ME QUEDARÉ CONTIGO PARA SIEMPRE
Me
desperté, eran como las tres de la tarde… mire a un lado, no estaba mi mamá, ya
hacía una semana, fruncí mi ceño y me levante de la cama. Me duche y me coloque
unos jeans cortos (short), me coloqué una camiseta de tirantes, como no saldría
de la casa. Comí cereal con leche y luego me senté a ver Tv, el timbre sonó
fruncí mi ceño, mi madre tenía llave de apartamento así que camine hasta la
puerta y mire por el pequeño hoyuelo, abrí mis ojos de la sorpresa y me mantuve
en silencio.
Abrí
la puerta y ya ella se iba, se dio la vuelta y me miro, sus ojos se abrieron
enormemente. – ¡___! – grito y corrió hacia mi llorando, comencé a llorar. –
¡ESTAS VIVA! – lloró. – ¡ESTAS VIVA! – me apretó más.
–
¿Cómo has llegado acá? – dije sin entender.
–Tu
madre me envió… no supe para que pero…. ¡OMG! – chilló y lloro. – ¡ESTAS VIVA!
– me abrazo sin dejar de llorar. – ¿Estas bien? – dijo mirándome. Asentí y
lloré. – ¿Y Austin? – pregunto y miro tras de mi por encima de mi hombro.
–Él…–
dije y apreté mis labios, no debía llorar. – Él falleció ese día…– dije y baje
la mirada al suelo.
–
¿Cómo así? ¿Si fue cierto entonces? – me miro asustada.
–Si
pero… yo no iba con él…– dije y suspire, subí la mirada sonriendo. – Pasa,
tengo cosas que contarte… y tú a mí…
–___
no hay nada que contar. – dijo ella caminando hacia mi habitación. – Te he
llorado todo este tiempo. – dijo secando sus mejillas. – Joder agradezco a Dios
que estés bien…– dijo y nos sonreímos.
–Yo…
solo eh estado acá. – dije y mire a mi alrededor…– Este departamento es un
obsequio de Austin. – dije mirándola. Ella sonrió y seco sus mejillas.
–___.
– dijo y me miro con sus ojos abierto y recuperando su compostura luego de un
buen rato hablando sobre las cosas que habían pasado y sobre el accidente. –
Estoy feliz de que estés aquí y todo eso pero…– se puso de pie. – ¡Debo ir
avisarle a Justin! – dijo mirándome. – Él está mal… él aún no sabe que estas
viva…– dijo y se acercó a mí. – Te quiero. – me dijo y me abrazo. – ¡DEBO IR A
DECIRLE A LOS CHICOS! – dijo sonriendo y saliendo de apartamento, quede
paralizada no sabía qué hacer, sonreí para mí misma, a Austin… le agradaba mi
amistad con Fabiana, y yo sabía exactamente porque.
*RYAN*
–
¡RYAN! ¡RYAN! – escuche Fabiana entrar gritando. Corrí hasta ella asustado.
–
¡¿QUÉ PASA?! – Dije tomándola entre mis brazos al verla llorar.
–
¡ESTA VIVA! – me dijo.
–
¿QUÉ? – fruncí mi ceño.
–
¡___! ¡ELLA ESTA VIVA! – dijo sonriendo y llorando.
–Pero…
–VENGO
DE VERLE. – me dijo. – ESTA ACÁ EN LA CIUDAD. – la mire sin saber que hacer. –
¡DILE A JUSTIN! – me gritó. Asentí y corrí hasta la habitación de Justin.
–
¡JUSTIN! – entre de prisa a la habitación. Él estaba tirado en el suelo mirando
a la nada.
–
¡SALTÉ! ¡LARGATE! – me gritó y se colocó de pie.
–
¡JUSTIN, ___ ESTA VIVA! – le dije tomándolo por los brazos.
–
¡DÉJAME! ¡SOLO LO DICES PARA HACERME SENTIR BIEN! ¡ELLA MURIÓ Y MI CORAZÓN CON
ELLA! – me gritó y me empujo tan fuerte que casi caía al suelo.
–
¡JUSTIN MIRAME! – Dije y tome su rostro– Lo está. – dije mirándolo a los ojos.
– Ella está viva. – le dije.
–
¡DÉJAME EN PAZ! ¡PURAS MENIRAS! – grito y se soltó de mi agarre. – Quiero
morirme…– dijo con voz fría y sus ojos oscuros.
