Fui a sentarme en la cama cuando tres golpes sonaron sobre
la puerta, fruncí mi ceño, de seguro se le había olvidado algo a Justin,
suspiré y me levante, camine hasta la puerta y la abrí. Abrí mis ojos. – ¿Qué haces aquí? – fruncí mi ceño al ver a Susana.
– ¡ERES UNA PERRA!
¡¿CREES QUE NO SE QUE JUSTIN PASO LA NOCHE CONTIGO?!
– Sí, paso la noche aquí. – dije tranquila encogiéndome de hombros. – Y te recomiendo que te vayas yendo…– la mire con rabia. – No querrás que te rompa la nariz nuevamente ¿o
sí?
– VENGO A DECIRTE QUE NO QUIERO QUE TE ACERQUES A ÉL. – me miro con rabia, sonreí.
– Cariño… él es el que viene hasta acá. – me encogí de hombros. – No puedo hacer nada al respecto.
– ¡ERES UNA MALDITA!
– Gracias. – sonreí
como si me sintiera orgullosa de serlo. Ella gruño y se lanzó hacia mí pero
antes de que pudiera tocarme la empuje, tan fuerte que fue a dar al suelo.
Escuche la bocina del auto de Lucky y entre al departamento, tome mi celular lo
guarde en mi bolsillo y tome las llaves, salí y cerré la puerta con seguro,
ella se estaba levantado del suelo me miro con rabia tenia algunas lágrimas en
su rostro.
– ¡ERES UNA PERRA! – se lanzó otra vez hacía mí. La volví a empujar
esta vez más fuerte y la mire cuando se encontraba en el suelo.
– Cariño, un perro nunca deja su hogar así le den comida en
la calle. – le guiñe el ojo y camine
hasta las escaleras, vi venir a Lucky y le sonreí.
– ¡___ CUIDADO! – gritó él. Abrí mis ojos y me volteé a ver, yo
estaba unos escalones abajo, así que ella estiro su pierna proporcionándome una
patada en el estómago, grite y caí dando vueltas por las escaleras. – ¡___! – vi a Lucky venir hacia mí, me dolía respirar,
me dolía todo el cuerpo, Lucky llego a mí. – ¿Estás bien? – Me pregunto.
Comencé a llorar cuando sentí un dolor fuerte en vientre. – EL BEBE. – dije desesperada tocando mi vientre y
llorando. Vi de reojos a Susana correr y montarse en su auto. Mi vientre se
sentía como si estuvieran desgarrando la piel del lado de adentro, grité del
dolor. Lucky me tomo en sus brazos y me llevo hasta su auto subimos y él puso
en marcha el auto a toda velocidad.
– ¡ESTARÁ TODO BIEN! –
le escuche decir a lo lejos, me sentía
aturdida, mire a los lados, las gotas de sudor corrían por mi cara, un dolor de
cabeza y todo se colocó borroso. – ¡YA
VAMOS A LLEGAR ___! – escuche muy lejos,
me recosté completa en el asiento de atrás y apreté mi vientre por el dolor.
Desperté sudada en la cama del hospital, fruncí mi ceño,
toqué mi vientre que dolía un poco, aun todo se veía borroso, mire mi mano
tenía unas vías. – ___. – escuche, todo hacía eco, fruncí mi ceño. Me
mire, estaba en una bata de paciente, fui a mover mis piernas y sentí un dolor
y ardor en mi intimidad. – ¿Cómo te
sientes? – volví a escuchar, esta vez no
hacía casi eco la voz y estaba enfocando más mi vista, mire a mi derecha y veo
a Lucky con su nariz roja, sonreí un poco. Él sonrió, y una pequeña lágrima
salió de su ojo izquierdo y la seco rápidamente, en ese momento supe que algo
pasaba.
– ¿Qué pasa? – susurré. – ¿Está todo bien? – lo miré.
Su sonrisa desapareció y negó con un movimiento de cabeza y
sus lágrimas salieron otra vez. – Perdiste el bebé. – tomó mi mano.
– No…– susurre con un
hilo de voz cuando mis lágrimas comenzaron a salir. – NO…– alce la voz. – ¡NO! – grite llorando y tocando mi vientre. Comencé a
moverme hacia todos los lados, ignorando el dolor que sentía en mi cuerpo y en intimidad.
Lucky tomo mis brazos. – ¡NO ES CIERTO! –
lloré.
Él sorbió su nariz. – Lo siento. – apretó sus labios. Vi entrar a una enfermera.
– Debes calmarte…– me
dijo ella. – Colocaré esto para el dolor.
