quedando contra la pared. – ¡MÍRAME! – le suplique volteándolo. – ¡MIRAME! – lloré. – ¡SOY YO! NADIE MÁS…– tome su rostro entre mis manos y lo incline hacia mí, él lloraba con sus ojos cerrados. – Mírame por favor…– le susurré llorando.

Él abrió sus ojos llorando. – ___ nena, estas aquí…– susurró.

Asentí. – Sí Justin, estoy aquí. – le dije, sus ojos estaban un poco claros, solo faltaba un poco más y regresaría a mí. Su respiración espesa chocaba contra la mía, así que lo hale un poco más a mí y lo bese. – Estoy aquí Justin. – le susurré en los labios, él tomó mis caderas y me pego a él, ahora sus manos estaban en mi espalda me mantenía abrazada. – Soy yo Justin, regresa conmigo…– le dije besándolo. Sus manos subieron a mi cuello donde lo tomó con fuerza y me presionó más a él.

–Te amo…– dijo llorando mientras besaba mi cuello.

–También te amo Justin. – dije, él sabor a alcohol lo podía ya sentir en mi boca. Él comenzó a llorar más.

–Estás bien. – dijo llorando y tomando mi rostro mientras me miraba a los ojos, el color de sus ojos volvió a la normalidad. – Estás bien. – repitió llorando.

–Estoy bien Justin. – dije llorando pero esta vez era de felicidad.

–Pensé que te había perdido para siempre…– lloró. – No quiero vivir si no es contigo…– dijo llorando. – Me he desecho, pero tú le das sentido a lo que soy…– dijo llorando. – No te vayas ___, no lo hagas nunca más…– dijo llorando.

–No lo haré Justin… no me alejare de ti. – dije mirándolo a los ojos, él comenzó a besarme y luego me abrazo llorando.

–No me dejes ___. – lloró.

–No lo haré Justin…– le dije. – Ven… debes descansar…– le dije, él continuaba llorando. – Debes dormir… mañana será otro día…– le susurré.

– ¿Estarás mañana? – susurró mientras yo lo acostaba en la cama.

–Si… ahora acuéstate, debes dormir. – le dije y lo acosté.

–Quédate acá. – me dijo y me abrazo a él.

Me acomodé poco a poco quedando recostada a las almohadas, él se había quedado dormido sobre mi pecho, sentí su respiración serena, lloré en silenció, lo amaba y me dolía verlo así. Había sufrido al igual que yo o quizás más en esta semana… suspiré y acaricié su cabello mientras veía su hermosa cara.

– ¿Dónde está Justin? – escuche la voz de una chica afuera de la habitación. – ¿Está bien? Déjame pasar.

–Lo está, él está bien, pero no debes pasar. – escuche la voz de Khalil.

– ¿Por qué? Soy su novia.

–No, no debes pasar. – escuche el forcejeó. – Él está dormido. – le dijo. – Lo despertaras y será difícil calmarlo nuevamente…– dijo.

–Pero solo déjame verle…

–No Susana, espera hasta mañana. – dijo él.

No escuche más nada, y suspiré, mi corazón estaba un poco acelerado, me sentía un poco molesta por su terquedad y un poco celosa por escuchar “soy su novia”, fruncí mi ceño y me mantuve en silenció mientras Justin dormía en mi pecho.



*JUSTIN*

Desperté un poco asustado y me senté de golpe en la cama, mire mi alrededor, la habitación estaba hecha un desastre, me miré a mí mismo, aún tenía la misma ropa, los mismos zapatos… mire a mi alrededor, ella no estaba, no podía ser que solo fuera un sueño, no podía serlo, mis mejillas se humedecieron nuevamente, me moví hasta la horilla de la cama y cuando me fui a poner de pie la vi salir del baño, mi corazón se detuvo no había sido un sueño, ella me sonrió un poco. – Estás aquí. – dije  me moví rápidamente y la abrace. Bese su cabello y la apreté a mi. – Estas aquí. – repetí con mis ojos cerrados agradeciéndole a Dios que ella estuviese con vida. Me separe un poco de ella y tome su rostro entre mis manos. – Estas bien… estas aquí. – le dije mirándola a los ojos.