–
¡JUSTIN FABIANA LLEGÓ DE VERLE! – le grite mirándolo. Él me miro por un momento
quieto, su respiración era espesa, me ocasionaba algo de miedo, se dio la
vuelta y tomo otro trago de alcohol, lo mire, era imposible sacarlo de ese
lugar. – Justin… escúchame…– dije en voz baja.
–LARGATE
O TE MATARE. – dijo sin mirarme, suspire y salí de la habitación, él lo haría,
él estaba en la oscuridad. Me mantuve un momento fuera de la habitación y vi
entrar a Susana, miro a Justin y lo abrazo por la espalda.
–Estará
todo bien bebe. – dijo ella llorando.
–
¡SUÉLTAME! – le grito él y se soltó de su abrazo bruscamente haciendo que ella
cayera al suelo.
–
¡JUSTIN ESTOY AQUÍ, CONTIGO! – le grito ella poniéndose de pie caminando hacia
él, tomo su rostro y dio un par de besos castos.
–
¡DÉJAME! – le grito y la lanzó contra la cama.
–
¡JUSTIN! – le grite.
A
él no le intereso, tomó a Susana por un brazo y la levantó del lugar. – JUSTIN
ESTAS DEMASIADO EBRIO DEJAME AYUDARTE. – dijo ella mirándolo, pero supe que
también estaba asustada.
–NO
QUIERO VERTE. – le dijo. – NI A TI, NI A NADIE. – me miro y regreso su mirada a
Susana. – DÉJAME EN PAZ. – le dijo y la tiro hacia la puerta, ella no cayó al
suelo solo se mantuvo fuerte y de pie. – ¡LARGATE! – dijo sacándola completamente
de la habitación y cerrando la puerta con fuerza que parecía que la
desencajaría.
Susana
cayó al suelo llorando. – Esa persona no es él. – dijo llorando. – No es él. –
tapó su cara.
–Deberías
ir a tu habitación. – dije poniéndola de pie.
–Ryan
no es él. – dijo mirándome y llorando. – ¿Qué le ha pasado a mi Justin? – lloró
más.
–Está
mal. – dije y la hice caminar hacia las escaleras abajo. – Deberías entenderlo…–
la mire. – Él…
–
¡LO SÉ! ¡LO SÉ PERFECTAMENTE! – chilló. – ¡ÉL LA AMABA!
–Aun
él la ama, si no, no estuviera de esa forma.
–
¡PUES HARÉ QUE LA OLVIDE! – dijo ella llorando y bajo corriendo a su
habitación. Me quede de pie y suspire. Baje las escalera mire a la sala, no
estaba Fabiana, fruncí mi ceño y me fui a la cocina a ver si se encontraba a
allí, pero tampoco estaba.
–Se
ha ido…– dijo Chaz, lo miré.
–
¿Sabes a dónde? – pregunté, él negó con un movimiento de cabeza. Suspire y salí
dela cocina y me fui a sentar en el sofá, debía analizar la situación, Justin
estaba más que grave.
*___*
Me
acosté en la cama y mi puerta la tocaron bruscamente, brinque del susto y me
senté. Abrí mis ojos, y por un momento sentí miedo de que fuera mi padre. –
¡___ SOY YO, FABIANA! – gritaron en la puerta, corrí a abrirle, me sentí algo
extraña no sabía si había regresado acompañada con Justin, ya eran casi las
siete de la noche.
Abrí
la puerta y vi que venía acompañada de Khalil, él me miro sorprendido. – Ves
que es verdad y no estoy loca. – dijo ella entrando al apartamento, él me miró
yo le sonreí nerviosa, él solo me abrazo. Paso al apartamento y cerré la puerta.
– Deberías venir con nosotros ___. – me dijo Fabiana la mire sin entender. –
Justin no creé que estés viva…
–Pero
se lo has dicho…
–Se
lo ha dicho Ryan y no le creé, deberías ir con nosotros a casa.
–Bueno
yo…– suspiré nerviosa, yo lo había abandonado ese día y no sabía y el querría
verme.
Khalil
recibió una llamada y se alejó un poco de nosotras, me mantuve en silencio, él
de un momento a otro regresó en preocupado. – ¡DEBES VENIR CON NOSTROS!
–
¿Qué sucede? – dije preocupada.