– mostró una inyección y la colocó en la
vía que tenía en mi mano izquierda.
Trate de calmarme, continué llorando en silencio. Vi entrar
a mi madre corriendo a la habitación. – ¡MI NIÑA! – comenzó a llorar y me abrazo, lloré, era lo
que necesitaba a mi madre. – ¿POR QUÉ NO
ME HABÍAS CONTADO? – lloró.
– Lo iba hacer mamá…– lloré.
– Este chico me avisto… y yo no lo podía creer. – seco mis lágrimas mientras las de ellas
seguían saliendo. – Estará todo bien mi
niña– negué con un movimiento de cabeza,
Lucky salió de la habitación a recibir una llamada. – Eres joven, puedes intentarlo cuantas veces
quieras… lo lograras…– me dijo ella
acariciando mi cabello y depositando un beso en mi frente. Trate de calmarme,
lo que mi madre decía tenía razón, pero ya me estaba ilusionando con la idea de
ser mamá.
– Fue esa desgraciada mamá. – sequé mis lágrimas con rabia. Ella me miró sin
saber a quién me refería. – La novia de
Justin… ella, fue hasta la casa y me empujo por las escaleras…– lloré. – Me las va a pagar esa perra. – derrame unas lágrimas y las seque con rabia.
Me mantuve quieta, llorar no me ayudaría de nada, y lo que
la enfermera había inyectado había calmado mi dolor en mi intimidad. Cerré mis
ojos y suspire.
– ___. – escuche,
abrí mis ojos al escuchar su voz.
*FABIANA*
– ¡NO! – grite y comencé a llorar, corrí hasta donde
estaba Ryan, en la habitación de Justin ayudándolo a empacar.
– ¡¿QUÉ PASA?! – salió Ryan corriendo de la habitación para
encontrarme en el pasillo.
– ¡LA MAMÁ DE ___ ME
LLAMO!
– ¿QUÉ PASO? – salió Justin de la habitación con sus ojos
abiertos.
– ___ perdió el bebé. – dije llorando mientras los miraba a los dos. –
La tiene en el hospital central.
Justin no dijo nada, su cara dejo de mostrar alguna
expresión, entro a su habitación y luego salió con las llaves de su auto y su
celular en la mano. – ¡JUSTIN! – lo llamó Ryan, Justin no le prestó atención y
salió de la casa sin cerrar la puerta.
*___.*
– ___. – escuche,
abrí mis ojos al escuchar su voz. Me gire para verlo, Justin estaba en la
entrada de la habitación con su rostro pálido y decaído, camino rápidamente
hacia mí y me abrazo. No me moví no hice nada.
Él se separó un poco de mí. – Perdí al bebé. – dije haciendo puchero y derramando unas
lágrimas. Él asintió y comenzó a llorar. – Lo siento. – le dije apretando mis labios para no llorar
más.
– No lo sientas linda. – beso mi frente y seco mis lágrimas.
– Dile ___... – escuche la voz de Lucky, Justin se enderezó y
lo miró.
– ¿Qué? – Justin lo miró y me miro. – ¿Qué me vas a decir? – Se secó sus lágrimas. Mi mamá me tomo la mano
y me dio un suave apretón dándome fuerzas.
– Fue Susana…– lo
miré su rostro se tensó.
– ___ iba bajando las escaleras de su departamento y ella le
dio una patada en el estómago haciendo que ___ cayera por las escaleras. – le dijo Lucky, Justin me miro, apreté su mano
para que se quedará conmigo.
– ¡LA MATARÉ! – gruño Justin, me soltó y sin despedirse o
decir algo salió de la habitación llevándose todo por delante, suspiré me
sentía preocupada pero no sabía porque.
*JUSTIN*
Baje corriendo del auto y abrí la puerta de la casa con
rabia. – Justin. – escuche a Fabiana. – ¿Cómo esta ella?
– ¿Justin? – Dijo Ryan, pero continué caminando.
– ¿Dónde está Susana?
– gruñí.
– En su habitación…– dijo Fabiana, camine con rabia llevándome todo
por delante, abrí la puerta de su habitación ella abrió sus ojos asustada.
– ¡ERES UNA MALDITA
PERRA! – le grité y la tome por el
cuello.
– ¡JUSTIN! – chilló ella.
– ¡ERES UNA HIJA DE
PERRA! ¡MATASTE MI HIJO! – la pegué
contra la pared haciendo que golpeara su cabeza.
– ¡PERDÓN JUSTIN! – dijo llorando.