–Estoy bien Justin…– dijo ella sonriendo un poco.

–Casi muero nena, iba a morir si no estabas conmigo nunca más…– dije y no le permití responder, pegué mis labios a los de ella, la besé, la besé como si nunca la fuese besado, ella me tomó por el cuello y se pegó a mí. Haló mi cabello en la parte de atrás, me volvía loco que hiciera esa cosa. – Te amo nena. – dije separándome un poco de ella y mirándola a los ojos.

–Te amo Justin…– me respondió ella y volvió a besarme, baje mis manos hasta el centro de su espalda y la pegué a mí. Ella coloco sus brazos alrededor de mi cuello quedando sobre la punta se sus pies.

–No te vayas nena… no me dejes…– le dije abrazándola.

–No iré a ninguna parte Justin…–  me dijo ella mirándome a los ojos y depositando un suave beso en mis labios. – Me quedaré contigo para siempre. – Dijo y derramó una lágrima.

– ¿Por qué lloras? – pregunté aun sosteniéndola en mis brazos.

–Austin… él murió porque esto pasara…– dijo ella mirándome a los ojos.

–Entonces… el accidente fue verdad…– le pregunté, ella asintió sin decir nada solo mirándome. – ¿Cómo es que tu estas aquí?

–Íbamos a escapar, él había quedado en buscarme pero no sucedió, a cambio mi madrees la que fue por mí…– dijo ella y bajo la mirada.

–Está bien nena. – dije y la abrace poniendo su rostro en mi pecho. – Solo puedo decir que estoy alegre porque estas tu aquí, estas bien…– dije y bese su cabeza.

–Te extrañe. – me dijo abrazándome fuerte y llorando.

–No más que yo a ti. – le dije y volví a tomar su rostro la hice mirarme. – Te amo ___... te amo demasiado. – pegue mi frente junto a la de ella. – Quédate conmigo por siempre.

–Lo haré Justin… no te dejare nunca más. – dijo ella sonriendo un poco mientras derramaba una lágrima.

–Me harás el hombre más feliz de este mundo. – le dije tomándola entre mis brazos, ella dio un pequeño grito por la sorpresa y la lleve hasta la cama quedando yo encima de ella, ella rió y me miro a los ojos quedándose quieta y dejando de sonreír.




*___.*


Lo mire a los ojos, él era todo lo que había esperado este tiempo, todo lo que quería… él se inclinó poco a poco hacia mí y me beso, cerré mis ojos. Sentí que él sonrió. – Te vez hermosa…– me dijo, abrí mis ojos y sonreí. Él comenzó a dar pequeños besos en mi cuello haciéndome reír y luchar contra él para que dejara de hacerlo, se quedó quieto y me miro en silencio su manos izquierda bajo y se colocó entre nosotros. Comenzó a desabrochar mi short.

–No, espera. – dije mirándolo, él me miro confundido.

– ¿No quieres? – dijo mirándome.

–No, no es eso. – dije y suspire. – Es que…– apreté mis labios. – La estoy pasando…– dije y mordí mi labio aguantando mi pena. Él sonrió sabiendo que me refería a mi período.

–Entonces esperemos. – dijo y me dio un pequeño beso en los labios.

–Tiene olor a alcohol hasta en la ropa…– dije mirándolo, él sonrió. – Deberías ir a ducharte mientras yo… te espero acá o quizás abajo.

–Está bien… como digas. – dijo sonriendo y quitándose encima de mí. Me quede acostada un momento y suspiré, mire hacia arriba, al parecer todo se estaba arreglando…– Si salgó del baño y aun estás allí no me importará que la estés “pasando”– dijo, reí y me senté.


–Anda a ducharte. – dije riendo. Él se acercó nuevamente a mí y me dio otro beso, reí. Él quito su camiseta y me la tiró sonriendo, reí y negué con la cabeza, él se dio la vuelta y entro al baño.

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