–Justin
ha tomado un arma y no deja que se le acerquen, creemos que piensa matarse. –
dijo, me puse de pie con Fabiana. – ¡DEBEMOS IRNOS YA! – dijo y abrió la puerta
del apartamento, corrí a mi habitación y tome mi celular mi suéter largo y mis
llaves del apartamento, corrí hasta la salida y cerré la puerta con llave,
bajamos corriendo las escaleras y subimos al auto, comencé a llorar, no quería
perder a Justin también.
–LLÉVAME
CON ÉL. – dije llorando en el asiento de atrás. – Fabiana avísale a mi madre que
estoy contigo.
–Llegaremos
a tiempo ___. – dijo Fabiana llorando un poco y tratando de calmarme, Khalil
había puesto toda la velocidad en su auto, y luego de un momento ya comenzaba a
reconocer la vía hacia la casa de los chicos.
Al
estacionar el auto frente a la casa, bajamos corriendo, entramos a la casa,
Ryan nos miró, me miro al igual que lo hizo Khalil. – ¡¿QUÉ TE SUCEDIÓ?! – dijo
llorando Fabiana al verle sangrar del brazo.
–Intente
acercarme a quitarle el arma y me disparo. – dijo él sosteniendo una camiseta
blanca allí para detener el sangrado. Fabiana lo abrazó llorando. – Pero estoy
bien. – dijo.
–
¿DÓNDE ESTÁ ÉL? – pregunte mirándolo mientras unas lágrimas recorrían mi
mejilla.
–Arriba
en su habitación. – dijo y comencé a correr hacia la habitación. Ellos venían
tras de mí, fui abrir la puerta cuando Ryan gritó. – ¡ESPERA! – lo miré. –
Abriré yo…
–
¡NO! – gritó Fabiana tratando de detenerlo.
–No
pasara nada. – dijo él.
–Te
ha disparado. – dijo llorando. Él se soltó de Fabiana y abrió la puerta.
–Justin…–
lo vi decir. – Espera…– dijo mirándolo con las manos arriba. – Ella está aquí.
– le dijo.
–
¡NO MIENTAS! ¡VETE O ESTÁ VEZ SI NO FALLARE! – le gritó.
–Pasa.
– me dijo.
Mis
manos sudaban estaba nerviosa y llorando. Entre a la habitación pasando tras
él, sentí el frió de la noche en la habitación, no tría mi suéter puesto lo
había dejado abajo con mis cosas. – ¡VETE! – gritó Justin aun sin creerle.
Me
apresure a salir ante su vista. – Estoy aquí Justin. – dije mirándolo, él
estaba con sus nudillos lastimados, toda la habitación era un desastre, todo
estaba en el suelo. Él me miro y no reaccionó, continuaba apuntando en
dirección a Ryan. – Sal Ryan. – le dije.
–___
estas segura…
–Puedo
con esto. – dije sin dejar de mirar a Justin quien estaba llorando desde que
entre a la habitación. Ryan salió de la habitación. – Justin. – dije mirándolo,
él me miraba pero era como si no estuviese allí, esta vez sus ojos estaban casi
de color negro, él gemía en silencio. – Estoy aquí…– le susurré. Él bajo su
brazo aun con su arma en la mano.
–No
eres tu…– dijo llorando y bajando la mirada al suelo.
–Si
lo soy, mírame. – dije y tomé su rosto y lo obligué a mirarme sus ojos estaba
cerrado. – ¡MIRAME! – le ordené, él abrió sus ojos y comenzó a llorar.
–Estás
muerta…– lloró.
–No…–
le dije. – Estoy aquí contigo. – lleve mis manos hasta su arma la cual sostenía
muy fuerte. – Ven… tócame…– dije mientras le quitaba su arma. Ryan miraba desde
la puerta. Justin soltó lentamente su arma. Yo se la quite por completo y
estire mi brazo para entregársela a Ryan, Justin miró a Ryan llorando y luego
me miro a mí. – Cierra la puerta. – le dije a Ryan sin mirarlo. Ryan salió y
cerró la puerta. – Mírame. – dije tomando el rostro de Justin, él me miro y
comenzó a llorar más, yo lloré, me ocasionaba dolor verlo así. – ¡MIRAME JUSTIN!