– ¡JUSTIN SUÉLTALA! –
escuche a Khalil. Y me tomó por los
brazos.
– ¡LA VAS A MATAR! – escuche que dijo Ryan ayudando a Khalil.
– ¡ESO ES LO QUE
QUIERO! – les grite, la solté para
soltarme del agarré de los chicos, empuje
a Khalil que cayó contra una mesa y Ryan cayó sobre la cama. Susana
había salido corriendo, pero no duro mucho para que yo la alcanzara, la halé
por el brazo y la lancé contra la pared, ella cayo sentada en el suelo llorando.
– ¿CREES QUE ESTOY JUGANDO?
– PERDÓN JUSTIN. – lloró. – NO QUERÍA HACERLO. – chilló.
– ¡LO HICISTE! – le grité y volví agarrar su cuello con mi mano
la subí arrastrándola por la pared, ella agarraba mi brazo para que la soltará.
Presione más su cuello y luego la sacudí contra la pared para que se golpeare
nuevamente. – ¡¿QUÉ PENSABAS QUE HACÍAS?!
– le grite y le di una cachetada. Ella
pataleaba y palmeaba mi mano, yo sabía que le faltaba poco para desmayarse o
tal vez morirse.
– ¡JUSTIN! – gritaron los chicos, Khalil se vino contra mi
junto a Ryan.
– ¡JUSTIN SUÉLTALA!
¡LA VAS A MATAR!
– ¡ME INTERESA UNA
MIERDA! – la presione más, ella tosía.
Khalil me empujó con fuerza haciéndome tambalearme y
soltarla, ella cayó en el suelo arrodillada, gruñí porque Ryan me tenía
sujetado junto a Khalil y Chas, pero la mire cuando se estaba levantando y me
moví con todas mis fuerzas y alcé mi pierna dándole una patada en el estómago
cerca de las costillas. La vi volar un poco antes de caer en el suelo con sus
brazos tendidos, y sangre en su nariz y boca, Christian corrió a donde ella
estaba y le vi tocar su pulso en el cuello, lo vi relajarse, no la había
matado.
– ¡CÁLMATE! – me gritó Ryan mientras Chas y Khalil me
mantenían agarrado por los brazos.
– ¡ERA MI HIJO! – les grité a todos. – ¡ESA DESGRACIADA LO MATÓ! – comencé a llorar, y caí al suelo, los chicos
soltaron mis brazos sabían que ya mi furia estaba calmada y que me había
derrumbado.
Escuche a Fabiana llorando y la mire, ella corrió hacia mí y
se lanzó abrazarme, la apreté fuerte, ella era como una hermana, a veces como
mi madre, así que su abrazo me estaba calmando más que otra cosa. – Estará todo bien Broth. – dijo Ryan palmeando mi hombro. Fabiana se
separó de mí y Ryan me dio la mano para ponerme de pie.
– Toma para el dolor de cabeza. – Christian me entregó una capsula con un vaso
de agua. La tome y la metí a mi boca, tome unos tragos de agua y le entregue el
vaso.
– Quiero matar esa desgraciada…– dije llorando.
– Eso no arreglara nada Justin…– me detuvo Ryan. Mire a Christian y fruncí mi
ceño.
– Yo no dije que me dolía la cabeza…– lo mire.
*FABIANA*
– Yo no dije que me dolía la cabeza…– dijo él, fue a decir otra cosa pero cayó
dormido y Ryan lo sujeto antes de que cayera al suelo. Khalil y Chas lo
ayudaron a cargarlo hasta su habitación.
– No debiste darle una de esas pastillas. – Dijo Ryan cuando regresaba a la sala.
– Estaba muy alterado, por más mierda que sea esa mujer no
quiero que él la mate. – dijo Christian.
– ¿La defiendes? – lo mire.
– No, pero no quiero que Justin caiga en la cárcel por
matarla. – dijo mirándome y yéndose a
donde estaba ella.
– ¿Qué haremos con
ella? – preguntó Chas mirando a todos.
– Llevarla a su casa y dejarle una advertencia por si piensa
denunciar. – comentó, los demás
asintieron.
*___.*
– Ella deberá tomar este tratamiento por tres días seguidos,
para que su vientre se limpie por completo. – le escuche decir al Doctor cuando salía del
baño de la habitación porque me estaba cambiando de ropa. Era de noche, mi
madre se había encargado de ir a mi departamento y buscarme un vestido, algo
ligero para irme a casa. Suspire y los mire a los tres, Lucky, mi mamá y el
Doctor. – Debes permanecer dos días en
reposo para que todo en tu vientre vuelva a su lugar me miro. – asentí, Lucky me tomo por la mano y luego me rodeo
la cintura con su brazo para ayudarme a caminar, cada paso que daba sentía
dolor en mi intimidad y mi cuerpo. – Por
la patada y los golpes de la escalera no tuvo fractura alguna, serán solo
hematomas. – le dijo a mi mamá ella
asintió. – Bueno, cualquier novedad…
vuelvan a venir. – sonrió el Doctor.
– Muchas gracias Doctor. – dijo Lucky con un apretón de mano, el Doctor
asintió. Mi madre tomo mi bolso donde estaba la ropa que traía de esta mañana.
Salí de la habitación y Lucky se detuvo un momento, fruncí mi ceño. – Espera acá ya vuelvo. – dijo, asentí y me quede de pie allí con mi
madre. Lo vi casi que corre hacia una habitación y luego de un momento lo vi
salir con una silla de ruedas, sonreí, era tan tierno. Suspire. – Siéntate, te llevare hasta el auto. – dijo sonriéndome. Mi madre me ayudo a sentarme
y Lucky me llevo hasta el auto, mire alrededor un par de veces, o mejor dicho
casi siempre di un suspiro de decepción y me resigne a irme al departamento. – Él no ha venido desde ahora en la mañana. – me dijo en un susurró, asentí, llegamos al
auto y me ayudo a pasarme de la silla de ruedas al auto.
– Fuiste exagerado. – le dije sonriendo. – Pude haber caminado eso…– entre por completo al auto en el asiento de
adelante.
– No ibas a poder. – sonrió. Sonreí y mi madre subió al auto.
– Me quedare esta noche contigo. – me dijo mi madre, asentí. Fuimos en silencio
hasta llegar a la casa.
Lucky bajo del auto y luego como siempre abrió mi puerta,
baje y camine lentamente hasta las escaleras, di un suspiro al saber que ahora
me tocaría subirlas. Mi madre se apresuró a subir para abrir la puerta. – Te subiré. – dijo Lucky, lo mire sin entender, se inclinó
un poco y paso su brazo por detrás de mi pierna y luego se enderezo
manteniéndome en sus brazos, sonreí. Subió poco a poco las escaleras conmigo en
sus brazos luego llegamos al
departamento pasamos y me dejo sobre la cama, asentí ante su mirada de “¿está
todo bien?” él respiro profundo y dejo un beso en mi frente sonreí. – Ya es tarde…– comentó, asentí. – Debería irme…– miro a mi madre y luego a mí. – Te dejare en buenas manos. – sonrió.
– Gracias…– lo mire y
tome su mano. – Gracias por todo.
– No hay de qué. – sonrió. – Me estas escribiendo cualquier cosa, si me
necesitas en un segundo estaré aquí, ¿okey? – me miró y asentí sonriendo un poco.
– Okey. – dije en un
suspiró.
– Buenas noches, descansa…– me dio un beso en la frente.
– Igual, cuídate. – le sonreí. Se dio la vuelta, le vi despedirse
de mi madre y luego salir del departamento. Suspiré, él era tan bueno…
– Justin…– susurró mi
madre. – Él quizás no sabe que estas acá
en casa…– la mire. – Le puedo avisar por ti.
– No mamá. – la mire,
ella frunció un poco su ceño. – Está
todo bien así, no importa. – suspire. – Ayúdame a cambiarme, me colocare una pijama. –
le dije, ella asintió y busco mi pijama,
yo me senté en la orilla de la cama y quite mi vestido con un poco de dolor en
el cuerpo. Mi madre me ayudo a colocarme el mono y la camiseta de tirantes,
mire al suelo un momento, era extraño como la noche anterior acá mismo Justin
estaba sentado mientras sentía los movimientos en mi vientre.
– Acuéstate y descansa…– dijo mi madre. – o ¿quieres algo de comer? – preguntó y asentí sonriendo. – Te haré un sándwich. – dijo yendo a la cocina asentí sonriendo.
Me recosté a las almohadas quedando un poco sentada, cerré
mis ojos y sequé rápidamente unas lágrimas que venían saliendo. Suspire y trate
de no pensar más en lo sucedido. Me mantuve con los ojos cerrados mientras
escuchaba las voces de una película que pasaban en la Tv.
Brinque en mi lugar y abrí mis ojos cuando unos golpes se
escuchaban sobre la puerta, mi madre termino de colocar el sándwich sobre el
plato y me miró con los ojos abiertos, nos mantuvimos en silencio mientras
tocaban fuerte y desesperadamente la puerta.
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