– dije llorando. – Soy yo…– le dije y coloqué sus manos en mis mejillas. –
¡ESTOY AQUÍ! – le dije. Él solo lloraba. – ¡REGRESA A MÍ! – le suplique mirando
sus ojos los cuales aún estaban oscuros. – Estoy contigo, siénteme, estoy viva.
– apreté más sus manos contra mis mejillas.
–___...
– susurró él.
–Sí,
sí, soy yo. – dije mirándolo. – Estoy aquí. – él lloro más. Y me soltó se giró
quedando contra la pared. – ¡MÍRAME! – le suplique volteándolo. – ¡MIRAME! –
lloré. – ¡SOY YO! NADIE MÁS…– tome su rostro entre mis manos y lo incline hacia
mí, él lloraba con sus ojos cerrados. – Mírame por favor…– le susurré llorando.
Él
abrió sus ojos llorando. – ___ nena, estas aquí…– susurró.
Asentí.
– Sí Justin, estoy aquí. – le dije, sus ojos estaban un poco claros, solo
faltaba un poco más y regresaría a mí. Su respiración espesa chocaba contra la
mía, así que lo hale un poco más a mí y lo bese. – Estoy aquí Justin. – le
susurré en los labios, él tomó mis caderas y me pego a él, ahora sus manos
estaban en mi espalda me mantenía abrazada. – Soy yo Justin, regresa conmigo…–
le dije besándolo. Sus manos subieron a mi cuello donde lo tomó con fuerza y me
presionó más a él.
–Te
amo…– dijo llorando mientras besaba mi cuello.
–También
te amo Justin. – dije, él sabor a alcohol lo podía ya sentir en mi boca. Él
comenzó a llorar más.
–Estás
bien. – dijo llorando y tomando mi rostro mientras me miraba a los ojos, el
color de sus ojos volvió a la normalidad. – Estás bien. – repitió llorando.
–Estoy
bien Justin. – dije llorando pero esta vez era de felicidad.
–Pensé
que te había perdido para siempre…– lloró. – No quiero vivir si no es contigo…–
dijo llorando. – Me he desecho, pero tú le das sentido a lo que soy…– dijo
llorando. – No te vayas ___, no lo hagas nunca más…– dijo llorando.
–No
lo haré Justin… no me alejare de ti. – dije mirándolo a los ojos, él comenzó a
besarme y luego me abrazo llorando.
–No
me dejes ___. – lloró.
–No
lo haré Justin…– le dije. – Ven… debes descansar…– le dije, él continuaba
llorando. – Debes dormir… mañana será otro día…– le susurré.
–
¿Estarás mañana? – susurró mientras yo lo acostaba en la cama.
–Si…
ahora acuéstate, debes dormir. – le dije y lo acosté.
–Quédate
acá. – me dijo y me abrazo a él.
Me
acomodé poco a poco quedando recostada a las almohadas, él se había quedado
dormido sobre mi pecho, sentí su respiración serena, lloré en silenció, lo
amaba y me dolía verlo así. Había sufrido al igual que yo o quizás más en esta
semana… suspiré y acaricié su cabello mientras veía su hermosa cara.
–
¿Dónde está Justin? – escuche la voz de una chica afuera de la habitación. –
¿Está bien? Déjame pasar.
–Lo
está, él está bien, pero no debes pasar. – escuche la voz de Khalil.
–
¿Por qué? Soy su novia.
–No,
no debes pasar. – escuche el forcejeó. – Él está dormido. – le dijo. – Lo
despertaras y será difícil calmarlo nuevamente…– dijo.
–Pero
solo déjame verle…
–No
Susana, espera hasta mañana. – dijo él.
No
escuche más nada, y suspiré, mi corazón estaba un poco acelerado, me sentía un
poco molesta por su terquedad y un poco celosa por escuchar “soy su novia”,
fruncí mi ceño y me mantuve en silenció mientras Justin dormía en mi pecho.
*JUSTIN*
Desperté
un poco asustado y me senté de golpe en la cama, mire mi alrededor, la
habitación estaba hecha un desastre, me miré a mí mismo, aún tenía la misma
ropa, los mismos zapatos… mire a mi alrededor, ella no estaba, no podía ser que
solo fuera un sueño, no podía serlo, mis mejillas se humedecieron nuevamente,
me moví hasta la horilla de la cama y cuando me fui a poner de pie la vi salir
del baño, mi corazón se detuvo no había sido un sueño, ella me sonrió un poco.
– Estás aquí. – dije me moví rápidamente
y la abrace. Bese su cabello y la apreté a mi. – Estas aquí. – repetí con mis
ojos cerrados agradeciéndole a Dios que ella estuviese con vida. Me separe un
poco de ella y tome su rostro entre mis manos. – Estas bien… estas aquí. – le
dije mirándola a los ojos.
–Estoy
bien Justin…– dijo ella sonriendo un poco.
–Casi
muero nena, iba a morir si no estabas conmigo nunca más…– dije y no le permití
responder, pegué mis labios a los de ella, la besé, la besé como si nunca la
fuese besado, ella me tomó por el cuello y se pegó a mí. Haló mi cabello en la
parte de atrás, me volvía loco que hiciera esa cosa. – Te amo nena. – dije
separándome un poco de ella y mirándola a los ojos.
–Te
amo Justin…– me respondió ella y volvió a besarme, baje mis manos hasta el
centro de su espalda y la pegué a mí. Ella coloco sus brazos alrededor de mi
cuello quedando sobre la punta se sus pies.
–No
te vayas nena… no me dejes…– le dije abrazándola.
–No
iré a ninguna parte Justin…– me dijo
ella mirándome a los ojos y depositando un suave beso en mis labios. – Me
quedaré contigo para siempre. – Dijo y derramó una lágrima.
–
¿Por qué lloras? – pregunté aun sosteniéndola en mis brazos.
–Austin…
él murió porque esto pasara…– dijo ella mirándome a los ojos.
–Entonces…
el accidente fue verdad…– le pregunté, ella asintió sin decir nada solo
mirándome. – ¿Cómo es que tu estas aquí?
–Íbamos
a escapar, él había quedado en buscarme pero no sucedió, a cambio mi madrees la
que fue por mí…– dijo ella y bajo la mirada.
–Está
bien nena. – dije y la abrace poniendo su rostro en mi pecho. – Solo puedo
decir que estoy alegre porque estas tu aquí, estas bien…– dije y bese su
cabeza.
–Te
extrañe. – me dijo abrazándome fuerte y llorando.
–No
más que yo a ti. – le dije y volví a tomar su rostro la hice mirarme. – Te amo
___... te amo demasiado. – pegue mi frente junto a la de ella. – Quédate
conmigo por siempre.
–Lo
haré Justin… no te dejare nunca más. – dijo ella sonriendo un poco mientras
derramaba una lágrima.
–Me
harás el hombre más feliz de este mundo. – le dije tomándola entre mis brazos,
ella dio un pequeño grito por la sorpresa y la lleve hasta la cama quedando yo
encima de ella, ella rió y me miro a los ojos quedándose quieta y dejando de
sonreír.
*___.*
Lo
mire a los ojos, él era todo lo que había esperado este tiempo, todo lo que
quería… él se inclinó poco a poco hacia mí y me beso, cerré mis ojos. Sentí que
él sonrió. – Te vez hermosa…– me dijo, abrí mis ojos y sonreí. Él comenzó a dar
pequeños besos en mi cuello haciéndome reír y luchar contra él para que dejara
de hacerlo, se quedó quieto y me miro en silencio su manos izquierda bajo y se
colocó entre nosotros. Comenzó a desabrochar mi short.
–No,
espera. – dije mirándolo, él me miro confundido.
–
¿No quieres? – dijo mirándome.
–No,
no es eso. – dije y suspire. – Es que…– apreté mis labios. – La estoy pasando…–
dije y mordí mi labio aguantando mi pena. Él sonrió sabiendo que me refería a
mi período.
–Entonces
esperemos. – dijo y me dio un pequeño beso en los labios.
–Tiene
olor a alcohol hasta en la ropa…– dije mirándolo, él sonrió. – Deberías ir a
ducharte mientras yo… te espero acá o quizás abajo.
–Está
bien… como digas. – dijo sonriendo y quitándose encima de mí. Me quede acostada
un momento y suspiré, mire hacia arriba, al parecer todo se estaba arreglando…–
Si salgó del baño y aun estás allí no me importará que la estés “pasando”–
dijo, reí y me senté.
–Anda
a ducharte. – dije riendo. Él se acercó nuevamente a mí y me dio otro beso,
reí. Él quito su camiseta y me la tiró sonriendo, reí y negué con la cabeza, él
se dio la vuelta y entro al baño.
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